El amigo palestino y 'almeriense' de Yaser Arafat
El imán de la mezquita de Almería fue uno de los más estrechos colaboradores del líder fallecido hace ocho años y cuya muerte siempre ha estado rodeada de cuestiones sin aclarar del todo
Habla con contundencia y melancolía al mismo tiempo, pero jamás le duele ser palestino. Lleva 15 años en Almería y en su humilde casa de El Zapillo vive con su mujer y sus cinco hijos, todos ellos españoles, aunque a él le han denegado la nacionalidad. Conoce y practica la diferencia entre Israel, que ocupó su tierra y la de sus padres y la de sus abuelos y los judías a quienes respeta. De hecho pasó más de año y medio en cárceles israelitas por detención administrativa; jamás le dijeron de qué cargos estaba acusado, aunque sus amistades en Hamas y Al Fatah permitieron despachar a sus captores con un "amenaza contra la seguridad nacional". Además, fue amigo personal de un Yaser Arafat al que la historia no deja reposar ni muerto. Habla de él con el culto a un líder irrepetible, a quien conoció de primera mano, desde aquel encuentro en la Universidad de Gaza.
"Fue a través de los amigos mío de la Autoridad Nacional Palestina (ANP); eran compañeros de la universidad islámica de Gaza en el 1993. El líder Arafat llegó un año después y fuimos cuatro amigos a visitarle en su residencia; nos recibió con mucho cariño y hospitalidad, puedes decir como un padre con sus hijos, aunque nuestro amigo le dijo que somos muy buenas personas. Luchamos políticamente contra la ocupación israelí pero somos islamistas y no creemos en el camino actual de Fatah y OLP. Al terminar la visita nos pidió volver visitarles cuando quisiéramos y pidió del jefe de su oficina coger los números nuestros teléfonos para llamarnos cuando fuera necesario".
Le recuerda como un líder "con mucha carisma, muy tranquilo, piensa mucho antes de responder pero es un volcán cuando se enfada, N gasta mucho dinero en su vida personal, en ropa o en comida. Fíjate que su cena diaria es una sopa de verduras o con un trozo de pollo, pan, queso, aceite de oliva, aceituna o un poco de tomate; le gusta mucho la sandia con queso. Es un hombre de Estado y al mismo tiempo es un líder de una revolución, en muy poca gente pueden juntar las dos cosas poca gente son como Yaser Arafat". De hecho, Abdallah habla de él con la añoranza de alguien que hizo mucho por conservar el frágil equilibrio que se vive en la zona. Hasta su muerte, no se habían dado esos movimientos radicales que condujeron a un 11 de Septiembre aún no olvidado.
Su muerte está marcada en el calendario de su vida. "Me levanté como todos los días viendo las noticias de Al-Jazeera. Desde que se declaró su enfermedad y su viaje a París, sabía que le hicieron algo. Sharon lo había dicho antes. Querían matar a Arafat . Me pasé el día llorando; fue una jornada negra para todos los palestinos".
Independientemente de lo que digan los resultados de la autopsia a la que se le está sometiendo para confirmar o rechazar su envenenamiento, Abdallah tiene su propia teoría y se mantiene firme en ella. "Desde el primer día todo el pueblo palestino estaba seguro que Arafat fue envenenado. Lamentablemente los colaboradores con Israel dentro de la ANP y especialmente la gente que estaba cerca de él intentaron ocultar esto. Pronto vamos a conocer la realidad después de los análisis hechos la semana pasada de muestras de su cadáver. Yo estoy seguro que fue envenenado por Israel, pero la pregunta que más me preocupa es quiénes son los colaboradores de Israel dentro de la ANP".
Recuerda con nostalgia los duros "meses de conversaciones continuas día y noche, incluso viajamos a Egipto y Sudán para negociar con los líderes de algunos movimientos palestinos explicándoles un acuerdo para poder preparar el encuentro de ANP con los otros movimientos hasta conseguir el primer acuerdo del Cairo". Su colaboración con Arafat era así de cercana.
Abdallah nació en Gaza, en una familia palestina; "mis padres y abuelos son de un pueblo pequeño entre Gaza y Jerusalén. Les echó el ejercito sionista en 1948 de sus casa y territorios y desde entonces vivimos en Gaza como refugiados. Hay 7 millones palestinos fuera de Palestina. En agosto pasado he visitado mi tierra después de 14 años, ha cambiado mucho y me gustaría regresar allí algún día".
No obstante, no fueron unos años para recordar. "Fui detenido tres veces. Me llevaron a unas jaimas en mitad del desierto y allí me tuvieron durante seis meses, es decir, más de un año y medio. Cuando llevabas dos meses en unas condiciones terribles, que me recordaban a las imágenes que vi cuando Hitler exterminó a los judíos, te llevaban a una habitación donde había militares israelíes. Cuando pregunté porqué me habían detenido, sencillamente te contestan que no te lo pueden decir porque va contra la seguridad del Estado de Israel, y te vuelven a llevar a la jaima. No hay derecho a esos comportamientos, simplemente por tener amigos dentro de Hamas o Al-fatah con los que hablaba".
La reciente declaración de Palestina como estado observador en Naciones Unidas, tampoco le llena de satisfacción. Cree que es un paso adelante, "Si pero incompleto, es bueno que por fin se reconozca a Palestina como Estado, pero todavía observador y no tiene derecho de votar, además a la tierra Gaza está bajo el bloqueo desde 2007 e Israel ocupa toda Jerusalén y Cisjordania, Israel ha robado el 40% del territorio de Cisjordania (el muro y las colonias). Los millones refugiados no pueden a volver".
Aún así siempre se agarra a esa esperanza a la posibilidad de "crear una paz en todo Oriente Medio". De nuevo, vuelve a la resignación cuando apunta que es complicado conseguirla porque "Israel no cree en paz; cada vez la sociedad israelí es más radical y mas fanática, utilizan la religión en el conflicto, aunque no lo es. Israel ocupa un territorio no es suyo. No funciona utilizar todos los libros sagrados del mundo, los palestinos no son como Alemania de Hitler. Qué culpa tenemos de eso. Israel está haciendo con mi pueblo igual que lo que ha hecho el nazismo con ellos, nosotros pedimos el Estado de Palestina donde puedan vivir musulmanes, cristianos y judíos junto en paz y convivencia y cómo se conseguir la paz, cuando hay justicia internacional, y no se permite a Estados Unidos hacer lo que quiere, cuando puede un país utilizar el veto contra todo el mundo, cuando tenemos unas Naciones Unidas como la que tenemos, cuando somos todos iguales y no hay personas, ni pueblos sagrados ni estados por encima de la ley".
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