Se produce un descenso de la analfabetización en la provincia de Almería. Así lo corroboran los datos revelados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, donde las personas mayores de 16 años que no saben leer ni escribir descienden hasta 1,2 puntos del año 2016 al 2018. El pasado año, la tasa media se quedó en un 3,4%, donde los hombres constituían un porcentaje de 2,4% mientras que el porcentaje de las mujeres eran más con un 4,4%. Esto significa un mínimo histórico para Almería, ya que su cifra más baja es del 3% desde el año 2012.

Comparándolo con el panorama nacional, Almería posee uno de los porcentajes más altos en esta realidad.  La provincia es la segunda de España con más analfabetos, sólo superada por Huelva con un 4,8%.

Desde que se estudia esta realidad, podemos apreciar que la cúspide de esta tasa se remonta en el 1989 y en 1992 donde la media estaba en el 9,5%. Esto representa una bajada de 6,1 puntos en 26 años.

Sin embargo, hay datos que, por sí mismos, pasan a la historia: el número de almerienses con estudios universitarios ha superado a la población analfabeta o sin estudios. Los ciudadanos de la provincia con carrera representan hasta donde se conoce el 12,62% de la población (75.467 habitantes). El resto de los almerienses, en torno a unos 448.000, han recibido algún tipo de educación escolar a lo largo de su vida pero no han llegado a completarla con estudios superiores. Este vuelco al sistema de conocimientos de la provincia de Almería es inédito y se ha producido con la entrada del siglo XXI. Estos datos se desprenden del último estudio de Censos de Población y Viviendas elaborado por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía.

En un siglo se ha pasado del 80% de población analfabeta en Almería al 3,4% de la actualidad. El capital humano y sus actitudes, aptitudes y conocimientos conforman su realidad y la de su entorno y en eso ha tenido una importancia vital el crecimiento progresivo de la educación en la provincia almeriense, así como la implantación de estudios superiores que permitieran generar a un sector de población capaz de ejecutar y transmitir los conocimientos de antes se limitaban.

España es líder de la Unión Europea en fracaso escolar, con una tasa del 21,9% de jóvenes entre 18 y 24 años que han abandonado prematuramente el sistema educativo habiendo completado como mucho el primer ciclo de secundaria. Este porcentaje duplica la media comunitaria (11,1%) y está todavía muy lejos del objetivo de reducir el abandono escolar al 15% de aquí a 2020, según un informe publicado por la oficina estadística de la Unión Europea, Eurostat.

En todo caso, España ha logrado reducir la tasa de abandono prematuro desde el 30,3% que registraba en 2006 al 23,6% en 2013 y al 21,9% en 2014.