Dos años sin Lourdes
El pasado 3 de octubre de 2009 se le vio por última vez al salir del trabajo en una gasolinera de la Urbanización del municipio · La familia afirma que no hay ningún avance en el caso que ellos sepan.
El próximo 3 de octubre se cumplen dos años de la desaparición sin dejar rastro de la joven Lourdes García Carreño, tras salir del trabajo en una gasolinera de la Urbanización de Roquetas. Su rostro todavía puede verse en los pasquines que se colocaron por las calles de la provincia denunciando su desaparición. Su cuñado Pedro Pérez, el portavoz familiar, recuerda que "nosotros pensamos que hubo algún hecho violento contra ella en aquellos días, que la mataron, pero los investigadores sin embargo no descartan nada, incluso la desaparición voluntaria, algo que para nosotros es impensable". Cariñosamente le llamaban 'Burbujita', "le encantaba el campo. No se perdía nunca la berrea en septiembre. Todos los años iba a ver cómo berreaban los ciervos", recuerda Pedro con dolor.
La esperanza volvió a resurgir en la familia tras un intenso rastreo que tuvo lugar en el paraje Mohuyo de El Parador por parte de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil UCO. Pedro afirma que estaban seguros que los agentes buscaban algo muy definido, "trabajaban por la tarde y los fines de semana, cuando no había periodistas, pero sólo rastrearon tres días cuando tenían previsto hacer las batidas durante dos semanas. Quizá querían que alguien se pusiera nervioso y diera un paso en falso, no lo sabemos", reconocía el portavoz familiar, quien al ser preguntado por la situación del ex novio de Lourdes, en cuyo domicilio hubo registros y se convirtió durante algún tiempo en el principal sospechoso, mantenía que "ya le han dejado tranquilo, pero no significa que esté descartado. Recuerda que la policía es enigmática", sentenciaba.
La Guardia Civil llegó a efectuar dos registros en el domicilio del ex novio de Lourdes en Cortijos de Marín, incautando diversas pertenencias. Allí convivieron ambos durante aproximadamente un año hasta que se rompieron las relaciones y la joven se alojó en su piso de El Parador. En el momento de su desaparición ella pesaba 38 kilos, unos veinte menos de lo normal, debido a la mala época que estaba pasando por su ruptura sentimental, si bien no estaba en tratamiento médico ni psicológico "ni tomaba pastillas", recordaba su familia, que debido a su delgadez había decidido volcarse con ella hasta que volviera a su peso normal. La autoridad judicial declaró entonces el secreto del sumario y no hay ninguna persona detenida por este extraño caso de desaparición. La familia descartó el suicidio por cuestiones sentimentales al haber encontrado en su domicilio de El Parador signos evidentes de tener intención de volver a casa y baraja algún suceso violento como causa de su desaparición.
La última novedad conocida del caso fue la aparición en los alrededores de la plaza de toros roquetera del vehículo de Lourdes, un Peugeot 206 gris con matrícula 9539BLB, un hecho que aportó entonces mayor inquietud a la familia si cabe, puesto que, como recuerda el portavoz, "lo encontraron donde ya habíamos mirado y no estaba cuando pasamos. No podemos dejar de imaginarnos que alguien lo dejó allí de madrugada con la ventanilla abierta y las llaves puestas para hacer creer que otra persona lo había hecho".
Hubo intensas batidas y rastreos por lugares de Roquetas cercanos a las zonas rurales, como charcas, Punta Entinas, Las Salinas, ramblas, etc., incluso en municipios colindantes y otras zonas como El Ejido, Almería o Vícar, sin ningún resultado, participando activamente la unidad de rastreo canino de la Guardia Civil.
Lourdes vivía sola con una perrilla en su domicilio del 4º B del edificio Etna de la carretera de Alicún, frente a la plaza de la Iglesia de El Parador. Sus padres viven en Gérgal.
En el momento de su desaparición vestía el uniforme de la gasolinera de Cepsa de la Urbanización de Roquetas de la que era cajera, con camisa rosa y pantalón gris con lista roja en el lateral, uniforme de la estación de servicio. Su compañera Vanesa fue quien le dio el relevo sobre las tres de la tarde, puesto que Lourdes había entrado a trabajar a las seis de la mañana, y al igual que los demás empleados sólo hablaba maravillas de la joven desaparecida, "porque es muy buena compañera, además muy responsable. Nunca falta al trabajo y siempre estaba dispuesta a venir. Estaba pagando una hipoteca del piso. Cuando le relevé no me dijo nada especial. Le vi muy normal, me dijo muy contenta que se iba a comer porque tenía hambre", recuerda quien pudo ser la última persona en verle. En el coche no se encontró ningún signo de violencia. Se realizaron multitudinarias concentraciones de apoyo en lugares como Roquetas, El Parador, Gérgal o Almería.
En el Blog que la familia mantiene abierto en internet se pueden ver las últimas imágenes de Lourdes cuando salía de la gasolinera poco después de las dos y media de la tarde del 3 de octubre de 2009. Su teléfono móvil no registró en los días posteriores la salida de mensajes de texto ni llamadas mientras que tampoco se detectaron movimientos en sus cuentas bancarias.
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