Diez años del coso taurino en un libro

Presentan 'Sal y Albero' en Roquetas coordinado por José Juan Rodríguez

La presentación suscitó un gran interés en el público.
La presentación suscitó un gran interés en el público.
Benjamín H. Montanari / Roquetas

20 de julio 2012 - 01:00

"Han pasado diez años desde aquel 19 de julio de 2002…..". Así comienza el saluda del alcalde Gabriel Amat en el libro impreso con motivo del décimo aniversario de la plaza de toros. Sal y Albero, que así se ha titulado al libro conmemorativo, ha estado coordinado por José Juan Rodríguez y han colaborado con textos un total de dieciséis autores y cinco fotógrafos. Incluido el del torero Enrique Ponce afirmando que "en estos tiempos que tanto se cuestiona una cultura y tradición de España, incluso en alguna ciudad como Barcelona la decapitan, es gratificante, bonito y esperanzador como un halo de luz se abre ante nosotros. Ver como una ciudad de Almería, llamada Roquetas de Mar, existe una apuesta y compromiso taurino de calidad". Prólogo de Antonio García Barbeito que recuerda que son "diez años en los que, incluso hubo tiempo -y ganas de hacerlo- para levantar un Museo taurino que reclamaba visita obligada a quienes lleguen al lugar. Ya fue mérito todo lo conseguido". Y a partir de aquí los distintos capítulos que parten de la defensa histórica desde la memoria anterior a la construcción de la plaza, del proceso de una voluntad política y su desarrollo en procedimiento administrativo escrito por el secretario del ayuntamiento Guillermo Lago, del día de la inauguración y todo lo organizado para el ensalce de tal acontecimiento bien señalado por Gabriel Luis García Callejón. El siguiente apartado disecciona cada uno de los años trascurridos, diez años diez, y de lo ocurrido artísticamente en la plaza con profusión de fotos y carteles que lo ilustran.

Hay uno de "opiniones especializadas" que encabeza Emilio Lentisco desarrollando acertada explicación del encaste Domecq por ser que "las figuras del toreo siempre eligieron ganaderías que más se prestaban para ejercitar su toreo. Es decir: las que embestías. La historia de la tauromaquia así nos lo confirma". También señala a otros encastes que han estado presentes: Núñez, Santacoloma en la variables de Albaserrada, de Graciliano y de Buendía, Murube-Urquijo, Conde de la Corte, la mezclada de Contreras-Domecq-Jijona en el hierro de Peñajara, Veragua, la Hidalgo-Barquero de Benítez-Cubero y la asolerada de Cabrera en Miura. De los que hicieron paseíllos y faenas, los toreros, se ha hecho cargo quien firma esta crónica contabilizando cuatrocientas cuarenta faenas de ciento veintisiete profesionales, aparte sus cuadrillas que sería más de seiscientas almas vestidas de luces, y sus éxitos que dan un promedio de cuatro orejas por festejo. Y no podía faltar de las máximas autoridades en el tiempo de la plaza: Javier Torres Viedma y Adrián Salmerón Morales que explican los pormenores, complejidad y la responsabilidad en el ejercicio de puesto tan honorífico. Juan R. Aguilera Martínez, desde su punto de vista como aficionado destacado, destaca los logros con la plaza para ejemplo de la provincia. Y Víctor Zabala cierra este capítulo plasmando su experiencia como gerente durante los últimos cuatro años destacando que "empezamos con una situación difícil con apenas 500 abonados, hoy superamos los 2.200. El año 2011 llegamos a 12.000 espectadores" y también la organización del Ciclo cultural El Toro en las Artes y los Cursos de Verano de la UAL, sin faltar el agradecimiento a todas las personas que han colaborado con el proyecto.

En el apartado de "saber y cultura" Juan José Ruiz Plaza de manera minuciosa relata la histotia del Museo Taurino y las actividades llevadas en él que "ha traspasado las fronteras propias de un centro de interpretación para convertirse en un auténtico foco cultural del que nos estamos alimentando todos los roqueteros y visitantes, aficionados o no al mundo del Toro". Rafael Leopoldo Aguilera, director del Instituto de Estudios Almerienses que edita el libro, justifica y fundamenta el por qué los toros son cultura y la fiesta de los toros "la más culta que hay hoy en el mundo" según dejó dicho. Cierran las colaboraciones la de los dos presidentes electos de la Peña Taurina. Enrique Fernández, que además ha aportado una gran cantidad de imágenes fotográficas, y Rufino Irigaray explica los comienzos de la Peña al amparo de la construcción de la plaza y su espíritu. Se completa el libro, imprescindible para conocer la historia de estos diez años de existencia, con pormenorización de datos listado de los distintos premios entregados, de los pregoneros habidos, de todos los festejos con todos los datos posibles y estadísticas.

Libro que se ha hecho posible gracias a la decisión de Eloísa Cabrera "que a pesar de las dificultades se ha crecido en la defensa de lo que cree, de la tradición, de la herencia y de la cultura de los toros. Su deseo era que la historia del Coso Salinero quedara escrita…".

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