Aunque tarde, una de las piezas históricas de la ciudad de Almería encuentra finalmente un lugar donde reposar. Y, lo hace, además, prácticamente restaurado a expensas de los últimos retoques. Tal y como prometió Ramón Fernández-Pacheco, actual alcalde de la capital almeriense.

Los vecinos del barrio encontraron hace un lustro el escudo principal de la ciudad en una mediana de Pescadería-La Chanca, frente al Muelle Pesquero. En su día, este fue el escudo principal de la ciudad, ubicado junto a los cañones y bolaños en el centro de la Plaza Vieja.

Allí estuvo desde el año 70, junto a los cañones y bolardos hasta que Santiago Martínez Cabrejas recuperara para la Plaza Vieja el monumento de Los Coloraos en 1988. Pero para eso, el conjunto allí instalado, tuvo que desaparecer y objetos como el escudo se perdieron de la memoria de los almerienses.

Y eso fue así hasta que los vecinos lo encontraron, llevaba 20 años sin que nadie supiera de su ubicación. El escudo estaba enterrado entre hojarasca, cubierto de tierra y en unas condiciones lamentables. Pero fue en ese momento cuando el alcalde de la ciudad prometió su restauración y su posterior colocación en la entrada de Almería por el barrio de Pescadería. Y eso es lo que se está haciendo en la actualidad. Su restauración y colocación por la concejalía de Sostenibilidad Ambiental que dirige Margarita Cobos.

“Es muy importante el escudo para los que amamos la historia de la ciudad. Sobrevivió a la Guerra Civil y a la especulación de los 70”, explica el presidente de la Asociación Pescadería-La Chanca a Mucha Honra, José Campoy. “Nosotros siempre hemos apoyado, por su valor histórico, el que esté en el lugar que debe de estar para que lo vea la mayor cantidad de gente posible y, de la misma forma, se pueda transmitir su larga historia. Además de recibir el cuidado que se se merece por ser el escudo de la ciudad”, añade.

“Es importante que se le ponga la corona (murada ) que es la que tenia en origen. Es importante que este escude esté en un lugar donde todos los almerienses lo contemplen, lo admiren y conozcan su historia”, añade. “Creemos, en este sentido, que el lugar en el que se ubique finalmente no debería estar entre dos carreteras, como sucede en la actualidad”, explica José Campoy, representante vecinal del barrio de Pescadería-La Chanca.