El antiguo Seminario de Almería se convierte en refugio para inmigrantes y estalla la polémica
VOX acusa a la Diócesis de “fomentar las mafias” y pide que el edificio vuelva a su función original; el obispado defiende su uso social como respuesta a una necesidad urgente
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La transformación del antiguo Seminario Menor de Almería en un centro de formación sociolaboral para inmigrantes en situación de especial vulnerabilidad ha desatado una fuerte polémica política. La Diócesis de Almería, promotora del proyecto junto al Servicio Jesuita a Migrantes (SJM‑Almería) y la Fundación ECCA Social, defiende que el edificio —sin uso desde 2021— será destinado a “una labor pastoral y social urgente”, mientras que VOX ha pedido públicamente que se reconsidere la decisión, que considera un “colaboracionismo con la industria de las fronteras abiertas”.
El nuevo centro abrirá sus puertas en septiembre de 2025 y ofrecerá formación profesional, acompañamiento y acogida temporal para personas migrantes que viven en asentamientos chabolistas del Poniente y Níjar, según ha explicado la Diócesis. El plan incluye cursos, orientación laboral y competencias básicas, en colaboración con empresas locales y Cáritas. Estará coordinado por Fátima Santaló‑Ossorio, religiosa de la comunidad de Misioneras de Cristo Jesús.
“La Iglesia no puede mirar hacia otro lado cuando hay personas descartadas a las que nadie quiere mirar”, defendió la Diócesis en su comunicado oficial.
VOX pide paralizar el proyecto
La reacción de VOX no se ha hecho esperar. La diputada por Almería, Rocío de Meer, denunció que este tipo de iniciativas “fomentan las mafias organizadas que trafican con personas”, señalando que son “las más beneficiadas” con este tipo de actuaciones. La formación considera que el proyecto “alienta el efecto llamada”, lo que “provoca tragedias en el Mediterráneo”.
“Nos indigna profundamente cualquier tipo de colaboracionismo con la industria de las fronteras abiertas. En España hay más de 13 millones de personas en riesgo de pobreza, y ellos deberían ser los primeros en recibir los recursos”, afirmó De Meer.
Por su parte, el portavoz de VOX en el Ayuntamiento de Almería, Juan Francisco Rojas, subrayó que “el seminario debería destinarse a lo que fue concebido: la formación de sacerdotes”, y acusó a la Iglesia de utilizar el proyecto como “un modelo de financiación con subvenciones públicas y contratos, no un gesto de misericordia”.
También el presidente provincial de VOX, Juan José Bosquet, expresó su rechazo: “Este tipo de decisiones tienen consecuencias negativas que afectan directamente a los vecinos de Almería”.
Pancartas en el seminario y tensión en redes
Días antes de conocerse oficialmente el plan, el sindicato Solidaridad, vinculado a VOX, colocó carteles en los muros del antiguo seminario con el mensaje “¿Y para los españoles?”, criticando el proyecto por centrarse en migrantes y no en personas locales sin recursos.
En redes sociales, VOX Almería ha redoblado su discurso, advirtiendo que “en 2040 habrá más extranjeros que almerienses”, en referencia a una supuesta amenaza demográfica. La polémica ha avivado los mensajes sobre el llamado “efecto llamada” y el “gran reemplazo”, conceptos habituales en la retórica del partido.
La Iglesia defiende su función social
Desde la Diócesis de Almería se insiste en que el proyecto no sustituye la labor formativa del seminario —que ya no se usa para ese fin— y que responde a una llamada evangélica de atención a los más vulnerables. El obispado sostiene que el edificio se empleará para talleres, cursos y alojamiento temporal con criterios profesionales y en colaboración con el tejido social.
El modelo se inspira en otras iniciativas similares del Servicio Jesuita a Migrantes en ciudades como Barcelona o Sevilla. La Diócesis ha recordado además que el plan ha sido elaborado tras “meses de estudio, viabilidad económica y evaluación pastoral”.
Otras voces de apoyo
El caso de Almería no es único. Otras diócesis españolas han defendido actuaciones similares. En septiembre de 2024, la Diócesis de Cartagena acusó a VOX y al PP de emplear un discurso “plagado de calumnias, engaños y medias verdades” sobre los inmigrantes, defendiendo el papel integrador de la Iglesia.
En Almería, diversas organizaciones sociales han expresado también su respaldo al proyecto. “Trabajar por la inclusión no es una amenaza, es una solución”, ha defendido una representante de Cáritas.
Un símbolo en disputa
La polémica sobre el seminario ha puesto en evidencia el choque de visiones sobre el papel de la Iglesia en la sociedad, la gestión migratoria y el uso de edificios históricos. Mientras unos lo ven como un gesto de caridad y justicia social, otros lo interpretan como una cesión ideológica.
Por el momento, la Diócesis mantiene el calendario previsto y asegura que el centro abrirá sus puertas en septiembre. La polémica, sin embargo, parece lejos de cerrarse.
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