¿Se imaginan llegar al centro de Almería, o cualquier otro barrio de la capital, y simplemente consultando el teléfono móvil saber cuál es la plaza de aparcamiento libre más próxima, ya sea fuera de la zona azul, en estas vías reguladas por el ROA (antes ORA), o en los aparcamientos subterráneos? Aunque parezca cosa de otras ciudades o planteamientos futuristas, lo cierto es que aparcar a la primera será una realidad bien pronto en Almería.

Aunque ya se ha mencionado desde meses atrás por parte de los responsables municipales –la propia alcaldesa lo destacaba en su memoria del presupuesto de 2023–, lo cierto es que el nombre de ‘Smart Mobility’ dado al proyecto de mayor envergadura que va a abordar sobre el tráfico el Consistorio en su historia ha pasado en cierta manera desapercibido. Despista, quizás, de las utilidades prácticas que tendrán para los ciudadanos, también para aquellos cuyo trabajo es el reparto de mercancías.

Desde hace algunos años existen aplicaciones que facilitan información sobre espacios libres para aparcar, si bien son colaborativas y se nutren de la información suministran sus usuarios. El proyecto para la instalación de un sistema de gestión inteligente del tráfico va más allá de esta información limitada a la buena voluntad de los conductores.

La instalación 164 cámaras, aunque la idea es llegar a un total de 200, y sensores en el suelo permitirá al Ayuntamiento facilitar información a tiempo real a los conductores a través de una aplicación para teléfonos móviles. Solo habrá que descargársela y consultar al llegar a la zona de destino, y el quebradero de cabeza ante dónde dejar el coche se habrá esfumado. La App nos indicará qué plazas hay disponibles en el entorno más próximo.

No son planes a largo plazo, pues hay dinero y una empresa trabajando ya en su desarrollo. Son casi 4,5 millones de euros los que se van a invertir a lo largo de este próximo año, una considerable cantidad que ha sido sufragada en buena parte por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation (fondos europeos), que servirá para adentrar a la capital almeriense entre las ciudades con un sistema inteligente de gestión del tráfico, una “revolución digital” como hacía referencia en la sesión plenaria de noviembre el equipo de gobierno. Aprobaba entonces la Corporación un modificación presupuestaria superior al millón de euros, correspondiente a la aportación de las arcas municipales a este macroproyecto, si bien, aun siendo de gran interés, este punto quedó relegado a un segundo plano por otros asuntos introducidos por la oposición como la iluminación de caminos rurales o la peatonalización del Paseo de Almería.

La concejal de Movilidad, María del Mar García Lorca, en la Sala de Control de Tráfico de Almería

Es a la empresa Alumbrados Viarios a la que el Ayuntamiento le ha confiado el proyecto de suministro, instalación, puesta en marcha, gestión y mantenimiento de las actuaciones de gestión inteligente y sostenible del tráfico y la movilidad, con una inversión total de 4.477.546,354 euros exactos y con los que proceder a la implementación de sensores conectados con una plataforma ‘Smart’, que permitirá el uso de la inteligencia artificial también para la toma de decisiones por parte del área de Seguridad y Movilidad en la gestión del tráfico en la capital.

“En resumen –explica la concejal responsable, María del Mar García Lorca, se trata de implantar un sistema completo de modelización del tráfico, guiado de aparcamiento y calidad del aire en la ciudad, basados en las sensorización, con todo el equipamiento necesario a instalar, junto con el hardware y software preciso para tratar los datos recibidos y presentarlos en el centro de control proyectado”.

La edil detalla que la instalación de sensores se hará de forma progresiva y a modo de prueba, en zonas de carga y descarga, calles reguladas por el ORA y después en las vías exentas de zona azul; y primero en el centro histórico para después ir ampliando el radio de acción al resto de barrios de la capital.

“Analizando la situación actual del municipio, vemos que el nivel de saturación de tráfico en la zona centro es elevado, a pesar de disponer de zona regulada y aparcamientos subterráneos, debido a las características de las calles y de los edificios de viviendas que se encuentran en esta área, sumado a la gran cantidad de ciudadanos residentes de otros barrios que acuden bien para realizar gestiones administrativas, labores de ocio, etc. Los conductores deben enfrentarse a grandes dificultades a la hora de buscar un espacio libre para aparcar, lo que genera grandes frustraciones y enfados entre los ciudadanos, teniendo que dedicar buena parte de su tiempo a dar vueltas a las zonas de aparcamiento con la esperanza de encontrar una plaza vacía.”

Además, estos vehículos circulando lentamente en la búsqueda del “sitio libre”, participan en la masificación del tráfico en el centro, repercutiendo directamente en el nivel de congestión de la ciudad, además de tener un impacto directo y negativo en el medio ambiente que este sistema de gestión inteligente tratará de lidiar.

Medidores de calidad de aire y la Zona de Bajas Emisiones

El proyecto, que arranca esta primera semana de enero con el suministro de la infraestructura necesaria, está ligado a la implantación de zonas de bajas emisiones (ZBE), y a la transformación digital y sostenible del transporte urbano dentro de la ‘Estrategia Almería Ciudad Smart Mobility’, iniciativa que aprovechará las nuevas tecnologías aplicadas en el ámbito del desarrollo de la movilidad y calidad del aire. Las cámaras de control, los sensores y las miniestaciones del aire permitirán al Ayuntamiento enlazar “todos los aspectos que tengan que ver con la movilidad de la ciudad, permitiendo modelizar los hábitos de transporte no solo a nivel de vehículos, sino disponiendo de datos del uso de bicicletas, patinetes, transporte público e, incluso, hábitos de movilidad a pie”, desgrana la concejal.

La información le permitirá al Consistorio decretar medidas, como la activación real de la ZBE con restricciones, si fueran necesario, de acceso de vehículos a esta zona, de menor a mayor calado en función de los parámetros de contaminación, ya que podrían ser medidas temporales y de intervalos de horas. El área ya ha sido definida por Ayuntamiento y, aunque a priori pueda parecer caprichosa, ya que escapan vías de alta densidad de tráfico, la edil explica que su delimitación responde a las mediciones realizadas por una empresa especializada en un “análisis multicriterio”, por lo que anima a la ciudadanía a participar en las jornadas explicativas en las que “iremos recogiendo aportaciones” para elaborar la ordenanza.

Martínez Labella y García Lorca explican sobre plano la ZBE

Los plazos

El contrato tendrá una duración de 23 meses y 15 días, contados desde el 1 de enero de 2023. No obstante, habrá distintos plazos para su ejecución. Desde el 1 de enero hasta el 1 de junio de 2023 será el plazo de suministro e instalación; antes del 15 de diciembre de 2023 será el plazo para la puesta en funcionamiento del sistema; y desde el 15 de diciembre de 2023 hasta el 15 de diciembre de 2024, el de mantenimiento y gestión