Con la mira puesta en toda la Bahía de Almería, el Castillo y el Faro de San Telmo han abierto por primera vez sus puertas al público, en el que es sólo el preludio de las visitas guiadas que se promoverán a partir del mes de octubre para conocer el edificio rehabilitado por parte de la Autoridad Portuaria. Siglos de historia han llevado a que una provincia de cara al mar haya ofrecido especial atención a su defensa, lo que hoy queda en el recuerdo, pero que se establece como el punto de partida de un recurso turístico, respaldado por la mejor atardecer sobre la ciudad y su puerto.

Además, no sólo la provincia, sino también la ciudad de Almería se establece como uno de los puntos más sensibles para la defensa histórica de la ciudad, por la presencia de un castillo fortificación como es La Alcazaba, y por ser límite y frontera natural (esta vez durante milenios) de culturas, estados, religiones y civilizaciones, cuyo entendimiento ha sido un trabajo diplomático, difícil y lento que hoy permite abrir las puertas de las antiguas fortificaciones a los turistas extranjeros para que compartan los monumentos de un país que ya está lejos de estar en riesgo de ver aparecer navieros cargados de artillería que lancen toda su pólvora contra las torres vigías.

Documentos para la defensa o Almería, las defensas exteriores, son los trabajos históricos realizados sobre la fortaleza de San Telmo por Antonio Gil Albarracín, especialista en la arquitectura defensiva de todo el arco mediterráneo, especialmente la relacionada con el antiguo Reino de Granada. Con todo, la fortaleza es de época cristiana, cuando recién conquistada la ciudad el peligro aún estaba presente entre la ciudadanía que se mantenía en los núcleos de población cercanos a La Alcazaba.

A partir de esta base histórica, y con la voluntad de adaptar el proyecto a un uso civil y no militar, el proyecto de rehabilitación permite abrir al público unas dependencias que hasta el momento eran visadas desde la lejanía o en las pocas rutas guiadas que sólo se limitan a realizar una explicación de las distintas muestras de la arquitectura defensiva con la que cuenta la capital. Por el contrario, el Castillo y el Faro de San Telmo contribuye a realizar un repaso por las necesidades y usos que se le han otorgado a las torres vigías, con la oportunidad de realizar lanzar la mirada desde los 77 metros de altura en los que está construida hasta toda la costa de la bahía, desde Roquetas de Mar hasta Cabo de Gata.

Tras meses en obras, la Autoridad Portuaria de Almería ha culminado un laborioso proyecto de Conservación del Castillo de San Telmo y rehabilitación del Faro, con la finalidad de contribuir a la mejora del patrimonio monumental de la provincia. Las obras de acondicionamiento y restauración han respetado la fisonomía del castillo y del faro. Entre otras actuaciones, se han reparado las murallas del castillo, realizado tratamiento de cubiertas, limpieza de vegetación y reposición del piso del patio, pintura del faro y fachadas, y se ha intervenido en la acometida eléctrica para un mejor suministro del recinto.

Pese a que se abre al uso turístico, el faro de San Telmo está integrado como señal marítima gestionada por la Autoridad Portuaria de Almería. Castillo y faro están situados a más de 77 metros de altura sobre el nivel del mar, lo que le otorga vistas insuperables de la bahía y del puerto de Almería, más cuando es de noche y hay luna llena, como ayer en la jornada de presentación.

En palabras de la presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería, Trinidad Cabeo, "gracias a la rehabilitación del Castillo de San Telmo, la ciudad de Almería ha ganado un mirador privilegiado. La Autoridad Portuaria de Almería en colaboración con la Fundación Bahía Almeriport ofrece a los ciudadanos de Almería y a los turistas en general la posibilidad de realizar visitas guiadas a este magnífico enclave a partir del próximo mes de septiembre".

Según Trinidad Cabeo, "desde la Autoridad Portuaria de Almería nos dirigiremos a partir del mes de septiembre a diversas instituciones como el Ayuntamiento, las Delegaciones de Educación y de Cultura de la Junta de Andalucía y asociaciones de la Provincia para promocionar las Visitas de diferentes colectivos sociales de Almería a este nuevo mirador con vistas panorámicas sobre la Bahía y el Puerto".

Las visitas deberán ser concertadas con la fundación Almeriport, que será la entidad encargada de estudiar la viabilidad de las mismas, dadas las especiales condiciones del terreno en el que se realizan. El atractivo turístico está servido, así lo señala el presidente de la Fundación Bahía Almeriport, Diego Martínez Cano, quien no quiso perderse la ocasión única a la que también quieren invitar a partir del mes de octubre a colegios y colectivos. Además, la visita será gratuita para esos colectivos y podrá incluirse dentro de las actividades concertadas con empresas encargadas a la realización de cruceros y gestión de paquetes y rutas turísticas.

"Es un ejemplo de inversión histórica", subraya el historiador Antonio Gil Albarracín, quien señaló cómo el actual faro ha sido utilizado con distintos destinos, desde un uso defensivo al civil y pacífico que se le otorga con la llegada de la señal marítima. Se convierte así en una de las tres torres vigías que se han reutilizado como faro en la costa almeriense, al igual que el de Cabo de Gata y el Cerro de los Lobos.