Almería

Una asociación contra el ruido

  • El colectivo almeriense Juristas Contra el Ruido cree que las administraciones tienen el poder suficiente para acabar con este problema, pero en "muchos casos no se opta de la forma correcta"

Ruido, mucho ruido. Ruido de intereses, ruido de vecinos, ruido de locales, ruido de murmullos, ruido de rumores, ruido de vergüenzas, ruido de tijeras, ruido de sambenitos. Ruido, mucho ruido. ¡Gracias, Sabina! El ruido, manantial de conflictos, de enfrentamientos, de compromisos, de antagonismos. ¿Qué es el ruido? Los expertos coinciden en que "por contaminación acústica se entiende aquel nivel de ruido que puede resultar perjudicial para nuestra salud, causando a quien lo padece trastornos tanto físicos como sicológicos". Ruido, turismo y economía no terminan de encajar, faltan piezas en el puzzle, seguramente falla la aplicación de los instrumentos legales.

Además de sensibilizar a la clase política de la realidad y contundencia de este problema en nuestro país, el más ruidoso de Europa, Juristas contra el Ruido, asociación sin ánimo de lucro integrada por profesionales del Derecho sensibilizados y especializados en la temática ambiental acústica, pretende, entre otros objetivos, extender dicha sensibilización mediante los recursos legales al alcance de la ciudadanía, y la búsqueda de los medios, recursos, procedimientos y argumentos pertinentes y eficaces para alcanzar una tutela judicial efectiva contra el ruido. Julio Durán Araguás, abogado especialista en contaminación acústica y miembro de Juristas contra el Ruido con bufete en Almería capital, considera que "a las administraciones locales, autonómicas y estatal, no les faltan medios legales para acabar con esta problemática. Es una falta de sensibilidad hacia la gente que está sufriendo el ruido y una falta de buena voluntad por parte de las administraciones. Cuando acabamos en juicio contra un Ayuntamiento no es porque el Ayuntamiento carezca de medios, sino que no ha puesto lo que tenía que poner para solventar la situación". "Para muestra, un botón: si un local hace ruido y está molestando a unos vecinos, es porque el local no cumple la normativa o porque se están haciendo ruidos en horas en que no se deben hacer; es decir, son situaciones que la administración local, si quiere, puede atajarlas con la Ley en la mano, no hay más secreto al respecto. Esta es mi opinión por la experiencia que tengo. En muchos casos se ha hablado con la Administración, se han hecho escritos y la administración, el Ayuntamiento, ha puesto los medios que tenía a su alcance, pero desgraciadamente en la mayoría de los casos la Administración no actúa como creo que podría actuar". De las palabras de Julio Durán se extrae que una Administración Local puede llegar incluso a solicitar el cierre de un establecimiento que incumpla la normativa correspondiente.

Para el abogado Durán Araguás no cabe duda de que un Ayuntamiento, con la Ley en la mano, más que poder es que debe de solicitar el cierre de locales que no cumplan con la preceptiva regulación. "La Administración Local, como en muchos casos ocurre, no puede ampararse en la falta de medios o que, por ejemplo, no pueda mandar a nadie a medir. En concreto, en Andalucía tenemos el reglamento de protección contra la contaminación acústica que dice muy claramente que la Administración Local es la competente para hacer la pertinente inspección e incoar un expediente sancionador al respecto. Es la Administración Local la que tiene la obligación de actuar cuando los ciudadanos ponen en su conocimiento irregularidades o bien actuar de oficio cuando percibe que no se está cumpliendo con la norma". La pregunta inmediata es por qué los Ayuntamientos no actúan con más contundencia. "Sinceramente no le sabría decir", afirma Julio Durán, "en algunos casos que he podido ver, sobre todo de poblaciones pequeñas, algún cargo político me ha contado lo clásico, incluso antes de los tiempos de crisis: este local da de comer a muchas familias, total son dos meses, etcétera. Ponen en una balanza el derecho a la intimidad, a la inviolabilidad del domicilio, creo que en muchos casos sin conocer bien la importancia de los derechos fundamentales, y en el otro platillo de la balanza ponen que se genere negocio y por qué no decirlo claro y alto también los votos que puedan dar. Es mucho más impopular un Ayuntamiento que cierra un local". Y sin embargo, según comenta el abogado Durán Araguás, no debemos olvidar que la protección contra el ruido no se solventa sólo por el procedimiento administrativo, también por el civil y penal.

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