AUGC advierte con acciones penales si un guardia resulta herido por transportar combustible del narco sin protección

La asociación denuncia que el Instituto Armado comunicó a un agente que el riesgo era “moderado”, pero sin detallar los peligros ni las medidas preventivas

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Narcolancha incendia y petacas acumuladas en la cala del Bergantín
Narcolancha incendia y petacas acumuladas en la cala del Bergantín

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha lanzado una advertencia rotunda: si se produce algún accidente mientras los agentes manipulan y transportan combustible incautado al narcotráfico sin las debidas condiciones de seguridad, actuarán por la vía penal contra los responsables de la Guardia Civil que hayan ocultado los riesgos laborales.

Así lo ha anunciado la propia asociación a través de un hilo publicado en la red social X (antigua Twitter), en el que revela cómo un agente que trasladó su preocupación a la oficina de riesgos laborales recibió, semanas después, una escueta respuesta no del área técnica correspondiente, sino del jefe de su comandancia. En esa comunicación se reconocía que existía un “riesgo moderado”, pero sin identificar en ningún momento cuáles eran esos riesgos ni qué medidas preventivas debían adoptarse.

“Es absurdo e ilegal decirle a un trabajador que está en riesgo pero no informarle de los riesgos”, denuncia AUGC, que acusa a la Guardia Civil de actuar con una clara voluntad de ocultación. “Desde nuestro punto de vista, se pretende ocultar los riesgos al trabajador porque no están dispuestos a adoptar las medidas preventivas. Si le dicen al trabajador lo que se tiene que hacer, igual les reclama”, expone el portavoz jurídico de la asociación.

Esta nueva denuncia se produce apenas unas semanas después de que AUGC presentase un escrito formal ante la Inspección de Trabajo, revelando que agentes estaban siendo obligados a transportar combustible intervenido en operaciones contra el narcotráfico utilizando vehículos no homologados, sin sistemas de protección, sin trajes ignífugos y sin conocer los procedimientos adecuados. Unos hechos que, según pudo saber este diario, se produjeron en unidades de la provincia de Almería.

Lejos de corregirse esta situación, la respuesta institucional que recibió el agente que dio la voz de alarma ha aumentado la indignación entre los miembros de la asociación. “Tonto de mí, pensé que el Consejo solucionaría el problema”, ironiza el portavoz de AUGC en X. “Pero la Guardia Civil contesta que la respuesta la ha dado quien la tiene que dar y que es suficiente”.

AUGC insiste en que este tipo de prácticas vulnera frontalmente la legislación vigente en materia de prevención de riesgos laborales, y que la responsabilidad penal alcanzará a los mandos que hayan tenido conocimiento de estos hechos y hayan optado por el silencio o la inacción.

“De modo consciente e intencionado se está poniendo en peligro la vida de los trabajadores”, subrayan, y recalcan que no permitirán que se juegue con la salud y la vida de los guardias civiles. “Quien calla y encubre, será igualmente responsable”, advierten.

Hasta el momento, ni la Dirección General de la Guardia Civil ni el Ministerio del Interior han emitido una respuesta oficial a las denuncias de la asociación, que exige una investigación interna y la inmediata paralización de este tipo de prácticas hasta que se garantice la seguridad de los agentes.

La AUGC, que representa al mayor número de guardias civiles afiliados en España, considera que este caso no es aislado y ha reclamado una revisión integral de los protocolos de manipulación y custodia de material peligroso intervenido en operaciones policiales, en especial cuando se trata de sustancias altamente inflamables como el combustible empleado por las narcolanchas en la costa andaluza. “Estamos hablando de garrafas manipuladas en condiciones precarias y transportadas por carreteras sin ningún tipo de protección. Es un escándalo que se tolere esto en 2025”, concluyen.

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