Almería

El autobús escolar con plazas libres que no recoge a ningún niño más

  • Padres en pugna en Retamar por poder aprovechar los asientos vacíos para los hermanos

Rita García muestra la negativa de Educación a la solicitud de transporte escolar junto a otros padres y madres afectados del CEIP Torremar.

Rita García muestra la negativa de Educación a la solicitud de transporte escolar junto a otros padres y madres afectados del CEIP Torremar. / Rafa González

“No procede, por tanto, autorizar el transporte solicitado”. Es el documento que Rita García muestra en la imagen que acompaña esta información. Es una de las madres del AMPA del colegio de Retamar que, como tantos otros padres, han recibido la negativa de Educación a la petición de poder utilizar el servicio de autobuses escolares cuando más de la mitad de las plazas están vacías, lo que ha provocado que los afectados emprendan una campaña reivindicativa contra el “absurdo”, que deja a familias divididas con hermanos mayores que pueden ir en autobús y pequeños a los que los mismos padres han de llevar a sus clases.

Hace dos años la Consejería de Educación comunicó al AMPA su decisión de extinguir el transporte escolar para el CEIP Torremar, un servicio que suele prestarse a los residentes de diseminados, pero Retamar es un núcleo urbano consolidado. “Entendemos que no cumplimos este requisito. Lo que pedimos ahora no es que se prolongue en el tiempo, eso es otra discusión”, explica Rita García, como portavoz de los padres afectados.

Cuando Educación tomó la decisión de extinguir el transporte público, los autobuses eran utilizados por unos 200 alumnos. Han seguido cumpliendo sus rutas, pero solo recoge a aquellos niños que estuvieran inscritos antes sin nuevas admisiones, de tal manera que, conforme vayan terminando sus estudios en el colegio, el número de usuarios vaya reduciéndose hasta llegar a cero y a la retirada total del transporte.

El conflicto surge cuando una misma familia tiene varios hermanos y se encuentran con la paradoja de que los pequeños no pueden subirse al autobús ante la negativa de nuevas admisiones. “Algunos padres han dejado de utilizar el transporte, por lo que pierden el derecho. Lo que quieren es aburrirnos y lo que queremos nosotros es que si el servicio va a durar otros cuatro o siete años, poder aprovecharlo”.

Son, como apunta la portavoz, recursos públicos. “Ya se está pagando por el vehículo, el combustible, el conductor y el monitor”, y las plazas ocupadas en la actualidad superan por poco la veintena. No creen que suponga un coste añadido completar las plazas disponibles y, aseguran, que si lo implica, están dispuestos a asumir ese plus. “No nos van a aburrir”, advierten.

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