La bailarina Catherinne: “Oasys MiniHollywood es mi casa desde hace más de 16 años”

Georgeta Catalina Bogdan es bailarina de cancán. Nació en Vatra Dornei (Rumanía) en 1988. Realizó estudios de Bachillerato (2006) en su ciudad natal y de Técnico Especialista (2017) y Superior (2020) en Dietética y Nutrición de forma online en Granada y Sevilla. Se vino a Tabernas en el año 2008, sólo para visitar a una amiga, pero nunca más volvió a su país. Sin duda, se enamoró del desierto, de su magia y sobre todo de sus poblados cinematográficos. Está casada desde 2019, pero de momento no tiene hijos, aunque es su gran deseo ser madre algún día. Georgeta Catalina es conocida con dos apodos artísticos, en el salón de baile de Oasys MiniHollywood donde actúa como “Catherinne” y fuera de esta sala, en el poblado, como “la India”. Determinante, elegante y cautivadora, son las palabras que mejor describen a esta mujer que, con su talento y entrega, se ha ganado la admiración de sus conciudadanos almerienses y del público en general. Yo siempre he pensado que Catherinne es una de las grandes bailarinas de los poblados de Oeste de Almería, con unas capacidades físicas y de interpretación excepcionales, además de un genio artístico fuera de serie.

Pregunta.¿Qué recuerdos guardas de tu niñez en Rumanía?

Respuesta.Nací en una familia modesta y tuve una infancia normal. Mi padre era minero y mi madre trabajaba en una empresa en nuestro pueblo. Tengo dos hermanas más y un hermano, yo soy la hermana del medio. Cuando mis padres trabajaban, los cuatro nos quedábamos con mi abuela materna, que también vivía con nosotros y nos hacía todos los antojos. Como la abuela, nadie. Guardo recuerdos muy bonitos de mi niñez y de mi hogar: del bosque verde con sus frutas, del río que está al lado de mi casa, los baños del verano, de los días de invierno y de estar en la calle con los trineos… y podría seguir así un buen rato.

P.Sé que siempre te ha encantado bailar, de hecho, de pequeña ya formabas parte del grupo de bailes regionales de tu pueblo. Por favor, háblanos de este grupo y de cómo fueron tus inicios como bailarina.

R.Sí, es cierto. Siempre me ha gustado bailar y, en general, el mundo artístico. De pequeña era la artista de la familia y de mi clase. Además del baile me gustaba mucho el dibujo. Pero volviendo al asunto, en aquellos tiempos no había otro tipo de baile que no fuese el del grupo de bailes regionales de mi pueblo, y yo formaba parte de él. Aparte, por iniciativa propia, dos amigas de clase, una hermana mía y yo creamos otro grupo de baile. Éramos el grupo de baile del instituto, en el que sólo estábamos nosotras. Hacíamos coreografías con las canciones de moda que nos gustaban y las bailábamos en las galas de los fines de curso.

P.¿Dónde aprendiste a bailar? ¿Qué tipos de bailes dominas?

R.Creo que siempre se me ha dado bien el baile. Mi formación como bailarina profesional empezó aquí en España, en el año 2012, cuando decidí apuntarme a una academia para aprender técnica y mejorar como bailarina. Ahora bien, yo ya trabajaba de bailarina antes de comenzar mi formación y, la verdad, me sentía muy orgullosa de mí misma cuando sin enseñanza ninguna ni técnica, recibía diariamente las felicitaciones del público sobre mi actuación y forma de bailar. Actualmente domino varios tipos de baile, como el clásico, la danza española y el flamenco, que los he aprendido en la academia donde continúo formándome. Me gustan todos los tipos de baile y estoy abierta a nuevos retos y ritmos… que nunca se sabe. En este mundo del baile he tenido también la oportunidad de ser docente. Estuve un año dando clases de ballet clásico a niñas de 4 a 7 años, y a las mamis clases de zumba, en el Colegio La Salle Virgen del Mar de Almería, como actividades extraescolares. Disfruté mucho esta nueva faceta mía, que tuve que dejar porque no podía compaginarla con mi trabajo en Oasys MiniHollywood.

P.¿Cuándo y cómo empezó tu aventura como bailarina de cancán en Oasys MiniHollywood?

R.Mi aventura como bailarina de cancán en Oasys MiniHollywood comenzó en 2009, y fue una casualidad muy bonita. Yo vivía en Tabernas, conocía el poblado, de hecho, lo primero que visité al llegar a España fue este lugar y me fascinó. Así que un día me acerqué y dejé mi currículum, teniendo la suerte de hablar directamente con el gerente, José María Rodríguez Linde, al que recuerdo muy amable y agradable conmigo. Fue un poco difícil porque yo no dominaba bien el idioma y ahora que lo traigo a la memoria me parece muy gracioso. Me acuerdo que me preguntó qué en que quería trabajar y que yo directamente le dije que, de bailarina de cancán, lo tenía muy claro (sonríe). Y a los pocos días me llamaron para presentarme a una prueba para bailarina de cancán. Allí había unas siete chicas más. Yo estaba súper nerviosa, no por la prueba en sí, sino porque era bastante tímida y como no dominaba el español pues me daba vergüenza de que me preguntaran cosas que yo no pudiera contestar. Luego, pasados unos días, me volvieron a llamar para decirme que me habían elegido a mí, y yo súper contenta y sin idea de la aventura que iba a comenzar. Una aventura que podría decir que me cambió como persona, además de como profesional. Aún hoy en día sigo aprendiendo.

P.Ahora, en este mes de agosto,¿cómo es un día habitual de tu trabajo?

R.El mes de agosto es el mes más fuerte de todo el año con más afluencia de público. Entro a trabajar en torno a las 11:15 h y sobre las 11:30 h ya estoy en la calle caracterizada y metida en mi personaje atendiendo al público. Al atender al público me refiero a ofrecerles información sobre los horarios de los espectáculos, que es lo que más suelen preguntar, ayudarles a sentarse para ver los shows, hacerme fotografías con ellos, etc. Aparte, cuando empieza el Wéstern Show, mis compañeras y yo siempre nos encargamos de vigilar para que el público no se cruce de un edificio a otro en mitad del espectáculo y así evitar accidentes. Posteriormente, cuando este show termina, nosotras nos prepararnos para el nuestro, el baile de cancán. La preparación conlleva dos partes: la externa, lo que es preparar el salón con una adecuada iluminación, las cortinas, el ambiente musical, etc.; y la personal, digamos, el cambio de vestuario, el peinado, el maquillaje, el calentamiento... Este espectáculo lo realizamos a las 13 h. y a las 19 h., pero si hay mucha afluencia de público, hacemos un pase extra a las 12:30 h. Y a las 16:00 h realizamos el show de pistoleras, el Cowgirls Show. Después del Cancán Show llega la hora de almorzar. Al igual que todo el personal, comemos en el buffet libre Arizona. Tras la hora del almuerzo, y con las pilas cargadas llega la “peor hora” creo que para todas. Volvemos a estar en la calle con el público, repartiéndonos entre nosotras las tareas: ofreciendo información y maquillaje western para todo el público, haciendo fotos, sacando un potro al picadero para entrenarlo, porque, aunque sea agosto no hay que dejar de entrenar. Al terminar estas tareas volvemos a prepararnos para actuar de nuevo en el Cowgirls Show. Esta vez cambiamos las faldas y las plumas por los zahones y sombreros. Cuando no tenemos actuaciones estamos en la calle con las otras tareas, atendiendo al público y entrenando a los potrillos. Esa es la dinámica de un día de trabajo, excepto que no haya eventos, rodajes etc. El día de trabajo termina con el último disparo del Wéstern Show. Ahí es cuando tras el último aplauso hacia mis compañeros toca cambiarse ya la última vez por ese día y salir del personaje. Esto sucede a las 20:30 h.

P.¿Tienes algún tipo de manía o superstición antes de subirte al escenario?

R.Supersticiones no tengo, no soy una persona supersticiosa. ¡Manías! Podría ser la forma de colocarme la falda cuando me siento en el taburete al empezar el baile, que tiene que estar siempre perfecta, en una posición concreta, si no, no bailo cómoda esa parte de la coreografía. ¿Se puede llamar eso una manía?

P.Creo que sí (sonrío). ¿Cómo manejas los errores durante una actuación?

R.Puede haber algún despiste, no lo llamaría errores, pero el espectáculo de cancán es tan dinámico que se disimulan muy bien con faldas y sonrisas (sonríe).

P.¿Qué tiene de especial para ti The Yellow Rosse Saloon?

R.The Yellow Rosse Saloon es el lugar donde una niña de 20 años, apenas sin dominar el idioma, empezó una aventura que le cambió la vida. En el escenario del Yellow Rosse Saloon solté mi timidez y descubrí el maravilloso mundo del espectáculo. Es mi casa desde hace más de 16 años y el lugar donde todos los días me recargo a través de la energía, el cariño del público y las bonitas palabras que recibo tras las actuaciones que realizo.

P.¿Y los caballos? ¿Hay algún caballo que te haya marcado especialmente a lo largo de tu trabajo en Oasys MiniHollywood?

R. Los caballos son unos seres bellos con mucha fuerza y con unas miradas tan nobles que no les hacen falta palabras. Los amo. La suerte de trabajar en este lugar rodeada de caballos me ha permitido tener la oportunidad de acercarme a ellos, coger confianza y poder aprender a conocerlos, mimarlos y entrenarlos. Todos los caballos son muy hermosos y únicos, cada uno tiene su personalidad al igual que nosotros las personas. Fue muy bonito descubrir y aprender de cada uno de ellos. El caballo que me ha marcado ha sido uno al que yo le digo “mi caballo blanco, Mimado”. Con ese caballo aprendí a montar y con él cumplí mi sueño de entrar montada en un caballo blanco en mi boda, que la celebré en Oasys MiniHollywood.

P.¿Cómo describirías tu relación con tus compañeras de baile (Noelia Reina, Patricia López, Alicia Aguilar, Isabel Jiménez, Mari Callejón, Marta Benamar, etc.)?

R.La relación con todas mis compañeras es muy sana y buena. Somos un buen equipo y eso se ve en el escenario. Si no hubiera buen ambiente en las funciones se notaría. No llevo los mismos años trabajando con cada una de ellas, pero allí pasamos todos los días juntas, más horas que en nuestras casas, por lo que muchas veces bromeamos que aquello es como un “Gran Hermano”, y que para que las cosas fluyan y vayan bien lo tenemos que tener todas muy claro, que somos diferentes y que cada una de nosotras tenemos nuestra propia personalidad. Cada una aportamos “nuestro granito de arena” para que el trabajo en equipo no sea tan monótono y que resulte productivo para el grupo. Lo bonito de todo es cuando la compañera llega a ser amiga y empiezas a tener esa conexión en el escenario y fuera de él, que con una sola mirada sabes lo que te quiere decir.

P.Cuéntame algunas anécdotas interesantes (si son embarazosas, mejor) que te hayan ocurrido con, o relacionadas a tus compañeras, las bailarinas.

R.¡Anécdotas! (ríe), tenemos para escribir un libro, de hecho, siempre nos reímos y hacemos referencias a ellas. De tropiezos en el escenario, creo que todas hemos pasado por una o más caídas. Una caída muy fuerte ocurrió el año pasado, en el espectáculo de cancán. Estaba la madame haciendo la presentación y una de mis compañeras asomó la pierna por debajo del telón una vez más de la cuenta, entonces la pobre madame se tropezó y cayó a lo largo del escenario. Se hizo bastante daño, aparte de la vergüenza que debió pasar. Otra anécdota bastante rara me pasó a mí en un momento que nos hacíamos las fotografías con el público después del Cancán Show. Estábamos posando para la foto y se me acercó un espectador, me tocó la frente y me dijo que se iba a llevar mi sudor de recuerdo. En ese momento pasé vergüenza, porque no me lo esperaba. Más anécdotas graciosas que nos suceden durante el baile. Por ejemplo, cuando alguna de nosotras tira el taburete al suelo sin querer y luego intenta disimular levantándolo y poniéndolo bien para que la otra compi se pueda sentar al final de la coreografía. Otra compi que sale en la segunda coreografía con la máscara puesta, en vez de quitársela, y las demás nos reímos al verla. Muchas veces se rompen cremalleras o corchetes del vestuario y hay que seguir la coreografía aguantando el tipo, la risa y pasando un poco de vergüenza.

P.La lesión física más gorda que has tenido bailando.

R.A lo largo de los años he tenido bastantes lesiones, sobre todo contracturas que son muy comunes en mi profesión. Lo más impactante para mí fue cuando se me bloqueó el menisco izquierdo y me quedé sin poder moverme. Con suerte y con un buen fisioterapeuta me recuperé rápido. Todo pasa en esta vida (ríe).

P.¿Ser bailarina profesional requiere de mucho sacrificio?

R.No sé si llamarlo sacrificio. Sí, ser bailarina profesional, desde mi punto de vista, requiere una cierta responsabilidad. Vivo y me “alimento”, por así decirlo, gracias a mi público. Y para que el público reciba mi mejor versión, nunca he de dejar de formarme. Detrás de cualquier coreografía hay muchas horas de trabajo y esfuerzo.

P.¿Cuáles son las cosas más positivas acerca de esta profesión y las más negativas?

R.Es una profesión muy bonita, tener la oportunidad de estar encima de un escenario y poder disfrutar y transmitir al público a través de los movimientos del baile es algo increíble. Me siento muy afortunada de tener esta profesión y de hacer cada día lo que amo. Una de las cosas menos bonitas o negativas de esta ocupación o labor es la gestión de las emociones, por ejemplo, en la vida no siempre se nos presentan situaciones dichosas y es aquí cuando llega lo complicado. El público no tiene por qué notar tus emociones menos felices. El profesionalismo tiene que estar por encima de las emociones.

P.¿Cuál fue el peor momento de tu trabajo?

R.Uno muy triste y duro para mí, cuando mi querida abuela materna falleció y no pude ir a despedirme de ella. Por cierto, hablando de las cosas negativas de esta profesión, esta situación es una de ellas; tuve que sonreír y bailar con profesionalismo, cuando por dentro, mi corazón estaba llorando por mi amada abuela.

P.¿Y cuál ha sido el momento que recuerdas con más cariño de tu trayectoria en Oasys MiniHollywood?

R.El momento que recuerdo con muchísimo cariño y satisfacción es cuando vino mi familia a verme. Eso de estar bailando y ver a los míos en la primera fila no tiene precio, no sabría describir la sensación de felicidad que pude tener.

P.Además de bailarina, has participado en producciones muy diferentes a lo largo de estos años. ¿En qué películas, cortos o spots publicitarios has salido?

R.Cierto, son muchos años, en los cuales he tenido la oportunidad de participar en todo tipo de producciones como bailarina, doble de acción a caballo, figuración, figuración especial, etc. Te voy a enumerar algunos rodajes de los últimos años, ya que son muchos. El último rodaje en el que he participado ha sido en este año, en el mes de enero, como bailarina junto a mis compañeras en la producción Young Sherlock, serie de televisión dirigida por Dennie Gordon y Guy Ritchie, teniendo en el reparto a Hero Fiennes-Tiffin, Joseph Fiennes, Colín Firth... También participé en junio del año pasado en el cortometraje wéstern Agnella, dirigido por Manuel Olaya. Otro rodaje en el que intervine como bailarina fue en julio de 2023, para un spot publicitario estadounidense del antivirus CrowdStrike; no me acuerdo del nombre del director, pero si trabajé con actores como Edward J. Bentley. En 2021, actué en un spot publicitario de ropa interior para Hong Kong en el que disfruté muchísimo. Además, he actuado como doble de una modelo haciendo sus escenas de acción montada a caballo. La pena es que a día de hoy aún no he conseguido ver este spot y no sé ni quién lo dirigió. En conclusión, son muchas las productoras que eligen Oasys MiniHollywood como plató de cine para grabar sus producciones y yo me siento muy afortunada y agradecida de estar allí y de vivirlo en primera fila y de participar en algunas de ellas.

P.Hemos llegado al final y quiero darte las gracias por prestarme tu tiempo. ¿Te gustaría añadir algo más, que durante la entrevista no te haya preguntado?

R.Gracias a ti por darme la oportunidad de hablar de mi bonita profesión y de las satisfacciones del día a día que me hacen aprender a ser mejor profesional y mejor persona.