La ballena, de la playa al vertedero

La aparición de una ballena muerta en la playa de Torregarcía ha sido un hecho sorprendente. Ha sido sin duda la imagen que más ha circulado por las redes sociales durante todo el fin de semana. Incluso los turistas se desplazaban hasta el lugar para sacarse fotografías junto al cadáver, en avanzado estado de descomposición. Mientras tanto, la Asociación Equinac mantenía conversaciones con las distintas administraciones para ver cómo podían remolcar al animal hasta el puerto para cargarlo en un camión y llevarlo hasta el vertedero de Almería para darle sepultura.

Tras muchas conversaciones, la ballena fue remolcada hasta el muelle de Pechina del puerto de Almería gracias a la colaboración de Salvamento Marítimo, de la Autoridad Portuaria y del propio Ministerio de Medio Ambiente, que se han hecho cargo de la extracción del cetáceo del agua con una grúa de gran tonelaje.

El trabajo no fue tarea fácil. Ayer, a las 07:30 horas de la mañana los operarios de Tragsa iniciaban las tareas con buzos sumergidos en el agua. El mal estado en el que se encontraba el animal, en avanzado estado de descomposición, así como sus dimensiones y peso, hacían aún más compleja la tarea. Hasta en dos ocasiones intentaron la extracción, hasta que finalmente tuvieron que optar por un camión bañera para transportarla hasta el vertedero de Almería, donde ya se había excavado un gran agujero para enterrar al cetáceo.

Según explicó a Diario de Almería la coordinadora de Equinac, Eva María Morón, "lo que habitualmente se hace cuando hay varamientos de cetáceos es la incineración, pero en este caso, dadas las dimensiones de la ballena, es imposible hacerla, por lo que se ha optado por enterrarla.

Desde Equinac indican que lo más probable es que la ballena estuviera ya muerta cuando le fue seccionada la aleta. Y barajan la hipótesis, después de analizar la herida, de que haya podido ser un ferry el que al pasar cerca del animal le seccionara la cola. El mal estado en el que se encontraba el cuerpo ha hecho impedido que se le puedan practicar análisis para verificar la causa de la muerte, aunque las últimas maniobras que ha realizado la OTAN en Almería han podido contribuir al trágico desenlace, según apuntan desde Equinac. Como explicaron a este periódico, "da la casualidad de que cada vez que hay maniobras en el mar suele aparecer cetáceos muertos, pues son tareas que a estos animales marinos afectan mucho.

La ballena que ha aparecido muerta en Torregarcía es una hembra adulta, Rorcual, que medía 17 metros de longitud y más de 25 toneladas de peso. Es, según la ONG que se ha encargado de su traslado, una de las especies que más abunda en las aguas de la provincia de Almería, el segundo animal más grande del planeta después de la ballena azul.

Eva María Morón asegura que son muchas las ballenas que viven en la costa de Almería, pero que están poco estudiadas. Además, asegura que este verano incluso se avistó un tiburón cercano a la playa. Achaca al cambio climático la cambiante situación que se está viviendo y a la escasez de recursos pesqueros, que hace que los cetáceos tengan que acercarse a la orilla en busca de comida. Según las estadísticas que maneja la Asociación Equinac, en lo que va de año se han registrado en Almería 27 varamientos de cetáceos muertos y 4 de tortugas.

El hecho de que la ballena haya estado durante todo el fin de semana tirada en la orilla de la playa de Torregarcía se debe, según Morón, a que como en Almería no son habituales los varamientos de ballenas, el servicio de limpieza de playas no está preparado para afrontar una situación semejante. En este sentido, agradece a las administraciones que han colaborado en el remolcado y rescate del cetáceo asumiendo los costes. Tanto es así que precisamente hoy la ONG rinde homenaje a Salvamento Marítimo por su implicación.

La Asociación Equinac ha querido lanzar un mensaje a la sociedad, pues lo que ha ocurrido con esta ballena y con los otros cetáceos que han aparecido muertos a lo largo del año, "no es ni más ni menos que responsabilidad del ser humano, por el daño que se le está ocasionando al mar". Piden máxima sensibilidad con unos animales en peligro de extinción.