De la batalla del Ebro a la del Negratín
Los socialistas cargan contra la Diputación por intentar cambiar agua desalada por trasvasada
Siempre negativo, nunca positivo. Como ratón y gato, socialistas y populares almerienses parecen buscar la confrontación y nunca reconocerán el acierto ajeno. Sea necesaria o no una actuación, si la propone el contrario pasará a ser perniciosa para el interés de los ciudadanos. "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". La cita de Groucho Marx bien podría ser la reflexión de cabecera de los dirigentes de PSOE y PP en la provincia.
Después de años de batalla por la conveniencia o no del trasvase del Ebro, que llegó a ser eje de las campañas electorales de ambos partidos en Almería, las políticas hídricas vuelven a enfrentarlos con independencia del beneficio que sus propuestas puedan tener para los almerienses. El presidente de la Diputación Provincial y de la familia popular, Gabriel Amat, está trabajando para paliar la falta de abastecimiento de agua potable de una treintena de municipios y, entre las gestiones de los últimos meses, está la de utilizarlos hectómetros del Negratín que están recibiendo en la actualidad los regantes del Valle del Almanzora. A cambio, los usuarios van a poder utilizar en sus fincas el agua desalada procedente de la planta de Carboneras. El acuerdo, aparentemente beneficioso para acabar con la sequía de los pueblos del interior, mantiene los precios de agua trasvasada para los regantes y desalada para el abastecimiento urbano. Acabaría, después de años de incertidumbre, con las cubas de agua que llegan a diario a las localidades sin acceso a la red. Sin embargo, no contenta a los socialistas. La diputada nacional Consuelo Rumí aseguró ayer en rueda de prensa que "el presidente del PP de Almería se ha extralimitado otra vez, anunciando cambios en el reparto del agua, algo que en las Cuencas Mediterráneas es competencia directa de la Junta de Andalucía". A juicio de la dirigente socialista, "Amat, en su afán partidista y acaparador de asuntos que no son de su competencia, se reúne con Acuamed y los ayuntamientos de su partido para repartirse el agua, como si se tratase de su finca particular". La diputada reconoce que la "gran ocurrencia" del PP es algo que "ya aprobó la Junta de Andalucía en enero de 2010". El PSOE aseguró que "afortunadamente don Gabriel no pinta nada en este asunto y no podrá subir los recibos del agua de los vecinos del Levante y Almanzora".
La contestación del PP no se hizo esperar. El vicesecretario de Organización y parlamentario andaluz Miguel Ángel Castellón argumentó que "Amat ha sido el único presidente de la Diputación que está trabajando sin descanso para que todos los pueblos de la provincia tengan agua, independientemente de su color político". El dirigente popular pidió a los socialistas que expliquen por qué no funciona ninguna de las ocho plantas potabilizadoras construidas por la Junta y el motivo por el que no se garantiza el suministro a los vecinos del Almanzora. "Las infraestructuras no están para aprobarlas, hay que ejecutarlas".
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