Almería

La bicicleta que viene

  • El 43 por ciento de los almerienses está dispuesto a cambiar el coche particular por el servicio de alquiler a poner en marcha por el Consistorio

Un usuario de bicicleta observa las tareas de repintado del carril bici del parque Nicolás Salmerón mientras habla por teléfono.

Un usuario de bicicleta observa las tareas de repintado del carril bici del parque Nicolás Salmerón mientras habla por teléfono. / rafael gonzález

Las bicicletas inteligentes para alquilar, con navegador de abordo y sistema de geolocalización antirrobo, pedalean este verano el camino administrativo para salir a la calle a finales de este año, principios de 2008. Es la apuesta municipal, con 400 unidades y una importante inversión que asume el Ayuntamiento, a través de la fórmula de la concesión, frente al riesgo del fracaso que otras ciudades han sufrido y abriendo el siguiente interrogante: ¿Está Almería preparada para recibir y hacer uso de este nuevo servicio de arrendamiento de bicicletas? Según un estudio, que respalda la iniciativa municipal centrada en facilitar al almeriense un modo de transporte no contaminante, la respuesta es afirmativa. Casi la mitad de los encuestados está dispuesta a cambiar sus hábitos de movilidad, dejando incluso el coche en casa o combinando su medio de transporte habitual con la bicicleta.

El estudio, elaborado por la empresa Modo Caste SL, es una pieza esencial que le ha servido al Ayuntamiento, en concreto al área de Movimiento Vecinal, Gestión de la Vía Pública y Movilidad Urbana, para definir la memoria técnica sobre la que sustentar la licitación de este servicio, que podría llevarse a cabo al término del periodo estival. Dicho informe ha analizado los hábitos de los almerienses, en función de la edad, sexo e incluso nivel de estudios, los medios de transporte habituales, la frecuencia de uso de la bicicleta o la aceptación social que tendrían los diferentes bonos especiales planteados, entre otros factores.

Pero una de las preguntas más esclarecedoras acerca del posible éxito o fracaso de esta iniciativa es la disposición del almeriense a cambiar su transporte cotidiano por el uso del servicio de alquiler de bicicletas. El 43% está dispuesto a introducir el peladeo entre sus hábitos para ir a sus destinos, como el trabajo. Si bien no todo es de color de rosa, ya que de este porcentaje, el 30% no renunciaría por norma general a su medio habitual -lo más generalizado es el coche particular- , mostrando, eso sí, su interés a combinar ambos medios de transporte. Solo el 13% asegura que optará por la bici. Frente a estos dos sectores se sitúa la otra mitad de los encuestados, que respondieron que no estaban seguros (el 22%), o que definitivamente no cambiarían su medio de transporte por el servicio de bicicleta (28%).

Con estos resultados, con una aceptación general positiva del 43%, una negativa rotonda del 28% sumada al 22% de los indecisos, las lecturas pueden terminar por llenar el vaso o por vaciarlo.

Inclina la balanza a favor de la iniciativa municipal otro aspecto sobre el que se ha sondeado y que no deja ser cuanto menos curioso ante ese 43% proclive y que vendría ser un acicate para la puesta en marcha del servicio: la mayoría de los encuestados no tiene bicicleta en casa.

Según la investigación, el 59% de las personas que fueron sometidas a la batería de preguntas no tiene bici y los que disponen de ella, la usan mayoritariamente solo los fines de semana o algún que otro día entre semana. Entre los pocos que usan la bici todos los días para sus desplazamientos, lo hacen más por la tarde o indistintamente, siendo el menor uso solo el horario diurno.

A nadie sorprenderá que en Almería el medio de transporte más utilizado sea el vehículo particular, un dato descriptivo que se repite en cada uno de los estudios relacionados con la movilidad que se han hecho sobre el municipio y que alertan sobre el uso abusivo del almeriense del coche propio para sus desplazamientos, aun por pequeños que estos sean. Hasta para ir, como quien dice, a la vuelta de la esquina. Un 32% de las respuestas se ciñe al coche particular, un 24% suele desplazarse a pie y un 19% prefiere coger el autobús. Actualmente, solo seis de cada cien almerienses emplea como medio de transporte cotidiano la bicicleta.

De hecho, el tiempo que invierte el almeriense en desplazarse a su lugar de trabajo está comprendido, en el 51% de los casos, entre los 16 y 30 minutos, mientras que un 42% emplea menos de 15 minutos. Son pues, en muchos casos, trayectos cortos para los que podría emplearse la bicicleta, pero hay cuestiones que echan para atrás a los almerienses.

Sobre ello también abunda el estudio. Y es que, aunque la ciudad ha ganado durante el pasado año en infraestructuras ciclistas, los almerienses siguen viendo dificultades a la hora de subirse a las dos ruedas. Esencialmente, relacionadas con la seguridad.

Los encuestados expresaron su temor ante los posibles conflictos con los vehículos motorizados (53%), mientras que, en el mismo apartado sobre los principales problemas para el uso de la bicicleta, el 21% apuntó los conflictos con los peatones. El 18% considera que el principal handicap es la conversación de las infraestructuras ciclistas. De hecho, al final del estudio, se permitía apuntar observaciones y casi cuatro de cada diez (30,86%), indicaron conveniente mejorar el estado del carril bici y las conexiones del mismo.

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