De las bombas de Palomares a la búsqueda de Marta del Castillo

Cóndor Georadar ya buscó en Almería trincheras con materiales radiactivos de los años sesenta

Búsqueda de las trincheras radiactivas en Palomares realizadas por el Ciemat en colaboración con Cóndor Georadar.
Rafael Espino

25 de junio 2013 - 01:00

La tecnología al servicio de las causas humanas. En 2008, El Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) llevó a cabo lo que se llamaba el proyecto Indalo. Un trabajo de vigilancia radiológica iniciado en 2007 en la barriada de Palomares, en Cuevas del Almanzora, que desveló la ubicación subterránea de dos trincheras que pudieron contener materiales contaminados y que los investigadores atribuyeron a las labores de remediación emprendidas por EEUU en 1966 por la caída accidental de cuatro bombas atómicas en la zona.

La empresa encargada de poner la tecnología para el estudio fue la empresa Condor Georadar, que destaca por el elevado nivel de sus investigaciones (suelos contaminados, árboles singulares o edificios históricos) y por llevar adelante algunos de los sucesos e mayor relevancia que se han dado o se están dando en la actualidad en nuestro país. Es el caso de la búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo, la que se hizo en la finca cordobesa de Las Quemadillas para encontrar a los desaparecidos Ruth y José o la que se está realizando en la actualidad para encontrar el cuerpo de Publio Cordón en Francia. Hace apenas unos días, gracias al georadar se localizó el cuerpo de una joven catalana desaparecida en Sant Feliu del Llobregat. Aunque este no ha sido el único trabajo finalizado dentro de este ámbito por parte de Cóndor Georadar.

En cuanto a la fórmula de trabajo, el georadar es un escáner de estructura del terreno mediante los impulsos electromagnéticos y detecta las estructuras de diferente orden técnico, cultural, arqueológico o antropológico mediante la comparación y diferenciación de su campo dieléctrico y su conductividad, así lo explica la empresa mencionada en su página web, agregando que es el método moderno de más éxito en investigaciones del subsuelo no invasivas, sin necesidad de realizar excavaciones o algún otro tipo de intervención destructiva. No afecta al medio ambiente.

En el caso de la búsqueda de materiales radiactivos en Almería, el Ciemat detalló en su momento que la localización de las dos trincheras fue posible gracias a la inspección por georadar del subsuelo de 40 hectáreas bajo control. En principio, estas fosas contenían desde restos vegetales de cultivo que se mantuvieron en la zona hasta 2004 a herramientas. Para llevar a cabo los trabajos, se adquirieron espectros gamma in situ con detectores Fidler en más de 580 puntos y se han recogido más de 1.700 muestras inalteradas de suelo que ya han sido procesadas en las instalaciones del órgano en Palomares con el cambiador de muestras.

Hay que recordar que desde un primer momento, el Ciemat apuntó que la supervisión continua de las personas y del medio ambiente en toda la zona siempre han situado en un rango de normalidad los resultados obtenidos, por lo que no suponían ni suponen un riesgo radiológico "significativo" para las personas. Lo que queda patente es el poder de la tecnología para ponerse al servicio de distintas causas que no pueden ser aclaradas por el trabajo humano.

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