La borrasca de Año Nuevo en Almería amenaza con aguar el estreno de 2026
El interior de la provincia de Almería registrará mínimas negativas mientras el litoral mantiene la suavidad térmica
La borrasca ha llegado a Almería: 40 litros se han acumulado ya en Turre y 35 en Palomares
Almería afronta un inicio de año marcado por el frío extremo en Los Vélez y el Almanzora, con mínimas de hasta cinco grados bajo cero, mientras el Levante se prepara para recibir las lluvias más intensas el día de Año Nuevo. Esta situación se debe a la entrada de una masa de aire polar que dejará heladas severas en el interior durante la Nochevieja, para dar paso después a una borrasca atlántica. Este cambio de tiempo provocará que se pase de un sol brillante pero muy frío el día 31 de diciembre a un cielo cubierto de nubes y lluvias que entrarán por el este nada más comenzar el 2026, afectando de forma determinante a toda la geografía provincial.
La configuración del tiempo para estas jornadas responde a un movimiento de aire a gran escala que empuja el frío desde el norte de Europa hacia el sur. En Almería, esta masa de aire se notará con especial fuerza en las zonas de mayor altitud y en los valles interiores, donde el aire gélido se queda acumulado durante la madrugada. Por el contrario, la costa disfrutará de un ambiente algo más suave gracias al efecto regulador del mar, aunque el viento de poniente hará que la sensación sea plenamente invernal.
Un fin de año de sol y heladas en el interior
La jornada del 30 de diciembre será el momento de mayor estabilidad en la provincia, con cielos totalmente azules pero con un termómetro muy bajo. En municipios como María y Vélez-Blanco, los vecinos tendrán que convivir con temperaturas que bajarán de los cero grados desde que se ponga el sol, dejando un ambiente gélido para las últimas compras del año. Es un frío seco que vendrá acompañado de una visibilidad excelente, lo que permitirá ver las cumbres de las sierras con total claridad desde larga distancia.
En la capital y el Poniente, el día 31 de diciembre será agradable bajo el sol, con máximas que podrían llegar a los 17 grados en las horas centrales. Sin embargo, en cuanto llegue la noche de las uvas, el frío se apoderará de la calle, cayendo hasta los 9 grados en la ciudad de Almería y rozando el punto de congelación en puntos de la Alpujarra. Será una Nochevieja de abrigo y calefacción, donde la calma del viento en el litoral favorecerá que la despedida del año sea tranquila para quienes estén cerca del puerto.
El Valle del Almanzora vivirá una de las noches más frías de los últimos tiempos, con el riesgo de que la escarcha cubra los campos en localidades como Olula del Río y Macael. Esta situación de frío seco es la que dominará hasta las últimas horas de 2025, permitiendo que las celebraciones de Nochevieja se desarrollen sin lluvia en toda la provincia. No obstante, el aire será muy puro pero congelante, especialmente en las comarcas que limitan con las provincias de Granada y Murcia.
La borrasca de Año Nuevo y la llegada de las lluvias
El día 1 de enero el panorama cambiará por completo con la entrada de una borrasca que traerá humedad desde el Mediterráneo hacia tierra firme. Las nubes irán cubriendo el cielo desde primera hora de la mañana, haciendo que el sol desaparezca y que la temperatura máxima baje de forma muy notable. Este cambio traerá las primeras lluvias del año, que serán más probables y generosas en la mitad oriental de Almería, especialmente en municipios como Huércal-Overa y Cuevas del Almanzora, donde la probabilidad de mojarse será muy elevada.
En el Levante almeriense, el viento cambiará a componente este, lo que arrastrará nubes bajas y brumas que podrían dejar lluvias débiles pero constantes durante toda la tarde de Año Nuevo. Localidades como Vera, Garrucha y Mojácar pasarán de un fin de año soleado a un comienzo de 2026 bastante gris y pasado por agua. Este ambiente húmedo será el protagonista de la jornada, marcando un cambio de tendencia respecto a la sequía que ha predominado durante gran parte de los meses anteriores.
Para quienes miren hacia las montañas, la nieve hará acto de presencia solo en las cotas más elevadas, por encima de los 1.800 metros de altura. Esto significa que en el Calar Alto y las cumbres de Sierra Nevada se podrán ver copos, pero en los pueblos de la Alpujarra lo más seguro es que la precipitación sea en forma de lluvia. La subida de la temperatura en las capas medias de la atmósfera hará que la nieve no baje a los cascos urbanos, aunque el ambiente seguirá siendo de frío intenso.
La agricultura de la provincia también estará muy pendiente de este cambio de tiempo, especialmente en las zonas de invernaderos del Poniente. Aunque las lluvias no serán tan fuertes en El Ejido o Roquetas el día 1, la humedad tan alta puede ser un problema para los cultivos bajo plástico. Los agricultores deberán vigilar la ventilación de sus fincas para evitar enfermedades en las plantas debido a la condensación, un factor que se vuelve crítico cuando no hay sol suficiente.
Por último, la seguridad en las carreteras será fundamental durante el primer día de enero, sobre todo en la autovía A-92N y las rutas de montaña. La combinación de la humedad que trae la borrasca con las temperaturas bajo cero que aún quedarán en el asfalto puede crear placas de hielo peligrosas. Se recomienda extremar la precaución al volante, especialmente en los desplazamientos por Los Vélez y Filabres, para evitar accidentes causados por la niebla o el firme deslizante.
En conclusión, Almería despide el año con un frío polar de cielo despejado y da la bienvenida al 2026 con una borrasca que traerá agua necesaria para el campo. Los Vélez y el Almanzora se llevan la peor parte del frío, mientras que el Levante será el primero en abrir el paraguas. Es un inicio de año que recuerda la gran variedad de climas que conviven en la provincia, desde el hielo de la sierra hasta la humedad de la costa.
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