La bóveda de la Sagrada Familia techa la tradición en Las Herrerías

A principios del principio del siglo pasado, Luis Siret ingeniero y padre de la arqueología argárica, le encargó a Gaudí, el de La Sagrada Familia de Barcelona, el diseño y construcción de una iglesia en Las Herrerías, ahora barriada de Cuevas del Almanzora y entonces importante núcleo de población debido a la explotación de las minas de Sierra Almagrera. Gaudí, al parecer, le pasó a Siret un presupuesto económico bastante elevado por la iglesia. En vista de ello, Luis Siret decidió diseñarla y construirla él mismo.

La bóveda de la nave mayor es una joya arquitectónica, como lo es la imagen original de La Sagrada Familia que da nombre a la iglesia. Las limpias voces del Coro Infantil de Cuevas del Almanzora acompañan la liturgia de celebración de la festividad del Cuerpo y Sangre del Señor.

La Asociación Musical de Los Gallardos, los Cánovas Boys, interpreta el himno nacional, para posteriormente y una vez finalizada la procesión, atacar con Paquito, el chocolatero.

Jesús Caicedo, alcalde de Cuevas del Almanzora, junto a varios Concejales de la Corporación cuevana, sigue la marcha de "las fiestas de la Pedanía y se aprovecha para celebrar el Corpus. La procesión da una vuelta por toda Las Herrerías, se para en el altar y se vuelve a subir a la iglesia". En la explanada de La Sagrada Familia de Las Herrerías aguardan el regreso quienes no han bajado a las calles de la barriada que se presentan limpias como corresponde a la conmemoración.

Nos obstante, a ninguno de los presentes se le escapaba que por la tarde jugaba la Selección Española de Fútbol. Al párroco de Cuevas del Almanzora, Antonio Jesús Martín Acuyo, tampoco. En la iglesia, recordaba, pondrían pantallas gigantes para ver el partido contra Italia.

Y aprovechó el párroco para recordar que "si los jugadores de fútbol al salir al campo se santiguan, es un rito, los cristianos con más razón si cabe". Y es que una cosa no quita para la otra.

En las afueras de la iglesia los más jóvenes esperan al sol a que la ceremonia religiosa finalice. Les aguarda un domingo repleto de posibilidades, tanto en la celebración de las Primeras Comuniones que se celebran en la iglesia, como en las citas con el televisor. Las conversaciones se cruzaban entre que si Nadal, que si la Selección, que si Alonso, o sea, un acabóse hispánico. Al poco, se pone en marcha la procesión con la Custodia bajo palio. Centenares de personas se unen al desfile procesional que recorre las calles de Las Herrerías, con parada en el altar desde primeras horas de la mañana ya preparado. En ventanas y balcones cuelgan algunas banderas de España. En parte por la festividad y en parte por lo que a la tarde se avecinaba. Los niños que hicieron la Primera Comunión iban a lo suyo como buenos protagonistas de una jornada festiva a la que acudieron desde localidades vecinas.