Con buen sabor de boca en Fiñana

El rector de la UAL clausura el curso con la intención de que no sea la última vez que se celebre en esta localidad · La ponencia de clausura, impartida por el restaurador Pedro Martínez, fue un éxito

El primer vino para degustar fue un blanco espumoso.
El primer vino para degustar fue un blanco espumoso.
Francisco Maturana / Fiñana

22 de julio 2011 - 01:00

En torno a una mesa se suele hablar de todo, una reunión para comer es siempre una excusa para compartir y cada vez más, la gente utiliza estos momentos para hablar de comida, de gastronomía y en definitiva, de cultura. Esta es alguna de las conclusiones que nos deja el curso de la UAL que ayer concluyó en Fiñana: La despensa almeriense en la cocina mediterránea.

Las tres jornadas de duración que ha tenido el seminario han hecho que los más de cuarenta matriculados hayan aprendido diversos fundamentos de cocina y en algunos casos, han servido para un perfeccionamiento de otros muchos que ya venían con unas bases sentadas sobre restauración.

La última ponencia del curso, previa a la clausura realizada por el rector, Pedro Molina junto al alcalde de la localidad, Alfredo Valdivia, fue ofrecida por Pedro Martínez, un empresario de la restauración de la ciudad de Murcia y poseedor de un premio Nariz de Oro. Este galardón reconoce al mejor sumiller de España en un año, que para los menos entendidos, se trata del mejor experto en vinos que sugiere a la clientela el vino apropiado para la ocasión. Su discurso, bajo el título de: Maridaje: El arte de seducir; descubre y explica la complementación entre el líquido y el sólido, entre la bebida y la comida, y el placer que puede llegar a producir esta mezcla si respeta bien la regulación y armonía que debe tener una buena combinación de estos dos elementos.

La velada fue intensa, donde la manera tan didáctica y expresiva de explicar un tema tan complejo como es el maridaje por parte del restaurador, Pedro Martínez, no dejó indiferente a nadie.

Una vez terminada esta ponencia caracterizada por su contenido teórico, se continuó con la degustación de seis tapas con sus correspondientes vinos, momento en el que los asistentes pudieron poner en práctica lo aprendido sobre el arte del maridaje.

La satisfacción de los asistentes a este curso gastronómico ha sido total, más si cabe por la convivencia que ha representado para ellos, pues la organización del curso les ha dado alojamiento durante estos dos días y medio. Algo que se respiraba en el ambiente de este último día cargado de nostalgia.

"He echado de menos que el curso hubiera durado algo más, por lo menos otro día, me ha gustado mucho", reconoce José Antonio Rojas, uno de los asistentes. En cuanto a lo que han aprendido durante estos días, Luis Villaverde asegura que "el primer día nos pusieron a nosotros a cocinar tras darnos unas nociones, haciendo de comer de diversos modos y en cuanto a los vinos, yo no tenía ni idea de nada, pero ahora se distinguir entre tonos y aromas". Además, añade que uno de los momentos que más le ha sorprendido fue cuando pudo comprobar como "con la misma verdura, se pueden elaborar miles de platos diferentes".

La clausura, en la que estuvo presente el rector de la UAL Pedro Molina, sirvió para dar sus agradecimientos a todos miembros que habían hecho realidad la consecución de este curso tan exitoso: "espero que el curso haya producido las expectativas deseadas. Ha merecido la pena ver este ambiente tan atractivo e interesante". Por otro lado, ante la presencia del alcalde, Alfredo Valdivia, recodo ció que "me gustaría que este curso se mantuviera en posteriores ediciones y creo, si al señor alcalde le parece bien, que la sede para este curso se siga manteniendo en Fiñana para el año próximo".

Los cursos de verano de la UAL, a punto de finalizar su tercera semana, siguen cumpliendo con las expectativas. Caracterizados por su rigor y calidad, la que les proporciona el nivel de sus ponentes; están permitiendo que todos conozcamos mejor muchos de los pueblos de nuestra provincia.

stats