El burro que se dio a la fuga
El Centro Zoosanitario cuida desde el pasado 2 de mayo a un asno encontrado en el barrio de La Cañada En breve será trasladado a un paraíso para estos animales, el Refugio del Burrito
No tiene nombre. A los cuidadores del Zoosanitario no les ha dado tiempo a ponérselo. Llegó el pasado 2 de mayo y, casi con toda seguridad, se irá la semana que viene. Es un burro de unos 15 años que no posee identificación. Lo único que se sabe de su pasado parte desde que una vecina del barrio de La Cañada avisó a la Policía al ver a un asno vagar sin compañía alguna. Fue entonces cuando se avisó al complejo y fue trasladado a sus dependencias.
Y allí está. En uno de los habitáculos más grandes del centro. Lógico, es el animal de mayores dimensiones. Es dócil. Acepta los cuidados y come bien. Además, no tiene problemas de salud, por lo que eso indica estaba siendo bien cuidado. Casi con toda seguridad, el burro se escapó y el dueño no ha dado aviso porque al no tener documentación, la recuperación no iba a ser sencilla, pues ahora tiene que ser registrado en la Oficina Comarcal Agraria (OCA) del mismo barrio del que ha desaparecido y obtener los papeles necesarios, además de la obtención de un chip, para ser transportado.
Su destino será el de muchos otros burros que han sido abandonados o se han escapado en toda la geografía española. Uno de los centros más populares en el cuidado de estos animales, El Refugio del Burrito, en Fuente de la Piedra, (Málaga). Es una Asociación sin Animo de Lucro legalmente constituida en España que trabaja para la mejora de la protección de burros y mulos en este país. Su objetivo es proporcionar cuidados, protección y seguridad permanente, en cualquier lugar de España, a burros y mulos que necesiten atención a resultas de mala salud, maltrato, situación delicada, mal uso y otros casos similares, así como la prevención de la crueldad y el sufrimiento de burros y mulos.
Las gestiones para que el burro termine en un centro como este se han realizado entre el Centro Zoosanitario y la protectora almeriense Huella Roja, una de las asociaciones en defensa de los animales que más colaboradora con el centro para encontrarle nuevos alojamientos a los animales que allí llegan.
Sin embargo, este no ha sido el primer burro que ha llegado al Zoosanitario. Es el tercero, hace unos años fueron recibidos dos de golpe. Pero el asno no es el único animal 'extraño' que ha recibido atención en este complejo. Ha habido caballos, carneros, cabras, ovejas, entre 10 y 15 ponis y varios cerdos vietnamitas.
El Zoosanitario viene aumentando el número de animales que recibe, de forma muy exponencial, en los últimos años. Se debe a la mejora de sus instalaciones. Ha sido puesto en el mapa después de una importante rehabilitación con la llegada de Carlos Sánchez al área de Salud y Consumo del Consistorio. Durante 2013 fueron cerca de 1.000 las adopciones y se espera, debido al gran ritmo que existe, que este año sean bastantes más que las del curso anterior.
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