Almería

Medio siglo de cabinas telefónicas se despide de Almería

  • Telefónica retira el mes que viene las 75 que aún sobreviven en la ciudad

Un señor llama desde la cabina telefónica situada junto a la antigua plaza Circular

Un señor llama desde la cabina telefónica situada junto a la antigua plaza Circular / Javier Alonso

No es tarea de un momento obtener una instantánea de alguien llamando desde una cabina telefónica. Casi se requiere la paciencia de los fotógrafos especializados en animales salvajes, porque esta especie de herramienta de comunicación, un dinosaurio ya, está a punto de desaparecer en su totalidad. Se acaba medio siglo de cabinas. Telefónica retirará el mes que viene las apenas 75 que quedan en la ciudad. La mayoría no funciona y se encuentra en un estado deplorable sin mantenimiento alguno.

Han perdido todo su protagonismo de antaño, aquel que la convertía en principal espacio escénico de películas como la española La Cabina o, más recientemente, Última llamada. ¿Qué sería de los protagonistas de Matrix sin estos habitáculos para poder entrar y salir de la otra realidad? Desde luego, Superman deberá buscarse otros vestuarios improvisados para mudar la piel de torpe periodista, porque las cabinas de teléfonos llevan años condenadas a su desaparición.

Desde aquella primera instalada en España, en el Madrid de 1928, el despliegue por todo el país arrancaba como servicio público de primer orden, consideración aniquilada por los avances tecnológicos con móviles a los que solo les hace falta cocinar y, sobre todo, aplicaciones donde hablar es gratuito. Comodidad a coste cero, una combinación que deja a Tippi Hedren sin este lugar donde guarecerse de los endiablados pájaros de Hitchock.

 

Ocho de cada diez españoles tiene un móvil inteligente Ocho de cada diez españoles tiene un móvil inteligente

Ocho de cada diez españoles tiene un móvil inteligente / Javier Alonso

El primero de estos teléfonos públicos hacía su aparición en las calles de Almería hace 53 años, un hito entonces que se convirtió rápido en un elemento natural de la urbe dentro de esa fulminante expansión que hizo que en España hubiera unos 100.000 teléfonos públicos, contabilizando también las cabinas ubicadas en aeropuertos y hospitales. Para el recuerdo quedarán el mes que viene.

El Ayuntamiento de Almería ha contactado con la compañía para conocer sus planes ante el estado de deterioro de las cabinas, la mayoría objeto de actos vandálicos. Según ha comunicado la concejal de Servicios Municipales, Sacramento Sánchez, Telefónica procede en noviembre a la retirada de todas las cabinas que todavía forman parte del paisaje urbano y que muchos no han utilizado en su vida. Según un estudio, casi el 88% de la población, quedando en un porcentaje residual aquellos que, en el siglo pasado, empleaban casi a diario los teléfonos públicos. Míticas eran las colas que se formaban durante las noches, sobre todo, por jóvenes enamorados que apuraban hasta la última peseta para acariciarse con palabras desde la distancia. Apenas quedan unas 75.

Quedan unas 75 cabinas en la capital y en la provincia, algo más de doscientas Quedan unas 75 cabinas en la capital y en la provincia, algo más de doscientas

Quedan unas 75 cabinas en la capital y en la provincia, algo más de doscientas / Javier Alonso

Al igual que estas películas de culto, las cabinas pueden llegar a convertirse en objeto de deseo de los amantes de lo antiguo. Ninguna empresa aspirante se interesaba por la renovación del servicio y Telefónica accedió a prestarlo un año más. Vencido 2019, ya solo queda la retirada del que fuera el servicio universal de telecomunicaciones español, una prestación pública obligatoria.

En otras ciudades como Jaén, por ejemplo, las cabinas que sobrevivían han sido reconvertidas en puntos de información turística al depender su emplazamiento de los ayuntamientos. En la capital almeriense, se suprimen, a tenor de la respuesta dada por la concejal del equipo de gobierno a una pregunta plenaria formulada por el portavoz de Ciudadanos, Miguel Cazorla, quien censuraba el pasado viernes el mal estado que presentan los teléfonos públicos. Desde hace años dejaron de ser rentables y la compañía ha ido retirándolos de forma paulatina sin serle productiva su reparación.

Teléfono público destrozado, en la avenida de Cabo de Gata Teléfono público destrozado, en la avenida de Cabo de Gata

Teléfono público destrozado, en la avenida de Cabo de Gata / Javier Alonso

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