laboral

“El bar de Torrecárdenas era una mina de oro pero nos deben bastante dinero”

  • Un trabajador de la cafetería asegura que le deben siete mil euros y la deuda total del establecimiento asciende a un millón

  • "Yo hacía dos ollas grandes de comida y se gastaban. Y segundos y paella...”

José Juan, trabajador de la cafetería, en una imagen durante la pandemia.

José Juan, trabajador de la cafetería, en una imagen durante la pandemia.

"No entiendo como ha podido cerrar de esta forma la cafetería de Torrecárdenas. No me lo dejo de preguntar. Era una mina de hacer dinero y de trabajo. No se paraba”. Lo dice José Juan Torres, quien ha sido empleado de la cafetería del hospital desde hace 16 años y había trabajado solo en cocina durante los últimos 23 meses, hasta que el pasado mes de febrero entró en baja por depresión: “Me han quitado la salud. Llevo tiempo en tratamiento, pero allí me han quitado la salud”, asevera.

Y no es para menos. José Juan Torres es uno más de casi esa veintena de trabajadores que se acaba de quedar en paro después de que la cooperativa Andarax Hostelería SC haya decidido echar el cierre, “debido a su situación interna”, a una de las cafeterías con mejor fama de los hospitales.

"Aquello es un hospital y apenas se podían realizar visitas, pero ya nos debían muchísimo antes de la pandemia"

José Juan, al igual que el resto de los trabajadores, tiene ganas de contar cual era su situación, alegando que tanto Torrecárdenas como empresa “han contado su versión pero no la de los trabajadores”. El empleado contradice la versión de uno los socios: “Dice que esto ha cerrado a causa de la pandemia y por la falta de ayuda de las administraciones, pero no es cierto porque ya tenían deuda con nosotros antes de la pandemia”.

Manuel Vida, director-gerente del hospital, en la cafetería apoyando a los trabajadores tras conocerse el cierre. Manuel Vida, director-gerente del hospital, en la cafetería apoyando a los trabajadores tras conocerse el cierre.

Manuel Vida, director-gerente del hospital, en la cafetería apoyando a los trabajadores tras conocerse el cierre. / DDA (Almería)

El extrabajador de la cafetería manifiesta que ya les debían “tres pagas en 2020” (Juan, por error, precisó que fueron tres pagas en 2019, aunque rectificó asegurando que fueron en 2020"). “Es cierto que la pandemia influyó. Aquello es un hospital y apenas se podían realizar visitas, pero ya nos debían muchísimo dinero. Con la pandemia, el presidente de la cooperativa, en vez de echar a todos los empleados al ERTE y dejar a los socios en la cooperativa, ya que era su negocio, echó a la mitad de los socios al ERTE, a unos pocos empleados y al resto nos dejó allí trabajando y sin cobrar”.

El cocinero entiende que el modo de proceder de la cooperativa debería haber sido distinto: “En lugar de meter a los socios en ERTE y dejar a los empleados trabajando y sin cobrar, deberían haber hecho lo contrario. Y conforme se hubiera ido levantando el negocio, haber ido incorporando empleados poco a poco. Esto es de los socios, ellos son los que deberían haberse pegado los meses sin cobrar. Es suyo. Pero ellos cobraron todos los meses y mientras nosotros trabajando sin cobrar”.

“En lugar de meter a los socios en ERTE y dejar a los empleados trabajando y sin cobrar, deberían haber hecho lo contrario"

Según José Juan, el modo en el que recibían los pagos era el siguiente. “Nos dejaban a dejar dos meses y pico y cuando llegaba el tercer mes nos pagaban un mes”. Y claro, esto tuvo sus consecuencias en el trabajo: “A mí me han tenido solo en la cocina durante 23 meses y durante ese tiempo no quisieron meter a nadie”.

Lógicamente, Juan tiene sus cuentas hechas: “Yo he perdido entre las pagas, las vacaciones y la nómina de enero, que tengo que denunciarla para que me la pague el FOGASA, unos siete mil euros”. Y todo el sufrimiento, para esto: “Nos hemos quedado en la calle. Al final me pagarán una cantidad que no llega a los 17.000 euros. Tengo un compañero que lleva 29 años, desde que se abrió la cafetería, y le dan 24.000 euros. Y ahora a buscarnos la vida”.

Pero los empleados aseguran que la deuda que la empresa mantiene no es solo con los trabajadores. Va mucho más allá: “Según dijo el abogado de la empresa durante una reunión que mantuvimos con él, se debe un millón de euros a trabajadores, a Hacienda, a la Seguridad Social, a proveedores...”.

Las deudas del establecimiento 

Y mientras en el hospital no tenían conocimiento de la situación por la que pasaba la cafetería hasta poco tiempo antes, pues así lo asegura el propio José Juan, él comenzaba a darse cuenta de la “grave situación” por la que esta pasaba mientras trabajaba, solo, de encargado en la cocina: “A los proveedores le deben a todos. Durante mi periodo de encargado de cocina, en tiempo de ERTE, me di cuenta de todo lo que se le debía a los proveedores. Al de las patatas, al de la bollería, al de la lechuga... a todo el mundo. Era un dineral. Supongo que es difícil que lo cobren. He hablado con algunos de los proveedores y se preguntan cómo lo van a hacer”.

José Juan, trabajador de la cafetería, en una imagen durante la pandemia. José Juan, trabajador de la cafetería, en una imagen durante la pandemia.

José Juan, trabajador de la cafetería, en una imagen durante la pandemia. / DDA (Almería)

Las deudas hicieron que los proveedores cambiaran su forma de proceder: “Ya al final, los proveedores pedían la firma y el pago de los productos que llevaban a la cafetería. Si no se pagaba, no había productos. Esto antes se hacía a los cuatro o los cinco meses, pero la situación cambió cuando comenzaron las deudas”, asegura el empleado.

"Se vendía muchísimo"

José Juan se sigue preguntando cómo una cafetería con tanto éxito, ha terminado de esta forma: “Hubo un tiempo, durante la pandemia, en el que hubo poca gente, pero después aquello apretó. Empezaron a quitar restricciones y la gente comenzó a ir de nuevo. Se vendía muchísimo. Yo hacía dos ollas grandes de comida y se gastaban. Y segundos, y paella, sopa de picadillo, trabajo ha habido...”.

Futuro de los trabajadores

¿Cuál es el futuro de los trabajadores? Esa es la pregunta que se hacen todos ellos. José Juan tiene encarrilado un futuro puesto de trabajo, pero no todos corren la misma suerte. “Hay compañeros a los que les va a costar encontrar trabajo. Tenemos dos años de paro, pero el paro se acaba. A ver qué padre de familia vive con la ayuda de los 400 euros”.

Aunque el centro ya ha asegurado que se está trabajando para licitar nuevamente la gestión de la cafetería, es más que seguro que los actuales trabajadores se queden fuera de los planes futuros: “En un principio nos dijeron, tras hablar empresa y hospital, que iban a hacer todo lo posible para respetar a los empleados fijos o meternos en mantenimiento. Pero tras reunirnos con el abogado de la empresa nos comunicaron que el centro había cambiado de opinión, que sería difícil poder hacer algo en cuanto al futuro. Así que quien abra la cafetería meterá a la gente que quiera”, argumenta el trabajador”.

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