Cajamar consolida su papel clave en la vida cultural de Almería

El notable dinamismo cultural que experimenta Almería en los últimos años responde a la colaboración constante entre administraciones, colectivos artísticos y entidades privadas que han entendido la cultura como un elemento esencial del desarrollo social. Entre estas últimas destaca Cajamar, cuya implicación estable y planificada ha contribuido a dar continuidad, calidad y accesibilidad a muchos de los proyectos que hoy definen la oferta cultural de la ciudad.

La entidad cooperativa ha reforzado su presencia en el ámbito musical mediante colaboraciones de largo recorrido —como la que mantiene con la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL)— y con su apoyo firme a proyectos creativos tan representativos como Classijazz. Gracias a ello, Almería dispone de una programación que combina excelencia artística, precios asequibles, actividades pedagógicas y una creciente participación ciudadana.

Para Cajamar, el objetivo es claro y se plasma en las palabras del consejero delegado de BCC-Grupo Cajamar, Manuel Yebra: “Cajamar está apostando de una forma clara y decidida por la música clásica y la ópera, así como por otros géneros, cumpliendo con la finalidad firme de enriquecer la vida cultural almeriense”.

Desde Clasijazz, su presidente, Pablo Mazuecos, explica que “la implicación de Cajamar en la vida cultural almeriense está siendo fundamental para el desarrollo artístico de la ciudad, ya que involucra directamente a muchos artistas y profesionales de la música y las artes, además de dar apoyo a talentos de Almería que han hecho carrera fuera y en su tierra y que se sienten orgullosos de actuar y participar en proyectos de envergadura”.

La Traviata, símbolo del año cultural almeriense

Uno de los hitos de este 2025 fue la puesta en escena de La Traviata en el Auditorio Maestro Padilla. La imagen de la sala repleta —966 butacas ocupadas en cada una de las dos citas y el ensayo general— se ha convertido en uno de los recuerdos más celebrados por los espectadores. El 4 de diciembre, el ensayo general ya congregó a un público entregado; el 6 de diciembre, las entradas, agotadas días antes, confirmaban la expectación; y el 8 de diciembre, una función dirigida a directivos y profesionales de Cajamar volvió a llenar el recinto hasta la última plaza.

Más de 200 profesionales trabajaron durante un año para hacer realidad una producción que no solo aspiraba a la excelencia artística, sino también a acercar la ópera a personas de todas las edades, especialmente a las nuevas generaciones, con actividades formativas y tarifas diseñadas para facilitar el acceso del mayor número posible de asistentes.

La dirección musical estuvo a cargo de Lara Diloy y el reparto reunió a la soprano francoestadounidense Sandra Hamaoui —en su debut mundial como Violetta—, al tenor almeriense Juan de Dios Mateos como Alfredo y al barítono Àngel Òdena como Germont. Completaron el elenco Anaïs Mejías, Aurelio Puente, Ángel Rodríguez, Enrique Monteoliva, Gonzalo Ruiz y María Jesús García, junto al Coro y la Orquesta FIMA. La dirección escénica de Curro Carreres planteó una lectura contemporánea desde una perspectiva de género que exploró la hipocresía social, el estigma y las masculinidades tóxicas, inspirándose en el espíritu crítico de la novela de Dumas.

Ciclos de Conciertos Cajamar

Esta gran producción operística se integró en un tejido cultural amplio, alimentado por los conciertos de la OCAL y el Ciclo de Conciertos Cajamar, que ofrecieron una programación variada y constante durante todo el año. La actividad comenzó el 9 de febrero con el concierto del cuarteto de cuerda Mariposas en la sede de Cajamar-Las Mariposas y continuó el 23 de febrero con un recital de ópera y zarzuela en el Centro Financiero Cajamar. El 21 de marzo fue el turno de Las Cuatro Estaciones y el 27 de marzo el del Quinteto con guitarra.

En otoño, el 27 de septiembre, la programación continuó con La Caja de los Juguetes en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar. El broche de esa temporada llegó con El Retablo de Maese Pedro de Manuel de Falla, en representación los días 29 y 30 de noviembre en el Maestro Padilla, bajo la dirección musical de Michael Thomas y con las estructuras visuales creadas por Enrique Lanz en coproducción con Etcétera, el Teatro Real y el Festival Internacional de Música y Danza de Granada.

El año culminó con La Navidad a lo largo de la historia, un concierto celebrado el 14 de diciembre en la sede de Cajamar-Las Mariposas que recorrió siglos de tradición musical occidental, desde Victoria y Haendel hasta Brahms, Adam y compositores contemporáneos.

La presidenta de la Asociación Cultural Orquesta Ciudad de Almería, Mercedes Oliver, detalla que “la programación impulsada por Cajamar en colaboración con la OCAL durante el año 2025 ha destacado por su firme compromiso con la difusión de la música clásica en Almería y provincia. En total, más de 5.000 personas se han beneficiado de esta programación, consolidando la iniciativa como uno de los proyectos culturales más relevantes del calendario musical almeriense”.

Por su parte, el director titular de la OCAL, Michael Thomas, señala que “uno de los privilegios de mi posición es ver crecer a los jóvenes instrumentistas almerienses a través de su inmersión en nuestro programa y nuestros conciertos de cámara o didácticos. Es, según los expertos científicos, de un beneficio enorme para todos sus estudios escolares, no sólo los musicales, participar y formar parte de la creación de la música en todos sus géneros”. Y añade: “Por todas estas experiencias inolvidables doy y damos las gracias al apoyo incondicional de Cajamar a los jóvenes y a toda la familia OCAL”.

Jazz en el Cable Inglés

Si el otoño e invierno se han identificado con la música clásica, el verano almeriense volvió a latir al ritmo del jazz con el Ciclo de Conciertos Cajamar a la puesta de sol en el mirador del Cable Inglés. Este ciclo se ha consolidado como un referente del calendario cultural de la ciudad. En 2025 reunió a formaciones como O Sisters, Gata Brass Band, Big Bandarax, Clasijazz Sextet, Daahoud Salim Quintet o Hermeto Pascoal & Grupo, convirtiendo los atardeceres del Cable Inglés en experiencias únicas que combinan patrimonio, música y paisaje.

Como recuerda Pablo Mazuecos: “El apoyo de Cajamar a Clasijazz ha sido tanto a nivel estructural, para que pudiéramos seguir realizando la actividad que llevamos haciendo desde hace 25 años, como impulsando proyectos novedosos y de gran impacto, como el Ciclo de Conciertos en El Cable Inglés. Ha sido una verdadera innovación y ha permitido que miles de personas vieran a figuras de primer nivel internacional de forma gratuita”.

Cajamar está apostando de una forma clara y decidida por la ópera, la música clásica, el jazz y el góspel, cumpliendo con uno de sus propósitos de contribuir al desarrollo de los territorios donde está implantada, y no hay mayor evolución que enriquecer la vida cultural.