Almería

La calle Soldado Español cumple medio siglo

  • Fue inaugurada en marzo de 1973 por el gobernador militar de la provincia, general Benito Gómez Oliveros

Calle Soldado Español

Calle Soldado Español / D.A.

Las calles y las plazas son los escenarios que emplean los ayuntamientos de la provincia para homenajear a vecinos ilustres. Y a colectivos profesionales y sociales significativos. En la capital hay espacios públicos dedicados a indalianos, periodistas, arquitectos, alfareros, artesanos o matronas. Y también a los soldados. A los rasos, porque existen otras vías llamadas “Capitán”, “General” o “Sargento”.

La calle “Soldado Español” se abrió en 1973 al amparo de los nuevos inmensos bloques de los “Edificios Mediterráneo”. El Ayuntamiento bautizó esa zona de expansión de la ciudad como “Polígono Garcilaso de la Vega” pero el nombre se diluyó en la inmensidad de un barrio que adoptó la denominación de su primitiva promoción urbanística. La calzada curvilínea más al norte, que enlaza la Carrera de Los Picos con la Carretera de Ronda, se bautizó como “Soldado Español”, en recuerdo y homenaje a quienes combatieron en algún momento de la historia en una unidad del Ejército hispano. Solo en las provincias de Badajoz y de Segovia existe una calle con ese rótulo.

La de Almería cumple ahora 50 años, ya que fue inaugurada por el gobernador militar, el general de brigada y economista Benito Gómez Oliveros (1908-23/08/1981), el jueves 29 de marzo de 1973. Este alto mando, que estaba en posesión de múltiples condecoraciones, tomó posesión de su cargo en la provincia el 22 de abril de 1971 y ya permaneció vinculado a nuestra tierra durante el resto de su vida. De hecho, estableció aquí su residencia con su esposa, María del Pilar Sáinz-Bravo y Valle, disfrutó en Aguadulce de su pase a la reserva, fue fiel devoto de la Virgen del Mar y falleció en el Hospital de la Cruz Roja de la Carretera de Ronda.

La inauguración de la calle fue un acto que sirvió para ensalzar las cualidades del Ejército. Acudieron innumerables personalidades de la época y el propio general fue quien cortó la cinta roja y gualda con unas tijeras que le ofreció la señorita Loli Oliver, que apareció vestida con un traje regional. Después, la comitiva recorrió la calzada a pie mientras el alcalde, Francisco de Asís Gómez Angulo (1922-2002), explicaba los proyectos urbanísticos que convertirían la zona en un barrio de expansión de la ciudad. Allí han vivido miles de personas en los altísimos edificios “Panorama IV”, “Costa Azahar”, “Costa Brava”, “Isla de Cerdeña”, “Torresblancas 1” o “Anamur”. Entre todos suman 220 casas que se ocuparon nada más construirse, otorgando al enclave una vida comercial y social destacada.

Calle Soldado Español Calle Soldado Español

Calle Soldado Español

Se denominó así en homenaje a quienes combatieron en algún momento de la historia en una unidad del Ejército

La iglesia de Santa Teresa de Jesús

El 7 de julio de 1975 la iglesia de Santa Teresa de Jesús estrenó su emplazamiento en un local de Soldado Español en el que cabían hasta 1.500 personas. A las diez de la mañana se consagró el altar, donde se depositó la reliquia de una astilla del madero que usaba la Santa abulense como almohada y que fue donada por el Convento de San José de Ávila. El nombre elegido para el templo no fue casual, ya que el obispo Manuel Casares Hervás (1917-1990) quiso tributar un homenaje a su madre, Teresa Hervás Soto (1891-1983).

La parroquia se había creado antes. Fue por decreto del 3 de septiembre de 1973 y desde el 15 de octubre de 1974 efectuaba su labor pastoral en la capilla del Colegio de las Jesuitinas. Durante esos meses de provisionalidad, entre los feligreses de los “Edificios Mediterráneo” y el Obispado reunieron 11 millones de pesetas para dotar al espacio urbano de unas condiciones dignas. Como párroco, Casares trajo desde Vélez Rubio al sacerdote de Las Pocicas, Domingo García Rubio (1918-2004), quien había permanecido en aquel municipio desde el 27 de mayo de 1956 y antes en Garrucha y Cantoria. En la calle Soldado Español ejerció su labor hasta el 15 de octubre de 1994. El 12 de noviembre de 2000, la parroquia se trasladó a su emplazamiento definitivo, en la nueva iglesia construida junto al Parque de Oliveros.

Calle Soldado Español Calle Soldado Español

Calle Soldado Español

Las 220 viviendas que se construyeron en el llamado “Polígono Garcilaso de la Vega” se vendieron y ocuparon rápidamente

El consultorio médico y el consulado

El 1 de febrero de 1978 la calle Soldado Español vivió un acontecimiento destacado: la puesta en funcionamiento de un consultorio de la Seguridad Social. El ministerio decidió dotar a la barriada con este servicio médico debido al progresivo aumento de la población y en los locales del número 12 instaló un novedoso ambulatorio de medicina general, pediatría y ATS.

Los primeros doctores que pasaron consulta fueron Andrés Sánchez García (1923-1983), Francisco Santos Gutiérrez (1922-2001), Miguel Andren Jiménez, Francisco González Lupión, Manuel Gómez Córdoba (+2003), José Martínez Castillo, Antonio Rey Villadangos (+1995), Miguel Ángel Aguilar Trujillo y los pediatras Juan López Morales y Vicente Juan Fernández. Curiosamente, el galeno Andrés Sánchez García falleció el 22 de enero de 1983 en Sevilla, pero su misa de funeral fue en la iglesia de Santa Teresa de Almería, justo al lado del consultorio que estrenó.

Calle Soldado Español Calle Soldado Español

Calle Soldado Español

Otro espacio que llevó a la calle a la actualidad fue la apertura del consulado de Marruecos. La oficina diplomática se abrió el día de Nochebuena de 2001 en el mismo local que ocupó la iglesia. En un principio contó con el rechazo del vecindario, que se manifestó reiteradamente contra la decisión alauita de instalarse allí. Al final, se calmaron los ánimos y la oficina funcionó hasta su traslado a la Avenida del Mediterráneo.

Durante este medio siglo, en los 300 metros de longitud de la calle Soldado Español han existido o existen negocios y servicios muy diversos: el primer video club que abrió en la ciudad, una tienda de animales, la consulta privada de un psiquiatra, la administración de loterías de María de la Cruz Pérez Gutiérrez (inaugurada el 25 de marzo de 1982, se trasladó a Alcalde Muñoz y cerró en 1989), la guardería “Pantera Rosa” que luego se llamó “Globitos”, las academias “Almaryya” y “Almerimatick”, la autoescuela “Sabinal”, las tiendas “El Dedal”, la panadería de Padilla, los bares o pubs “Sarymar”, “Tapalmería”, “Bábylon” o “Mar Caspio”, la papelería de Francisca Contreras Giménez, la modista Adriana Basol, la farmacia de Joaquín Miranda Soriano y de María Luisa González Miranda, la tienda “La Mesa Festiva”, o la imprenta “Mediterráneo” de Juan Alonso.

Hoy, sobresale por su amplio espacio la empresa de seguridad fundada por el emprendedor de Gádor Juan José Díaz Balaguer, quien comenzó en 1966 distribuyendo productos para panadería y pastelería. Igualmente, existe una tienda de telefonía donde estuvo la “Boutique Avance”, un local para yoga, el pequeño estanco, la Galería del Vidrio, la tapicería de “Damasco” o “Naturgy”, “Proforma” y las asesorías de Marta Ortiz López o “Proforma”. En un local comercial alquilado también estuvo, desde el 25 de febrero de 1997, la casa de hermandad de la cofradía de Pasión, que ahora tiene su sede social en Sagunto número 12. Ésta fue inaugurada el 17 de noviembre de 2018 y bendecida por el párroco Francisco Salazar Zamora.

En definitiva, hablamos de una calle que se ha enraizado en la sociedad almeriense. Tanto, que muchos ciudadanos la conocen cariñosamente con el apodo de “Soldadito Español”, quizás recordando el pasodoble que cantaba Marujita Díaz, compuesto en 1928 por Jacinto Guerrero: “Soldadito español / soldadito valiente / la alegría del Sol / fue besarte en la frente”.

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