El toro que cambió la vida de Anna Nelubova, pintora y fotógrafa rusa

Quedó cautivada tras ver una corrida y desea vivir siempre en España para estar cerca de este mundo

Anna Nelubova posa sobre el toro de José Leal en la Plaza de Roquetas de Mar, cuya feria conocerá este año.
Anna Nelubova posa sobre el toro de José Leal en la Plaza de Roquetas de Mar, cuya feria conocerá este año.
José Manuel Quesada

30 de junio 2014 - 01:00

Nació en Moscú en 1979 y trabajó como profesora de Bellas Artes en la modalidad de vidrio. Hace siete años decidió viajar a España como una turista más para ver la obra de Salvador Dalí -su pintor preferido- y disfrutar de nuestras costas sin saber que su asistencia a una corrida de toros cambiaría toda su vida. Tras ver flamenco, comer paella y saborear un buen vino, Anna Nelubova, pintora, fotógrafa, diseñadora y modelo, quedó impactada por un espectáculo único lleno de arte, rituales y tradiciones que no entendía, pero que la cautivó y enamoró de tal manera que al volver a su país comenzó a estudiar español para aprender todo lo relacionado con el mundo taurino a través de internet.

"Los toros han cambiado mi vida. Por ellos he dejado mi carrera, trabajo, familia y amigos. Estoy en España y quiero vivir siempre aquí para pintar y fotografiar toros, estar cerca de este mundo y sentirlo profundamente". Un año después de su primera visita, Anna decidió regresar a España y lo hizo a Málaga con la única intención de ver corridas de toros, "porque no me interesaba la playa ni ninguna otra cosa". Así comenzó a hacer fotografías como un medio para estar más cerca de todo cuanto rodea una corrida y llenarse del espíritu que se respira en una plaza de toros, pero esto no era suficiente para ella y necesitaba algo más. Entonces comenzó a trasladar toros y toreros a los lienzos, aunque ha sido este año cuando se ha enfrentado por primera vez al reto de plasmar su arte empleando la técnica de la acuarela. De ella ha dejado buena muestra en la exposición que ha permanecido durante tres meses en el Museo Taurino de Roquetas de Mar con el título Toros Azules (en la primavera del mar), un nombre que le sugirió su amigo Allen Josephs, profesor y escritor americano. "Normalmente mis toros son multicolores, pero este año han sido todos azules como el color del mar".

Nelubova se considera torista más que torerista, "aunque me encanta El Cid y estoy deseando conocerle muy pronto", pero aún siente más pasión por el animal del que destaca su cuerpo y su fuerza, al que ha visto tanto en la plaza como en el campo, "en el que está más tranquilo y es como un rey de su espacio y de su tierra". No le gusta hablar del toro como un animal porque para ella es mucho más que eso. "No conozco otro que parezca tener alma y mente como él. Siempre digo a mis amigos que no puedes entender los toros con verlos una sola vez, como mínimo tienes que hacerlo cada tarde durante una semana seguida, porque son muchos factores los que pueden cambiar de un día a otro".

Anna ha conocido las plazas de Barcelona, Málaga, Madrid, Bilbao -le encanta por la arena del ruedo- y Pamplona, y este año vivirá por vez primera la Feria de Santa Ana de Roquetas de Mar. En 2013 obtuvo el segundo premio en el concurso de carteles de Las Ventas de Madrid que sirvió para ilustrar el de la Feria de Junio, un sueño hecho realidad desde que conoció la plaza hace seis años que le llena de felicidad y le ilumina su rostro al recordarlo. Esta misma semana expondrá en Pamplona una muestra pictórica sobre los encierros de San Fermín, por los que también siente una gran pasión. Anna Nelubova comparte la pintura con la fotografía, arte con el que ya obtuvo un premio en Ronda, "la plaza más bonita de España". Pronto traerá a su padre para enseñarle la pasión de un arte que ha cambiado su vida. "Los toros son espectáculo, historia, cultura y arte, y quiero estar dentro para vivirlo y entenderlo".

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