Almería

La capital pone coto a la sobrepoblación de palomas y cotorras argentinas

  • Licita el contrato de una empresa que se ocupe de realizar un censo y la captura de las aves

Trío de cotorras en una palmera de la ciudad.

Trío de cotorras en una palmera de la ciudad.

El Ayuntamiento de Almería se dispone a contratar a una empresa especializada para afrontar la sobrepoblación de palomas que registra la capital, así como la proliferación de cotorras, mediante la confección, primero, de un censo y la captura de las aves en las zonas donde se estime necesario al tratarse de especies invasoras y que pueden transmitir enfermedades zoonóticas.

La buena climatología, un entorno favorable y la disponibilidad de recursos alimenticios ilimitados han favorecido el crecimiento del número de palomas y cotorras, sobre todo argentinas, hasta el punto de que estas aves, entrañables años atrás, pueden acabar convirtiéndose en un problema de consideración. No solo por los corrosivos excrementos y molestos ruidos, sino porque constituyen una amenaza para las especies autóctonas, además de ser transmisoras de enfermedades y provocar daños, registrados en otros territorios, en los cultivos y los tendidos eléctricos, así como accidentes por la caída de nidos que, en el caso de las cotorras, son pesados.

El contrato se encuentra en fase de licitación por un importe de 96.800 euros como presupuesto base y por un periodo de dos años, que abarca los meses que restan de 2021 y se adentra a julio de 2023. Estos servicios de control de la población de fauna silvestre e invasora en el término municipal de Almería consistirán, según recogen los pliegos de condiciones, en el censado de la población de aves urbanas que puedan suponer un riesgo de transmisión de enfermedades zoonósicas (pueden transferirse a las personas), priorizando sobre las siguientes especies palomas (bravía y turca), cotorras (argentina, kramer…), así como las gaviotas, pudiendo el Ayuntamiento solicitar un estudio sobre otro tipo de animales como jabalíes o culebras.

La contratista tendrá que desarrollar un estudio sanitario de la población de palomas y cotorras y procurar la reducción del número de ejemplares hasta un nivel adecuado, según criterios de salud pública y bajo criterios de bienestar animal.

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