Las calles de la capital suenan a ritmo del acordeón de Jorge Santos
Más de ocho años son los que este músico rumano lleva afincado en Almería deleitando a cafeterías y restaurantes. Para los almerienses ya es un rostro conocido
Más de ocho años son los que Jorge Santos lleva en la capital deleitando a los almerienses con sus melodías. Y es que desde que llegó de Rumanía ha intentado ganarse la vida con su instrumento. Es músico profesional y desde que se instauró en la ciudad no ha cesado de interpretar con el acordeón.
La melodía la lleva en la sangre, y es que desde que era muy pequeño, en su país de procedencia, comenzó a recibir clases de música para formarse e instruirse en este ámbito.
Pertenece a una familia de trece hermanos de los cuales todos se dedican al mundo melódico. Interpreta por devoción pero sobre todo como afirmó Santos a Diario de Almería "tocar el acordeón me permite comer y pagar el alquiler todos los meses".
Diariamente recorre la capital con su acordeón, pero no tiene un lugar fijo para actuar, sino que cada día cambia el itinerario de su ruta. Jorge Santos ejerce su profesión de músico desde el máximo respeto posible porque como el mismo añade: "Yo toco y después espero por si alguien me quiere dar algo. En el caso de que no sea así, yo no insisto, porque no quiero molestar en ningún momento".
En los lugares donde es más fácil toparse con este artista es en las terrazas de las distintas cafeterías y bares almerienses e incluso en restaurantes como es el caso de Casa Puga.
Los dueños de los establecimiento no le pagan ninguna cantidad económica por el servicio, simplemente dejan que Jorge Santos interprete sus temas. Esta confianza se la ha ganado a pulso después de tantos años de trayectoria impecable por diversos comercios almerienses, ya que nunca ha protagonizado ni ha ocasionado ningún tipo de problema a los establecimientos donde lo ha hecho.
Él se siente muy feliz con su profesión porque como dice "me siento muy orgulloso cuando termino de tocar y la gente me aplaude'" y añade: "Me encanta el acordeón y tocar para los almerienses porque son personas muy respetuosas".
Durante un día puede recaudar alrededor de 25 euros, pero Jorge es consciente de la situación económica en la que vivimos y por ello no insiste a la hora de recibir porque sabe que hay personas que realmente no pueden hacerlo.
Denuncia que durante estos años son muchas las personas que sin tener ningún tipo de conocimiento musical interpretan en las calles y lo único que ocasionan es una molestia y como afirma Santos: "Este tipo de prácticas hacen que a los verdaderos músicos nos disminuya el prestigio, porque de esta manera los ciudadanos nos meten a todos en el mismo saco".
La música que interpreta este hombre es muy variada. Su repertorio es de lo más diverso, puesto que pude deleitar con un tango, como con vals o temas incluso más comerciales.
El acordeón no es el único instrumento que conoce, sino que también domina a la perfección otros como es el caso del piano. Antes de actuar en Almería también ha tocado en otras ciudades, pero donde es conocido su arte es en Rumania, donde su nombre y el de su familia es reconocido.
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