La capital avala el éxito del tratamiento químico utilizado contra el picudo
Medio Ambiente ya ha realizado el tratamiento preventivo en las palmeras sanas y ahora está aplicando el sistema en los ejemplares que presentan síntomas de la enfermedad, inyectando producto químico en las raíces y pulverizando sus copas
Las palmeras decoran gran parte de los espacios públicos de la ciudad. Pero desde hace unos años esta especie cuenta con un enemigo muy dañino que provoca su muerte: el picudo rojo. La lucha contra este voraz insecto ha llevado al Ayuntamiento de Almería ha poner en marcha diferentes iniciativas para su erradicación.
La última, y que ya ha tenido un gran éxito en otros municipios de la provincia, consiste en aplicar un nuevo tratamiento fitosanitario con un producto químico denominado imidacloprid en la raiz y copa de los ejemplares tanto sanos como no. Un sistema de control biológico con el que el área de Medio Ambiente se encuentra muy esperanzado de frenar tras cuatro años de lucha a este dañino insceto.
La Concejalía de Medio Ambiente comenzó en febrero a utilizar este novedoso tratamiento para intentar poner fin a la plaga del picudo rojo que en el término municipal de Almería ya ha costado desde 2005 -cuando se detectó el primer caso- la vida a más de 500 palmeras.
El tratamiento se va a aplicar en las 2.500 ejemplares que hay repartidos por el término municipal de Almería tanto las ubicadas en espacios públicos como en recintos privados, ya que "es fundamental no dejar ningún foco de infección en la capital para erradicar esta plaga", ha explicado el titular del área, Esteban Rodríguez.
Los primeros trabajos se ha desarrollado sobre las palmeras aún no han manifestado síntomas de la enfermedad del picudo rojo. Unas labores preventivas que concluyeron hace un par de semanas.
Desde el área técnica de la Concejalía de Medio Ambiente han aclarado que este nuevo tratamiento químico que consiste en inyectar en la raíz un caldo químico que se prepara con 200 centímetros cúbicos de imidacloprid en 100 litros de agua se repetirá en seis meses.
En la actualidad, y así lo han informado desde el área de Medio Ambiente, el tratamiento con imidacloprid se está llevando a cabo en aquellos ejemplares que han presentado síntomas de esta enfermedad.
En este caso, el tratamiento conlleva varias fases. Junto a la inyección en la raíz del caldo preparado con 200 centímetros cúbicos de imidacloprid en 100 litros de agua se une una pulverización del cogollo, donde se aplica un preparado del caldo con 400 centímetros cúbicos por cada 100 litros de agua.
Cabe resaltar que para acometer el tratamiento aéreo de rociado de la copa es necesario utilizar maquinaria elevadora -ver imagen- a causa de la elevada altura de las palmeras.
Esteban Rodríguez ha recordado que el Ayuntamiento de la capital ha emprendido este sistema de lucha tras comprobar sus excelentes resultados en el municipio de Vera.
"Después de la puesta en marcha de este sistema en Vera, se ha comprobado que las palmeras infectadas con picudo rojo se recuperan totalmente y las sanas no llegan a infectarse", ha puntualizado el edil.
En paralelo al tratamiento con el producto químico imidacloprid, la Concejalía de Medio Ambiente ha procedido a retirar todas las palmeras que han muerto por acción del picudo rojo.
"De esta forma será mucho más efectivo el tratamiento que se está siguiendo en la actualidad para luchar contra el picudo rojo, puesto que una vez que se han apeado todos los ejemplares ya muertos, es mucho fácil actuar sobre las palmeras sanas y también sobre las que están infectadas, pero que tiene posibilidades de recuperación", ha aclarado Esteban Rodríguez.
Los operarios de la empresa concesionaria del servicio de Parques y Jardines, Cespa, han quitado a lo largo del pasado mes de abril alrededor de 40 tocones, una cifra que en 2008 alcanzó los 120 ejemplares, según han aclarado desde el área de Medio Ambiente.
Han recordado que los últimos trabajos se ha desarrollado en el Parque Nicolás Salmerón, calle Reina Regente, Plaza Albaida, Horacio Ferrer, Plaza Infancia y en la Plaza Bendicho.
Los tocones apeados de los espacios públicos y propiedades privadas han sido enterrados en un solar de titularidad municipal que cuenta con una superficie de 5.000 metros cuadrados.
El enterramiento de los tocones de aquellas palmeras taladas es una fórmula urgente que ha emprendido el área de Medio Ambiente para evitar la propagación de este voraz insecto.
En este sentido, el edil de Medio Ambiente ha explicado que se ha adoptado esta medida debido a que desde hace varios meses "no se puede utilizar la máquina especial para triturar las palmeras" dependiente de la Delegación provincial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Junta de Andalucía.
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CONTENIDO OFRECIDO POR DIPUTACIÓN DE ALMERÍA