La causa de la muerte de un niño en un parque acuático fue ahogamiento
La autopsia descarta el corte de digestión como señalaban las primeras suposiciones
La causa de la muerte de un niño de cinco años el pasado día 7 de junio en el Parque Acuático de Vera, no fue debida a un corte de digestión como indicaron desde el mismo Parque, sino a asfixia por inmersión, es decir, ahogamiento, como así figura en el informe preliminar del Instituto de Medicina Legal. Diversas fuentes han señalado este extremo a Diario de Almería, siempre a falta de que se conozcan el resultado final de la autopsia, que, puede afirmarse, no diferirá sustancialmente del dictamen previo, a tenor de las consultas a especialistas en medicina forense efectuadas por este periódico.
En todo caso, indican, "habrá que conocer si fue 'ahogamiento seco o húmedo', la asfixia por inmersión es un 'asesino' silencioso y rápido que sólo requiere segundos para ocurrir y normalmente ocurre cuando el niño se deja desatendido o durante un lapso breve en la supervisión de un adulto". Los especialistas consultados afirman que es frecuente que la víctima vomite mientras se le efectúa respiración artificial o compresiones torácicas, de ahí que la primera impresión pudiera ser el corte de digestión. Los mismos especialistas ignoran el porqué de la dilación en el tiempo del certificado forense.
Se abre así una nueva interrogación sobre este caso en el que Servicios Sociales de la Junta de Andalucía bajo cuya tutela se encontraba el niño, el Centro de acogida de las Hermanas de la Caridad de Vera en el que residía con otras dos hermanas, y el Parque Acuático de Vera en el que falleció.
Decía la madre del niño, de Gabriel, que había recibido una llamada telefónica que le sugería "no mover el asunto, total no le vas a devolver la vida", mientras que por otra parte le ofrecían un trabajo en un almacén.
Sin embargo, una mujer, enfermera pediátrica por más señas y de nacionalidad inglesa, que aquel fatídico día se hallaba en el Parque Acuático de Vera y presenció el suceso, no ha tenido inconveniente en contar lo que ella vio. Fay Mathias, experta en cuidados infantiles, observaba cómo los socorristas del Parque, megáfono en mano, "gritaban: venid, es el último juego, venid aquí, hay regalos. Yo pensaba que era mucho mejor hacer los juegos en la zona de los niños, porque los niños tenían que pasar dos piscinas bastante profundas y es muy peligroso si están corriendo".
Fay Mathias, añade que "me gustaría que el parque Acuático aprendiera algo también, porque si dicen que todo el mundo ha hecho lo que se ha podido, es muy triste. Los niños estaban en la piscina grande y en veinte minutos no hubo con los niños ningún responsable; es triste que nadie quiera aprender nada, asumir responsabilidades".
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