Cuando los ciclistas se encuentran con la muerte en las carreteras
Un total de 11 personas que circulaban en bicicleta han muerto en los últimos seis años en la provincia
El peor año de todos fue 2015 con un total de 4 fallecidos por esta causa
El pasado domingo una conductora que dio positivo por alcohol y sustancias estupefacientes atropelló a un grupo de cicilistas en el término municipal de Oliva, en Valencia. Dos de los atropellados murieron en el acto y otro más expiró tras permanecer ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital La Fe de València, mientras que otros dos ciclistas permanecen ingresados en dos centros hospitalarios, Alzira y Dénia, ambos en la UCI estables dentro de la gravedad.
Una triste historia que ha puesto de nuevo sobre la mesa los riesgos a los que se enfrentan las personas que utilizan la bicicleta para trasladarse de un lado a otro de la ciudad, acudir al trabajo o simplemente practicar deporte en solitario o con amigos. Almería no es ajena a esta problemática aunque afortunadamente no han sido demasiados los accidentes o atropellos mortales, si bien cada vida que se pierde es una desgracia. Según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT) a Diario de Almería, 11 personas que circulaban en bicicleta han fallecido en los últimos 6 años.
En 2011 falleció una persona, dos en 2012, otra más en 2013 y dos en 2014. En 2015 hubo 4 fallecidos, 9 heridos hospitalizados y 42 heridos leves.
En 2016 hubo 64 accidentes con implicación de bicicletas, un fallecido, 12 heridos hospitalizados y 55 heridos leves.
De esos 64 accidentes, 23 (35%) ocurrieron en circunstancias de conducción nocturna. En estos casos, la escasa visibilidad de los usuarios de bicicleta por parte de los demás usuarios puedo ser la causante del accidente. En el resto de casos, el accidente se debió a alguna infracción de las normas de circulación.
Según la DGT, las lesiones más habituales son las que afectan a la cabeza, consideradas como frecuentes y muy graves; a la columna vertebral, provocadas por las caídas al asfalto; en el tórax, viéndose afectado a menos el omoplato y la clavícula se ven afectados a menudo; en la cadera y el abdomen, con fracturas del cotilo, y en los miembros inferiores, con fracturas femorales, tibia y tobillo.
Para hacerse una idea de la gravedad de estos siniestros, en 2014 los usuarios de bicicletas se vieron implicados en 6.890 accidentes en los que fallecieron 75 ciclistas (6 fallecidos más que el año anterior) y resultaron heridos hospitalizados 670 (4% más que el año anterior) y 5.887 no hospitalizados (23% más que el año anterior). El 72% de los accidentes tuvieron lugar en vías urbanas. En estas vías se produjeron el 71% del total de los heridos no hospitalizados y el 53% de los heridos hospitalizados. Sin embargo fue en las vías interurbanas donde se produjo el mayor número de fallecidos con 54.
En dicho año, el grupo de edad de 65 a 74 años fue el que presentó las cifras más elevadas de víctimas mortales en bicicleta, seguido del grupo de 35 a 44 años. En este último grupo de edad es en el que se han producido más heridos hospitalizados (20%) y no hospitalizados (21%).
En Andalucía, durante los cinco primeros meses de 2016 falleció un ciclista en accidente de circulación en carretera. Durante 2015 se registraron 9 víctimas mortales. Los accidentes mortales tuvieron en todos los casos en carreteras convencionales, registrándose diferente tipología en los mismos (salida de vía, colisión vehículo-obstáculo, alcance). Todos los accidentes mortales de circulación de 2015 y 2016 tuvieron lugar entre las 9:00 y las 21:00 horas y todas las víctimas fueron hombres.
La DGT señala por otro lado que los problemas de movilidad que sufren numerosas ciudades españolas, "está llevando desde hace algunos años, a las administraciones públicas y a distintas asociaciones a fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo".
Esta tendencia ha llevado a más de 3 millones de españoles a utilizar diariamente este medio de transporte, sobre todo en ciudad, se relaciona "con la actual conciencia de los beneficios y de las sustanciales ventajas que dicho medio de transporte aporta desde el punto de vista ambiental y social a la movilidad de las áreas urbanas". Por este motivo y ante el incremento de usuarios de la bicicleta y de su accidentalidad, la DGT dice que "hay que apelar a la responsabilidad de todos los usuarios de los distintos medios de transporte, a la hora de circular".
En este sentido, recuerdan que los ciclistas deben circular por la derecha y hacerse ver. Es obligatorio, tanto en carretera como en zona urbana, el uso de luz delantera y reflectante trasero en la bicicleta, así como el uso de una prenda reflectante cuando se circula de noche, por lo que los usuarios de bicicletas que no cumplan dichas normas pueden ser multados. Asimismo, los conductores de otros vehículos, deben, independientemente de las normas, ayudara los ciclistas a sentirse seguros en calles y carreteras.
Sin embargo, los mayores problemas están en las intersecciones, cruces y adelantamientos, "verdaderos puntos conflictivos de todos los conductores y en especial de los usuarios de bicicleta, por su vulnerabilidad".
Por este motivo, se ha puesto en marcha la estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 y las bicicletas, que tiene entre sus prioridades la protección de los usuarios más vulnerables y entre este colectivo se encuentran los ciclistas con objetivos concretos como son el promover el uso de la bicicleta como modo de desplazamiento eficiente, mejorar la capacitación y actitudes de los ciclistas y el resto de usuarios, proporcionar espacios seguros de movilidad para bicicletas y mejorar el conocimiento de los ciclistas.
Para la consecución de estas metas, la DGT lleva a cabo programas de educación para niños como usuarios de la bicicleta; campañas de comunicación para fomentar el uso de la bicicleta para desplazamientos habituales; la promoción del uso del casco entre los ciclistas, del cumplimiento de la distancia de seguridad con los ciclistas y del uso de luces y elementos reflectantes por la noche para mejorar su visibilidad; la señalización de itinerarios para la práctica de la bicicleta en determinadas carreteras convencionales de la red secundaria y la vigilancia de las condiciones de seguridad de los arcenes en las carreteras que lo requieran; la promoción del uso de la bicicleta en el ámbito urbano y el fomento de los sistemas de bicicletas púbicas; la elaboración de recomendaciones técnicas sobre el diseño seguro en la zona urbana y carreteras locales para la movilidad de los ciclistas y fomentar la construcción de carriles bici segregados, y la creación de recomendaciones técnicas sobre el diseño seguro en la zona urbana para los colectivos vulnerables, principalmente travesías y accesos a ciudades.
No obstante, los ciclistas no dejan de formar parte del tráfico, por lo que también están sujetos a una serie de obligaciones, como el resto de conductores. Al igual que la persona a bordo de un automóvil, no pueden circular con una tasa de alcohol en sangre superior a 0,5 gramos por litro, o de alcohol en aire espirado superior a 0,25 miligramos por litro y están obligados a someterse a las pruebas pertinentes. Como es lógico, tampoco pueden hacerlo bajo los efectos de estupefacientes, psicotrópicos, estimulantes u otras sustancias análogas.
No podrán circular utilizando cascos o auriculares y en el caso de que no tengan una vía especial deben ir por el arcén de su derecha, siendo su límite de velocidad de 45 kilómetros por hora, aunque podrán superarla en aquellos tramos en los que las circunstancias de la vía permitan desarrollar una velocidad superior.
Aunque pueden circular en grupo sin mantener la separación de seguridad que afecta a los automóviles, deben extremar en esta ocasión la atención, a fin de evitar alcances entre ellos. Cuando pretendan girar a la derecha o a la izquierda deberán advertirlo previamente, al igual que el resto de maniobras.
Asimismo, las bicicletas deberán estar dotadas de los elementos reflectantes que, debidamente homologados, se determinan en el Reglamento General de Vehículos (Luz de posición delantera y trasera, catadióptrico trasero, y podrán disponer de: catadióptricos en los radios de las ruedas y en los pedales). Cuando sea obligatorio el uso del alumbrado, los conductores de bicicletas llevarán, además, colocada alguna prenda reflectante que permita a los conductores y demás usuarios distinguirlos a una distancia de 150 metros, si circulan por vía interurbana.
Por último, el conductor y los ocupantes de bicicletas y ciclos en general estarán obligados a utilizar el casco de protección en las vías urbanas, interurbanas y travesías, en los términos que reglamentariamente se determine siendo obligatorio su uso por los menores de dieciséis años, y también por quienes circulen por vías interurbanas, salvo en rampas ascendentes prolongadas, o por razones médicas o en condiciones extremas de calor. Con todo, los conductores de bicicletas en competición, y los ciclistas profesionales, ya sea durante los entrenamientos o en competición, se regirán por sus propias normas.
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