Los ciclomotores están en el punto de mira de los ladrones de gasolina

Aunque el robo de piezas de ciclomotores ha existido "toda la vida", de un tiempo a esta parte "es raro el día que no llega alguien al taller" con problemas de todo tipo: rotura de asientos para sustraer el casco o la documentación, sustracción de espejos retrovisores, pastas o 'caretas', o incluso de los tapones de las ruedas. El 'despiece' de las scooters se ha convertido en todo un 'arte' que se expande por la provincia y que puede tener graves consecuencias en algunos casos, como es el robo del carburante.

Francisco Carrillo, jefe del taller Motoracc en Almería, ha llegado a atender "hasta seis casos en un mismo mes" por rotura del manguito o tubo de la gasolina en scooters. "Pegan un tirón de la goma y se la llevan en una botella". Si se detecta a tiempo, el coste de la reparación no es elevado, puede rondar entre los 10 y 20 euros por el cambio de manguito y grifo, pero "los daños personales pueden ser muy graves, hay motos que han salido ardiendo". Cuando el motorista no se da cuenta del goteo de gasolina y ésta cae sobre el tubo de escape, el calor puede llegar a inflamar el líquido hasta arder. "En verano el escape encendido puede alcanzar los 60 grados, yo he escuchado casos que han pasado en la provincia". En algunas zonas como Aguadulce y Roquetas el hurto se produce incluso dentro de párkings privados. "En algunos han puesto carteles alertando del robo de gasolina".

También conoce el caso de una cliente que presenció in situ a un 'amigo de lo ajeno' mientras robaba la gasolina de su ciclomotor "en pleno Paseo". Ella trabajaba justo enfrente del aparcamiento "pero no salió a decirle nada por miedo".

Francisco Egea, jefe de Viamoto, en la capital, añade que este tipo de hurtos "es más fácil de cometer en marcas como Piaggio, porque tienen el tubo en un sitio de fácil acceso". Por el contrario, en la mayoría de scooters "para hacer salir la gasolina por el grifo es necesario que la moto esté arrancada, ya que el líquido se bombea por compresión". No obstante, "si tienen el grifo roto es más fácil". El mecánico señala que, en su caso, "últimamente" ha notado un descenso de la clientela que llega con estos problemas.

Con frecuencia el seguro de los ciclomotores no cubre estos robos, "solo se ocupan de daños a terceros", explica Juan de Dios Alcolea, del taller de El Parador. Los expertos recomiendan supervisar el vehículo periódicamente por seguridad. Echar un vistazo a las ruedas o comprobar que el tanque de gasolina no tiene pérdidas puede evitar peligrosos accidentes.