El cigarro electrónico deja paso al 'sex shop'
Son pocos los establecimientos que han sobrevivido La modificación de la Ley Antitabaco para detallar donde se prohibirá su utilización contribuye a la crisis
El vapor simulando humo y las luces de colores más propias de una atracción de feria que de un aparato para dejar de fumar han abandonado su nebulosa legal para ser incluidas en su máxima regulación: la Ley Antitabaco.
La primera tienda especializada en estos productos en Almería fue Vapeoo, que formaba parte de una franquicia con presencia en Granada, Barcelona y Murcia entre otras ciudades. Abrió sus puertas el 15 de julio del año pasado y 365 días después es historia. En apenas un mes esta cadena de tiendas "abrió 4 o 5 establecimientos de cigarrillos electrónicos", según comentaba una dependienta de la zona.
A día de hoy, el escaparate deja ver sus tres paredes blancas tras un cartel que roba todo el protagonismo del local: se alquila. El gestor del inmueble, que se encontraba abriendo las puertas a alguien con un comercio más estable, comentaba que "han cerrado porque se han quemado casi todas". Asegura que "empezó muy fuerte un chico de Granada y alquiló aquí el primer local además de en otros sitios y en el mes de febrero ya empezamos a tener problemas con él".
El administrador del local piensa que "se han ido todos al garete porque al principio eran cuatro los que vendían y ahora encuentras los cigarros hasta en los chinos y además los están prohibiendo en todos lados".
Sin embargo, caminando por la capital es común encontrar a alguna persona disfrutando de su pipa con sabor. Antes los encontrábamos en cualquier establecimiento usándola hasta que a principio de año se aprobó la modificación de la Ley Antitabaco para detallar los lugares donde se prohibe su uso.
La novedad de este aparato es que aquellos que tenían la necesidad de nicotina podrían saciarse en cualquier sitio. Tras esta regulación no se permite el uso de este dispositivo en centros de las administraciones públicas y entidades de derecho público.
Para aquellos que por algún motivo tenían que pasar una estancia en el hospital, el cigarro electrónico aliviaba su necesidad de fumar pero ahora también está prohibido en los centros, servicios y establecimientos sanitarios, así como en los espacios al aire libre o cubiertos, en sus recintos.
En relación a los centros formativos, no se podrá fumar este cigarrillo en los espacios al aire libre, salvo en los de centros universitarios y de los exclusivamente dedicados a la formación de adultos, siempre que no sean accesos inmediatos a los edificios y aceras circundantes. Tampoco estarán permitidos en parques infantiles o zonas de juego para la infancia.
En cuanto al transporte, su uso estará restringido en cualquiera que sea público, urbano e interurbano, así como en transporte marítimo, ferroviario o aéreo. En este último caso, sin embargo, la prohibición sólo se refiere a aviones de compañías españolas o vuelos compartidos con compañías extranjeras. Tras estas restricciones ya no resulta tan beneficioso para los consumidores.
Tras estas prohibiciones ya no resulta tan beneficioso para los consumidores y por ello su consumo se está reduciendo hasta casi extinguir este tipo de establecimientos que estaban repartidos por toda la ciudad.
Son muchos los que tienen un 'pitillo electrónico' en su casa, pero pocos los que lo usan a diario, por lo que tampoco realizan gasto continuado de recambios de líquido.
La moda de vapear se está convirtiendo en historia en Almería, dejando paso a nuevos comercios de formatos novedosos o a los de toda la vida. El lugar de la pionera Vapeoo de la capital almeriense lo va a ocupar una tienda erótica cuyo dueño asegura que "las cabezas hay que despejarlas con otras cosas, no fumando".
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