Almería

El cine tiene casa

  • Sólo queda un mes de trabajos para que el Cortijo Romero se convierta en el nuevo museo de Almería dedicado al Séptimo Arte y a John Lennon · La puesta en escena es ya espectacular

No hay butacón ni palomitas, pero atravesar las puertas del Cortijo Romero es adentrarse en un mundo en el que se entremezclan la realidad y la ficción , la historia de una casa y una familia, los Balmes, con la historia de Almería y la magia del cine y de las canciones de los Beatles. Es adentrarse en el nuevo Museo de las Artes Cinematográficas y Escénicas, que se prepara para abrir sus puertas a la nueva oportunidad que se le presenta a la ciudad de reivindicar que puede seguir fascinando al Séptimo Arte.

En el barrio de Villablanca, poco queda del desvencijado Cortijo Romero, apenas un mes de trabajos para que el público pueda este verano comprobar el acertado ojo que tuvo el Ayuntamiento de Almería al adquirir esta vivienda que, en 1866, compró Miguel Balmes. El gancho turístico es perfecto. Con el declive económico de la familia Balmes, El Cortijo, también llamado la casa Santa Isabel, fue morada de grandes estrellas que por unos meses se acomodaron entre sus paredes durante el apogeo de los 60 y 70 de los rodajes del spaghetti western. Clint Eastwood o Brigitte Bardot, por ejemplo, aunque es quizás John Lennon el que más estela ha dejado en este lugar. ¿Quién puede resistirse?

De darle forma a estos personajes, a la historia de Patton, Cleopatra, Lawrence de Arabia o a los actores de acción de 800 Balas, y a la propia historia de la casa se ha encargado la empresa Lun Tus, con un proyecto de musealización que promete sorprender. Recorre el interior de la parte de la vivienda antigua, que ha sido rehabilitada con mimo, siguiendo la empresa Facto el proyecto de obras del arquitecto Ramón de Torres. Conserva suelos, escalinatas y cada pieza que ha faltado, como pasamanos, verjas o tejas, se ha reconstruido o elaborado manualmente copias exactas.

Ha retrasado mucho las obras, que comenzaron en febrero de 2007, pero ya la bienvenida a la casa la da el propio Miguel Balmes, en una pantalla que simula un cuadro colocado sobre la chimenea que aún se conserva. Es un actor tan bien caracterizado que cuesta trabajo encontrar diferencias con el la fotografía real del viejo propietario. Balmes nos relata de viva voz cómo fue la vida de su familia truncada por la Guerra Civil, habla de la Almería de posguerra e introduce al visitante en la época dorada del cine.

El recorrido continúa por la casa en otra sala donde la atención la captan hologramas de actores en movimiento y un resumen de las principales películas rodadas en Almería. Las imágenes tridimensionales continúan en una sala de proyección, que da paso a la oportunidad de situarse en un croma. Este recurso permite al visitante convertirse por un momento en el compañero de batalla de Lawrence o en otro pistolero de El Feo, el bueno y el malo, y llevarse de recuerdo a su casa la foto de aquel día en que fue, aun fugaz, una estrella. La zona dedicada al cine se completa con una exposición de fotografías de Carlos de Paz.

La planta superior de la vivienda sigue siendo igual de espectacular. La musealización aquí está especialmente dedicada a John Lennon, que participó en 1966 en el rodaje de la película Cómo gané la guerra, inspirándole esta casa y sus bucólicos jardines, la famosa canción Strawberry Fields Forever.

También el trabajo en los jardines rinden homenaje a la historia, recuperando todas las especies que en sus viajes los Balmes adquirieron. No hay fresas -no las hubo nunca- pero se han plantado hasta veinte especies distintas de rosales, algunos de ellos de una belleza singular.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios