La bomba de cobalto espera el ok de seguridad nuclear para su retirada
La maquinaria está apagada desde octubre de 2011 y todos los años pasa una inspección
Hasta la llegada de los aceleradores lineales hace dos años al Complejo Hospitalario Torrecárdenas, los tratamientos de radioterapia se realizaban con la bombas de cobalto. Una maquinaria que dejó de funcionar en octubre de 2011 y que desde entonces espera la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear para ser retirada del hospital almeriense.
Así lo ha asegurado la Delegación de Salud de la Junta en Almería que ha insistido en que sacar este aparato del centro requiere de un proceso previo aun sin finalizar. Desde el Consejo de Seguridad Nuclear han informado a Diario de Almería que efectivamente la maquinaria no funciona desde el año 2011 y que el pasado 28 de junio recibieron un informe anual de la bomba de cobalto en la que el hospital almeriense solicitaba su retirada.
No obstante en este momento la solicitud está en manos del Ministerio de Industria que es el que deberá de dar instrucciones previas al Consejo de Seguridad Nuclear. Salud también ha señalado que una vez que se retire la bomba de cobalto ubicada en la zona donde actualmente está el servicio de oncología, en el sótano del Hospital Torrecárdenas, procederán a la instalación en este espacio de todo lo necesario para realizar la braquiterapia o radioterapia interna. Una forma de tratamiento en la que se coloca una fuente de radiación dentro de su cuerpo. La braquiterapia es comúnmente usada como un tratamiento eficaz para el cáncer de cervix, próstata, mama y piel. La braquiterapia se puede utilizar sola o en combinación con otras terapias como la cirugía, la radioterapia externa y la quimioterapia.
La bomba de cobalto es una máquina de radioterapia para tratamiento de algunas enfermedades como ciertos tumores cancerígenos. El aparato consta de una fuente radiactiva introducida en un tubo de plomo dotado de una abertura lateral a la cual se ha adaptado un colimador complejo. Cuando se utiliza el aparato, la fuente radiactiva se desplaza lateralmente hasta coincidir con la abertura, lo cual permite la salida de la radiación. Las medidas de seguridad están diseñadas para que, mientras no esté en proceso un tratamiento, por ejemplo cuando se abre la puerta de la sala, en ningún momento escape radiación, pues automáticamente la fuente radiactiva se reintroduce en el tubo de plomo. La bomba de cobalto tiene una vida media relativamente pequeña, ya que en un período relativamente corto la radiación va perdiendo -gradualmente- actividad y se hace inútil. Esto no impide que el cobalto radiactivo pierda su capacidad dañina de generar radiación.
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