Madrid es el Nueva York europeo
El coleccionista de la suerte
Joaquín Sánchez reúne más de dos millones de décimos de Lotería Nacional y cupones de la ONCE clasificados por distintos criterios · El almeriense dispone de máquinas de escribir antiguas
Visitar mercadillos, rastros, intercambiar con otros coleccionistas, años y años de trabajo, recopilación, investigación... El almeriense Joaquín Sánchez lleva 50 años aproximadamente con una labor minuciosa de compilación de Lotería Nacional y de la ONCE, además de otras series como radios antiguas, máquinas de escribir, de coser...
Admite que duerme poco, que con sólo tres horas le basta, y no le afecta. Su trabajo y su afición le llevan todo el día, pero reconoce que las ganas no se pierden y que su dedicación le llevan a ser ordenado y exigente con su colección.
Cuando enseña su muestra, por distintas dependencias de su casa, explica detalles que pasan desapercibidos al ojo inexperto. Acaba de desvelar el trabajo que lleva realizando durante décadas y muchos de sus conocidos no sabían esta labor que le ocupa una parte fundamental de su vida.
Desde el siglo XIX hasta 1945, Joaquín Sánchez dispone "de un surtido billetes de Lotería Nacional" y a partir de esta fecha tiene todos los años. El coleccionista también tiene en láminas de 100 un total de 100.000 números distintos y ordenados del primero al último. Así, tiene distintas formas de clasificar los billetes.
Los cupones de la ONCE también son objetos de colección del almeriense. Conseguir todos los números cuando se imprimían los dígitos en rojo y en negro son dos de los objetivos de su compilación.
Sobre la mesa expuestos se podía ver antiguos billetes de la ONCE cuando la cifra estaba compuesta de tres números, de cuatro... Y otras clasificaciones que hace con estos billetes son por comunidades autónomas, cronológicamente...
Para conseguir los más de dos millones de décimos de Lotería Nacional y de la ONCE, el almeriense viaja a mercadillos de ciudades como Barcelona y Madrid para intercambiar y conseguir algunos de los billetes que tiene que comprar.
Sánchez quiere que su legado quede inmortalizado con una fundación que depende de las instituciones: "Sería para que lo gestionarán la Diputación Provincial o el Ayuntamiento. Quiero ceder todo el material de Lotería Nacional y la ONCE, cuando termine las colecciones, al pueblo".
El almeriense recuerda que su afición empezó con 16 años: "No tenía dinero, recogía los décimos que tiraba la gente y como me aburría, me ponía a clasificarlos".
Sánchez tiene todos los sellos desde 1950, cuenta con máquinas de escribir muy antiguas, radios, llaveros, sacacorchos (que se los ha regalado Alfonso López), relojes de bolsillo, máquinas de coser, medallas de personajes ilustres catalanes: "Soy un caso perdido. Dicen que estoy loco, pero es una locura sana. Me gustan las antigüedades y me voy comprando. Colecciono todo lo que me echen. Me relajo y pasan las horas que no te das ni cuenta".
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