El combustible del futuro ya mueve miles de coches en Almería
Más del 7 % del carburante usado en la provincia es ya de origen renovable
El delegado de Industria visita una planta de bio-diésel en Carboneras

Almería se sitúa entre las provincias andaluzas con mayor uso de biocarburantes en el transporte, con una cuota que supera el 7 % del total de carburantes consumidos, por encima de la media regional. Así lo reflejan los datos más recientes recogidos por la Junta de Andalucía, que confirman el avance de la provincia en sostenibilidad energética.
En concreto, el 7,68 % del combustible utilizado para transporte en Almería en 2023 procedía de biocarburantes, lo que sitúa a la provincia en segunda posición regional tras Cádiz. Son cifras que consolidan una tendencia creciente en el uso de combustibles alternativos y renovables en el parque móvil.
Del total de carburantes consumidos ese año, 396,9 millones de litros, más de 30 millones correspondieron a biocarburantes, especialmente biodiésel. Este avance responde tanto al esfuerzo público por incentivar el uso de fuentes limpias como al compromiso creciente de sectores como el agrícola y el logístico.
Un consumo más alto por el peso del diésel
Una de las claves de este liderazgo está en la estructura del consumo energético de la provincia. Almería tiene un peso elevado del sector agrícola, logístico y del transporte profesional, donde el gasóleo A —que contiene hasta un 7 % de biodiésel— es mayoritario. Como los biocarburantes van mezclados en los carburantes convencionales por normativa, cuanto mayor es el uso de diésel, mayor es también el porcentaje de renovables en el mix final.
Además, la presencia local de dos grandes plantas de producción de biodiésel, en Níjar y Cuevas de Almanzora, facilita la disponibilidad del producto e impulsa su distribución en la provincia. Esta infraestructura permite que buena parte del biodiésel consumido en Almería se produzca y se utilice dentro del propio territorio, reduciendo costes y mejorando la huella de carbono.
¿Son más caros los biocarburantes?
No necesariamente. Al ir mezclados con los carburantes convencionales (gasóleo o gasolina), el precio final que paga el consumidor no cambia sustancialmente. La diferencia en costes se compensa en la cadena de distribución y está regulada por directiva europea. En general, el uso de biocarburantes no encarece el repostaje de forma perceptible para el usuario. De hecho, muchas veces se repostan sin que el conductor lo sepa, porque el etiquetado E5 o B7 indica que ya hay biocombustibles presentes por defecto.
Los biocarburantes son combustibles obtenidos a partir de materia orgánica renovable, como aceites vegetales usados, residuos agrícolas o grasas animales. Su uso, combinado con carburantes fósiles tradicionales, permite reducir las emisiones de CO₂ y avanzar hacia una movilidad más limpia.
Existen principalmente dos tipos: el bioetanol, que se mezcla con gasolina, y el biodiésel, que se combina con gasóleo. Ambos están regulados por directivas europeas y objetivos nacionales. España, por ejemplo, ha fijado en un 11,5 % el porcentaje mínimo obligatorio de biocarburantes en el transporte para 2024.
En producción, Almería también sobresale. Cuenta con dos plantas activas de biodiésel que suman una capacidad de 195 kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep) al año, lo que representa el 16,6 % de toda la capacidad andaluza.
A nivel autonómico, Andalucía suma siete plantas de biodiésel, además de otras dedicadas a ETBE y HVO, alcanzando un total de 1.281,8 ktep/año. Esto sitúa a la comunidad como una de las regiones con mayor capacidad de producción de biocarburantes del sur de Europa.
Al liderazgo en producción y consumo se suma un innovador proyecto liderado por el sector pesquero de la provincia. A través de una iniciativa pionera, se están transformando plásticos extraídos del fondo marino en biodiésel, lo que permite cerrar el ciclo de residuos e integrarlos en un modelo circular y sostenible.
Este avance se produce en paralelo a la transformación del mix energético provincial tras el cierre de la central térmica de carbón de Carboneras, clausurada en 2021. Desde entonces, casi toda la energía eléctrica que se consume en Almería proviene de fuentes renovables.
En la actualidad, la provincia cuenta con 523 megavatios instalados en solar fotovoltaica, 511 en eólica y casi 37 en cogeneración. Estas cifras colocan a Almería a la vanguardia de la generación renovable dentro del sistema andaluz.
En el ámbito urbano, la provincia también avanza. Las ciudades de Almería, Roquetas de Mar y El Ejido están desarrollando sus respectivas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), exigidas por ley antes de 2025. Estas zonas limitarán el tráfico más contaminante y están llamadas a mejorar la calidad del aire.
La política ambiental provincial se completa con la conservación del medio natural. Almería cuenta con 23 espacios naturales protegidos bajo legislación nacional o autonómica, que suman más de 164.000 hectáreas. Se trata de uno de los mayores patrimonios ecológicos del territorio andaluz.
El Gobierno andaluz ha reforzado recientemente su estrategia ambiental con la aprobación del Plan Forestal Andaluz 2030 y la tramitación de una nueva Ley de Montes. Ambos instrumentos buscan adaptar la gestión forestal al nuevo escenario climático.
De cara a 2025, la Junta tiene previsto publicar nuevos datos provinciales sobre el grado de cumplimiento del objetivo del 11,5 % de biocarburantes, así como sobre la evolución de las ZBE y del consumo energético final. Todo apunta a que Almería mantendrá su posición destacada.
El reto ahora pasa por consolidar el transporte limpio, aumentar la electrificación del parque móvil y seguir desarrollando tecnologías innovadoras como el biodiésel marino o el hidrógeno renovable. Almería, por su posición, experiencia y tejido productivo, está bien situada para liderar esa transformación.
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