Una comedia poco atrevida rodada 'Entre fantasmas'

Antes que nada, decir que no hay que dejarse asustar por el título en castellano de la película, es bastante mejor de lo que éste hace presuponer. Nos encontramos ante una comedia clásica, donde el protagonista, un dentista desagradable y con poco interés en la gente, tras un accidente, recibe el don de ver a los muertos. Uno de ellos se empeña en que ayude a su viuda, de la que pronto el dentista se enamora. Se puede decir que es una versión en clave cómica de la serie de televisión Entre fantasmas.

Y la comparación televisiva no acaba ahí, ya que la dirección del guionista preferido de Steven Spielberg nada menos, no alcanza ni de lejos a este último y se queda mas bien en el terreno de las comedias de situación de la pequeña pantalla.

Ambientada en un Nueva York que sólo sale a relucir en unas estupendas transiciones, parece más un caro episodio piloto que otra cosa. Sin embargo, hay un elemento que la eleva por encima de lo esperado: su protagonista, Ricky Gervais.

Quién haya visto la serie británica The Office ya le conoce, pero para los demás hay que explicar que se trata, seguramente, del mejor cómico del momento. Especialista además en personajes antipáticos. En esta película lo borda, aunque se ve un poco limitado por la necesaria trama romántica, que se sale de su rango habitual. Acompañado por Greg Kinnear, actor que parece que siempre hace el mismo papel (y que empezó como presentador de televisión precisamente) y una correcta Tea Leoni, la película se sustenta en esas tres interpretaciones, y le basta.

Es una lástima que Me ha caído un muerto no sea más atrevida (el fantasma desnudo apunta por dónde habría querido ir el David Koepp guionista) para sacarle más partido a Gervais. Quizás se producirá la próxima vez, ya que acaba de dirigir su primera película...