Un comunista de pura cepa entre los naranjos de Antas
El político Felipe Alcaraz ofreció una conferencia sobre el intento de golpe de Estado
Además de La Conjura de los Poetas, última obra literaria de Felipe Alcaraz, en la noche del pasado jueves se confabularon en Antas un nutrido y ávido grupo de asistentes con uno de los personajes protagonistas muy a su pesar de un episodio que pudo cambiar la historia de España. El ciclo organizado por Argaria La historia desde dentro: 23 de febrero de 1981 subió a la tarima de los bajos de la oficina de Correos antusa a Luís Felipe Alcaraz, un doctor en Filología románica de ideología marxista y político antes, durante y tras la transición democrática española.
Quien en el año 1981 fue elegido secretario general del Partido Comunista de Andalucía, a fin de dar a entender ciertas claves de las circunstancias que condujeron al 23F, expresaba "que había que ajustar la democracia española al capitalismo en aquellos momentos como se ajustaron todos los países, fue la primera fase durísima del neoliberalismo. España tenía mosqueada a grupos importantes de poder y económicos que intervienen a fondo en el golpe de Estado, incluido naturalmente a Estados Unidos cuyo embajador, Terence Todman, participa activamente en reuniones de todo tipo". Alcaraz dice a los antusos que sí, que es cierto el malestar de los militares por la legalización del Partido Comunista, por ciertos giros en la composición de España, pero que la verdadera excusa del fallido golpe de Estado es otra.
En 1993, 1996 y 2000, Felipe Alcaraz es de nuevo elegido diputado nacional, también portavoz de IU en el Congreso de los Diputados. El verdadero detonante de la asonada militar, razona Alcaraz, fue el Estado de las Autonomías. Los militares, algunos militares creían que España se desgajaba, que pasaba a ser un Estado Federal. Cuenta que cuando entró Tejero en el Congreso "sentí confusión y miedo, Carrillo me dijo que 'habían tardado mucho'; por otra parte, nuestro temor también era que la extrema derecha se echara a la calle". Esperaban la salida del Rey y el Rey no salía. Algún Guardia Civil disparó a dar, así queda a la vista en los impactos de bala que aún recuerdan el hecho.
¿Qué pasó realmente? La respuesta de Felipe Alcaraz es que "se habían entrelazado tres golpes de estado hasta desembocar en el 23 F: uno inspirado por Antonio Cortina, es decir, los servicios de inteligencia; otro, el golpe a lo de Gaulle, urdido por el entonces general Armada con el Rey metido hasta las cejas que, además, deseaba alejar al presidente Suárez. Adolfo Suárez percibe estos movimientos y dimite, acto que desbarata los planes. Armada intenta reconvertir el golpe fallido por la radicalidad de Tejero y hacer una cosa intermedia entre el golpe a lo de Gaulle y el golpe militar directo con la eliminación del Congreso y otras consecuencias más duras. El Rey tarda bastante en hacer su aparición y Armada comienza negociaciones con Tejero para formar un gobierno de concentración. Tejero exige que todos los miembros de ese posible gobierno fuesen militares. Aquí es dónde se rompe todo. Entre la grabación del Rey y su salida en pantalla pasan ochenta y ocho minutos que son aprovechados por Armada para continuar las negociaciones. Era la una y media de la madrugada. El golpe había comenzado a las seis de la tarde". A estas alturas de la conferencia de Felipe Alcaraz, en Antas son las once de la noche. La charla ha despertado el interés de la audiencia, se entabla un diálogo rico en matices y aclaratorio de curiosidades.
En el XVII Congreso Federal del PCE, junio de 2005, y apoyado por el Partido Comunista andaluz, llega a un acuerdo con Francisco Frutos para presentar una lista conjunta, siendo elegido Presidente Ejecutivo. En el plano literario cuenta con varias novelas publicadas: Sobre la autodestrucción y otros efectos, Informe de una toma de partido en literatura, El sueño de la libertad, Amor, enemigo mío, Extraños centinelas, La muerte imposible y La conjura de los poetas.
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