17.995 adoquines. Ese es el número exacto de estas piedras rectangulares que bastarán para embellecer tres enclaves de la Villa de Gádor.
El Ayuntamiento ya ha transformado una de las principales calles que dan acceso a la monumental Iglesia que preside el pueblo. Se trata de la calle Pintor Díaz Molina, que ha pasado de estar asfaltada a contar con un adoquín que no sólo ha mejorado su imagen, embelleciéndola; sino que además ha incrementado la seguridad de peatones y conductores; puesto que este tipo de firme es menos deslizante cuando está mojado que el resto. Esta calle tiene una gran pendiente, por lo que la adherencia es fundamental para evitar incidentes.
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