El contenedor marrón funciona

La capital ha superado en abril la cantidad de depósitos en estos contenedores hechos en todo 2024

El marrón llega a toda Almería con estos cambios de la rutina en casa para la basura

Contenedor marrón

Llegó como un engorro a los hogares, pero el contenedor marrón, o de fracción orgánica, se está haciendo el ‘amo’ de la recogida de la basura, cosechando en este 2025 datos positivos que reflejan una evolución óptima hacia el aprovechamiento pleno de estos desechos orgánicos domiciliarios para generar compost y cerrar así el ciclo natural de los residuos. Los almerienses han depositado en los contenedores marrones durante los primeros cuatro meses una mayor cantidad de vertidos que a lo largo de todo el año pasado, cuando este nuevo sistema de contenerización fue completado por el Ayuntamiento de Almería.

Al marrón –y no al gris–, como se recordará, deben ir, en bolsas compostables, los restos de comida (fruta y verdura, cáscaras de huevo, marisco, carne y pescado); papel de cocina y servilletas, siempre que estén sucias; posos de infusiones y café; y flores, plantas y otros restos de jardinería doméstica. Todo separado convenientemente desde casa, siendo cada vez mayor implicación del ciudadano en la tarea del reciclaje, como ha destacado el concejal de Sostenibilidad Ambiental y Energética, Antonio Urdiales, con nuevos datos que revelan una curva ascendente. “Hemos pasado de 135.660 kg recogidos en 2023 a 242.160 kg en 2024, un 80% más que el año anterior”. En los dos primeros meses de 2025, los almerienses ya habían depositado en el contenedor marrón casi el 50% de todo lo que se logró en 2024. Esto es 117.000 kilogramos.

Las buenas expectativas con las que arrancaba el Ayuntamiento el año se han cumplido y ya, en abril, los almerienses han logrado superar las cifras completas de 2024: “Llevamos gestionados 257.760 kg, un 6% más que en todo 2024”, indica Urdiales.

“Estamos muy satisfechos con la respuesta de los almerienses, que mes a mes reciclan más y mejor, demostrando su compromiso con una ciudad más limpia, sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Gracias a ese esfuerzo, en nuestras calles veremos cada vez menos contenedores grises y más de reciclaje”, traslada el concejal de Sostenibilidad, quien es consciente, no obstante, que aún queda camino por recorrer a favor de una separación de residuos en los domicilios de mayor acierto, si bien la evolución, en este sentido, también es favorable.

“Las caracterizaciones realizadas a este biorresiduo también muestran –explica Urdiales– que el almeriense ha entendido y va mejorando la retirada selectiva de este residuo. En 2024 el porcentaje de materia orgánica en la muestra analizada era del 89,36% y en 2025 del 91,3%”. Sin ser una mejora significativa, sí denota que el interés del ciudadano por hacer una separación correcta. La mayor parte de impropios identificados en el contenedor marrón son envases y plásticos, así como textiles, materiales que deberían ir a otros contenedores.

“Es muy importante trabajar para que se reduzca la cantidad de residuos que van al contenedor gris y que son difícilmente reciclables”, anima el responsable. Las entradas del gris se han reducido una media de un 5% con respecto al año anterior. “Este dato puede interpretarse que va en consonancia con el aumento de la recogida de las líneas selectivas (envases, cartón y biorresiduo), aunque en estos contenedores aún encontramos muchos envases, cartón y orgánica”.

Antonio Urdiales., en la presentación del proyecto de la nueva planta

De la entrada tímida a la planta de biorresiduos y despedida del gris

La implantación del sistema de contenerización ha sido gradual en la capital almeriense. Se partía del proyecto piloto que el Ayuntamiento comenzó a desarrollar en 2022 en algunos barrios de la ciudad cuyos vecinos despuntaban en el reciclaje. Nueva Almería, Cortijo Grande y La Goleta se adelantaban, con cerca de un centenar de contenedores marrones en sus calles, a esta nueva era de la basura en la que se adentró el resto del término municipal en su totalidad el pasado año, cuando el Consistorio completaba en noviembre la distribución 560 contenedores de residuos orgánicos, adquiridos con fondos europeos, así como las charlas explicativas y de concienciación en las asociaciones vecinales. Las inversiones y mejoras continúan.

Por un lado, el Ayuntamiento está construyendo la nueva planta de biorresiduos de la capital, mediante un sistema modular que permite ampliar en el futuro las instalaciones en función de las necesidades. Adjudicada a la Unión Temporal de Empresas compuesta por Prezero España & Industrias Leblan, por un importe total de 968.135,02 euros, se espera que pueda entrar en funcionamiento a finales de este verano. El sistema aportará una compostadora compacta, cuya capacidad de tratamiento será de unas 900 toneladas al año, dando como resultado la transformación de los residuos orgánicos generados en los hogares en compost a emplear en el abonado de los jardines públicos de la ciudad, sin desdeñar la posibilidad de su aplicación a otros ámbitos, como el agrícola.

Otro paso está incluido en el nuevo contrato de la basura. Aunque la mayoría de los contenedores a renovar corresponden a otra tipología, incorpora nuevas unidades de marrón para conseguir que el contenedor gris vaya desapareciendo de las calles de Almería.

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