Almería

La costa de Almería a través de sus faros

  • La provincia tiene nueve enseñas que iluminan 200 kilómetros de litoral Recorrido que empieza en Adra y pasa por El Ejido, Roquetas y el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar

El litoral de Almería es iluminado por sus faros, un patrimonio arquitectónico que guía al viajero en su caminar por la costa de esta provincia que ofrece al turista la posibilidad de disfrutar del sol y el mar Mediterráneo en sus más de 107 playas y calas. Y es que la provincia de Almería es un mar de playas y calas. La costa almeriense abarca una extensión de 217 kilómetros repartidos en 13 municipios divididos en tres comarcas: Levante, Centro y Poniente. Desde Pulpí, en el límite con la provincia murciana hasta Adra, que limita con la provincia de Granada.

En estas líneas se plantea al lector un recorrido por los faros que iluminan el litoral de Almería. Una ruta de 200 kilómetros en la que también se topará el turista con torres vigías, unas fortalezas construidas siglos atrás con el fin de salvaguardar las poblaciones de pescadores del ataque de los berberiscos y piratas. Tres de estas señales marítimas, las de Cabo de Gata, Mesa Roldán y Roquetas, cumplen en 2013 su 150 aniversario.

Para descubrir de primera mano las maravillas arquitectónicas que salpican con sus destellos la costa de Almería, el recorrido comienza en Adra. El actual faro de Adra se inauguró en 1.985, siendo el tercero que se ha ubicado en esta zona, ya que el primero fue hundido por el mar y el segundo quedó demasiado bajo, camuflado entre las casas de la población.

Este faro de 26 metros, pintada a franjas blancas y rojas se encuentra en la playa de Poniente. Además de este faro, el municipio de Adra presume de la torre-vigía de Guainos, del siglo XIII, de varios torreones del XV y de la decimonónica torre de los Perdigones.

Continuando el viaje por el litoral el turista hará parada en la zona ejidense de Guardias Viejas. Aquí se levanta el faro de Punta de Baños, que se inauguró el 13 de julio de 1.991, para balizar una zona de especial peligrosidad para los navegantes, que incluye el bajo llamado Culo Perro. Su diseño moderno, parecido a una palanca de saltos, le da un aspecto poco habitual para un faro.

La ruta lleva ahora al faro del Sabinal que se encuentra entre Almerimar (El Ejido) y la localidad de Roquetas de Mar. Una edificación interesante que está inmersa en el paraje natural Punta Entinas-Sabinar.

El actual faro de Sabinal se inauguró en 1926, 500 metros más a tierra que el anterior, que fue hundido por el avance del mar. Situado en una zona muy llana, en la que se han producido numerosos naufragios, su torre de 32 metros es la más alta de los faros almerienses.

Ya en Roquetas está el faro inaugurado el 31 de diciembre de 1.863. La prolongación del puerto le fue dejando en una situación incómoda para los navegantes, por lo que en el 1.945 fue apagado y sustituido por una luz de puerto. El edificio se restauró y, actualmente, el Ayuntamiento de Roquetas lo utiliza como sala de exposiciones.

El turista da el salto a la capital donde visitar el faro de San Telmo. Éste se inauguró en 1.976, sobre el castillo del mismo nombre, del siglo XVIII. Su situación en un escarpado risco, a la entrada sur de la ciudad de Almería le hacen ser un privilegiado mirador sobre la bahía y la ciudad.

En la capital también se encuentra el faro del puerto que data de 1.925. Éste, situado en el espigón de Poniente del Puerto de Almería, cuenta con una torre hexagonal con adornos de azulejos que le hacen ser uno de los más originales de Andalucía.

Desde la capital y dirección al Levante almeriense el viajero debe visitar Cabo de Gata que dispone de un faro que se inauguró el 30 de abril de 1.863, lo que le confiere ser el faro más antiguo de Almería. Está construido sobre el antiguo fuerte de San Francisco de Paula, en una privilegiada situación, dentro del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Su situación en la esquina sureste de la península, le hace ser imprescindible en el acercamiento de buques al estrecho de Gibraltar.

Otro de los faros más llamativos del litoral de Almería es el faro de La Polacra que comenzó a funcionar el 9 de septiembre de 1.991. La luz del faro está colocada sobre una torre vigía del siglo XVIII, siendo el último faro que se ha inaugurado en la provincia de Almería. Su enorme altura focal sobre el nivel del mar, de 281 metros, le hace ser el faro más alto de España y del Mediterráneo.

El recorrido lleva al turista hasta el Faro de Mesa Roldán en Carboneras, que se inauguró el 31 de diciembre de 1.863 y se erige sobre una meseta a 200 metros sobre el nivel del mar dentro de los límites del Parque Natural Cabo de Gata- Níjar. Su espectacular altura le hace ser el faro habitado más alto de la península Ibérica y de todo el Mediterráneo. Actualmente, en su interior se encuentra un pequeño museo que expone la colección particular de su farero, Mario Sanz. Para visitar este museo es necesario solicitar permiso a la Autoridad Portuaria de Almería o contactar con su farero.

El último faro de Almería incluido en este recorrido, del que se extrae el faro de Isla Alborán, de difícil acceso al encontrarse en la isla que lleva su nombre entre la península y la costa africana, es el de Garrucha.

Este faro fue inaugurado en 1.881, aprovechando el equipo del vecino faro de Villaricos, que había sido apagado poco antes. Es un faro que ha quedado envuelto por el pueblo y la corta altura de su torre le hace ser cada vez menos visible desde el mar. Actualmente, en sus instalaciones se encuentra la Capitanía Marítima de Garrucha.

Todos estos datos sobre los faros almerienses se recogen en un libro titulado Lo demás es oscuridad cuyos autores son Mario Sanz y Pilar Quirosa-Cheyrouze. Un libro de 358 páginas que rinde homenaje a los faros de Almería.

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