Con cremas y sin vello, más bellos
La cosmética masculina y los cuidados corporales para hombre han aumentado considerablemente en los últimos años · Gimnasios, perfumerías, depilación y revistas, cada vez con más clientela
Loli Vázquez camina junto a su marido, veterano periodista, con algo de prisa. Esquivando el polen de la primavera, le mira a los ojos. Luego lanza, contundente, la afirmación. "Claro que apoyo el que los hombres se cuiden". Le mira. "A él no le hace falta". Los dos siguen su camino por Obispo Orberá. La calle está llena de gente. Es lo que pasa durante las mañanas de miércoles. Las tiendas abiertas, las prisas, el móvil. Chaquetas y corbatas que compiten con vaquero y camisa. Apurado perfecto en el afeitado y pelo cuidadosamente colocado. Muchos hombres se han apuntado a la moda del cuidado corporal. Algunos a base de cremas hidratantes, las de toda la vida, y un pase de antiojeras y colirio. Otros, más sofisticados, acuden demandando consejo a tiendas o tiendas especializadas.
Es el caso de la perfumería Charlie, donde trabaja María Dolores Muro. "Los hombres de hoy en día se cuidan mucho, y aquí vienen desde los que quieren un contorno de ojos, un limpiador o una mascarilla hasta los que sólo piden asesoramiento". La edad a la que comienzan a preocuparse por su aspecto suele ser los 30 años. Los más jóvenes compran su perfume favorito. Una de las tendencias más arraigadas, la que dice que el hombre que se cuida es metrosexual, carece de significado para ella. La apariencia es de chicos normales, de pie de calle. "Preguntan, nos piden consejos sobre qué tratamiento les irá mejor". Y no cuentan con reparo alguno en pasar por caja. "Gastan lo mismo que las mujeres, o un poquito menos quizás, ahora también ha aumentado el uso de peeling o mascarillas".
Tienen la información al alcance de la mano. A unos euros en los quioscos. Mari Cruz Herrero, que regenta uno de estos establecimientos en la plaza Marqués de Heredia los detecta a golpe de vista. Aunque las cosas se están poniendo complicadas. "Ya casi todos los hombres se cuidan". "Las publicaciones que compran son especializadas en cosmética masculina, o métodos de entrenamiento y la manera de cuidar su cuerpo", aclara.
El cuidarse no es sinónimo de metrosexualidad. Ya se está convirtiendo en algo habitual. A ellos les gusta verse bien en el espejo. Además, la hidratante, mascarilla y champú especializado no entiende de modas ni tendencias a la hora de vestir. Carmen Clarez Mata, dependienta de la tienda 400 Gallinas, afirma que los complementos masculinos se venden bastante. Sobre todo aquellos que están realizados en cuero. "Ahora con la llegada de la primavera y la proximidad del verano se vende mucho también el que tiene conchas". Y los rosarios, que tan de moda puso el de sobra conocido CR9, ya no tienen el mismo éxito. Se trata de emos y hippies, que demandan con más frecuencia este tipo de complementos.
Hablando de accesorios, Mar González y Javier García, que regentan Latino Hombre, cuentan cada vez más clientes. Aunque, en esta ocasión, los sexos se reparten. No sólo llegan los chicos a comprarse complementos. Madres, novias, hermanas, también quieren regalar la última moda. "Nos piden de casi todo, anillos, collares, relojes, corbatas para todos los gustos". Muchas de ellas, de colores llamativos. Otras apagadas. Y al fondo, una réplica de una escultura griega. El considerado hombre perfecto para una cultura que buscaba eso, el cien por cien en el cuerpo de sus ciudadanos. "Ni tenemos un perfil establecido ni edad concreta, por ejemplo, tenemos clientes muy mayores que quieren llevarse una pulsera o jóvenes que vienen con la misma idea". La moda masculina no tiene edad. En más de cinco años, han visto cómo cambian las tendencias. Lo que pedían ya no es lo que se vende. "Creo que estoy en condiciones de afirmar que ellos se cuidan más que nosotros", manifiesta González. Ha viajado mucho, fuera de España, y ha podido comprobar, en las distintas culturas, que España es uno de los países donde el hombre se cuida más. "Creo que esto es muy bueno para ellos, porque cuidarse no es algo típico de las mujeres", concluye. La tienda comienza a llenarse. Una chica rubia mira fijamente los escaparates. Se interesa por un par de relojes. Fuera la mañana de miércoles viene cargada de chaquetas, de ejecutivos que cuelgan y descuelgan su teléfono móvil. Jóvenes que van con prisa a clase y uno que se retoca el pelo usando como espejo el retrovisor de una moto roja. Encantados de haberse conocido.
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