"Yo creo que Murcia y Almería hubieran sido una gran región"
Ramón Luis Valcárcel Siso. Eurodiputado del Grupo del Partido Popular Europeo
Varcárcel entiende que la política no deja de ser una anécdota en la vida y que lo esencial y lo importante es la familia
"El Parlamento Europeo no es un cementerio de elefantes", expresa
Expresidente de la Región de Murcia y ahora centrado en su trabajo como eurodiputado en las filas del Grupo del Partido Popular Europeo. Ramón Luis Valcárcel es el único español vicepresidente de la Eurocámara y desde sus despachos en Bruselas y Estrasburgo continúa ligado al devenir de su Región, ya que se desplaza a Murcia con asiduidad. Su media vida dedicada a la política local, regional y europea no le han hecho desistir de su vocación y ahora entre sus tareas se encuentra la de intentar acercar el Parlamento Europeo a los ciudadanos y que ellos lo vean como "su casa".
-Llegó a Europa procedente de la presidencia de la Región de Murcia, ¿qué dejó atrás?
-El recuerdo de un trabajo intenso, por una región que no es ni más ni menos que mi región. Creo que la política no es sino la expresión de la entrega, es quizás la manifestación de servicio a los demás, es vocacional. El presidente de la Región de Murcia es casi un alcalde porque al final conoces a prácticamente todo el mundo, estrechas la mano a un millón quinientas mil personas, estás en permanente contacto con ellos. Dejo atrás haberme dedicado vocacionalmente a servir a los míos, a los más próximos durante 19 años de mi vida, que no son pocos… espero que tampoco demasiados.
-¿Hizo todo lo que le hubiera gustado hacer?
-Como en la vida hay éxitos y fracasos, hay cosas que salen y otras que te generan frustración, pero en cualquier caso no todo puede ser perfecto, no todo se puede hacer. A lo largo de 19 años de gobierno hubo cosas que se hicieron y otras tantas que se tenían que haber hecho y que no se hicieron, otras en las que se puso el mayor interés y sin embargo no terminaron de cuajar … la vida misma.
-¿La política europea le está resultando muy diferente a la política regional?
-Diré que de entrada no supuso una sorpresa, antes de entrar aquí ya tenía relación con la Unión Europea. Participé como presidente de la Región de Murcia en el Comité de las Regiones, e incluso lo llegué a presidir. Ha habido una familiaridad que me ha permitido que sea un reencuentro con la política europea, aunque en un escenario nuevo como es el Parlamento Europeo, pero debo decir que no he advertido cambios bruscos en mi vida.
-Usted es vicepresidente del Parlamento y una de sus competencias es la información, ¿cree que se conoce suficientemente el trabajo de esta institución?
-No, no todo se conoce y lo que se conoce probablemente no se conoce bien, lo cual significa que hay que reflexionar sobre esto y hay que mejorar mecanismos, porque hay una contradicción: el Parlamento Europeo pone medios al alcance de la prensa para que esta pueda desarrollar su labor y acercar la noticia al ciudadano a través de los cauces de normalidad que son los medios de comunicación pero sin embargo no llegamos a él.
-¿Quizás no se transmite la importancia de los asuntos europeos en el día a día?
-La política europea parece algo distante al ciudadano que está inmerso en el día a día de su región, ciudad, nación. Un ayuntamiento es un órgano vivo que está incrustado en la sociedad local; un gobierno regional, una asamblea regional no hace sino ejecutar, legislar iniciativas que tienen mucho que ver con el ciudadano de al lado, de allí mismo; la cercanía es la propia naturaleza de estas instituciones y hace que el ciudadano se interese mucho más, esto de Europa parece que le pilla lejos. ¿Qué hace Europa por mi de manera directa? Bueno pues mucho y si Europa hace mucho por el ciudadano y el ciudadano no lo percibe, tenemos el gran problema de la comunicación. Estamos lejos, es un Parlamento que habla de cosas que no son inmediatamente directas al ciudadano pero ocurre que el 80% de las decisiones que condiciona la política española y por ende la murciana, almeriense, andaluza se toman aquí.
-¿Algo habrá que hacer?
-Se están estableciendo mecanismos nuevos para poder llegar al gran abanico social. Trabajamos en políticas para acercar el Parlamento a los ciudadanos. La juventud para nosotros representa un papel de primer orden, estamos impulsando las jornadas de la juventud, intentamos aumentar los grupos de visitas cada año, animamos al ciudadano a estar en contacto con nosotros: venga usted, pregunte, cuente, hable, diga lo que quiera, pero sepa que está en su casa. Cualquier persona puede preguntar algo que le inquieta, al cabo del día entran miles de preguntas, esta es otra manera de acercar el Parlamento a la población.
-¿Parece que el Parlamento Europeo puede ser el retiro soñado para los políticos?
-Puede dar la sensación de que esto es un lugar inventado por alguien para que los políticos que han tenido una cierta trayectoria como ministros, expresidentes de regiones, lleguen aquí … a este llamado cementerio de elefantes, no es así, esto no es un cementerio de elefantes, no es un camposanto, es un lugar donde hay una actividad tremenda, febril al cabo del día y donde los que venimos aquí no venimos a tomar mejillones de Bruselas, ni caracoles en Estrasburgo, venimos a trabajar y además trabajamos mucho. Tampoco hay que flagelarse porque hacemos lo que nos gusta y lo que hacemos es cambiar de escenario. Yo fui concejal, presidente de Comunidad Autónoma, ahora soy diputado del Parlamento Europeo y son escenarios distintos pero se sigue trabajando igual con ese entusiasmo. Incluso la novedad a veces viene bien, porque es un reto, quizás un estímulo, una motivación para decir voy a alcanzar las metas y no estoy dispuesto a arrojar la toalla por muy novedoso, distinto y distante que sea a la política que hacías anteriormente.
-Hemos pasado el ecuador de su legislatura, ¿hay algún logro del que como vicepresidente se sienta especialmente satisfecho?
-Aquí no hay logros ni medallas personales sino trabajo en equipo, pero me siento satisfecho de la puesta en marcha del servicio de documentación EPRS en noviembre del año 2014. Es un servicio de documentación que se dirige de manera muy directa al diputado, al que se abastece de información exhaustiva sobre los temas que pide, hasta tal punto que el diputado ya no tiene ningún motivo para hacer tonterías porque se le suministra análisis y estudios independientes, objetivos y fiables sobre cuestiones políticas relevantes para la Unión Europea. Este servicio tiene más de 200 expertos, auténticos sabios que abordan todos los temas en política interior, política exterior, terrorismo, Brexit y pueden ilustrar a un diputado cuando lo necesite de manera exhaustiva.
-¿Y cómo diputado de las comisiones de desarrollo regional y de agricultura?
-Hemos hecho cosas también interesantes, por ejemplo el veto ruso en materia agrícola genera dificultades muy serias a nuestros agricultores, especialmente de la zona del sureste español y particularmente del Levante, ha habido que luchar contra Putin y sus caprichos. Si nuestros agricultores van a sufrir el déficit de exportaciones porque Rusia les cierra la puerta, habrá que compensarlos por otra parte.
-Usted es buen conocedor de Murcia, ¿Almería no le resultará ajena, aunque solo sea por cercanía geográfica?
-Almería es una provincia hermana de la provincia-región de Murcia. Somos lo mismo, tenemos nuestros cordones umbilicales a través del agua que es lo que más nos une porque nos hace falta. Tenemos nuestra historia común porque hemos estado muy conectados una región con otra a la hora de intercambiar conocimientos y prácticas en materia de agricultura y hoy somos un referente en la UE, los que menos agua tenemos y los que mejores productos agrícolas hacemos y esa es la realidad.
-¿No sólo el agua y la agricultura?
-Hay una vida en común muy importante, además un carácter abierto, mediterráneo, sureño, como ocurre con Murcia y también un poquito de frustración porque yo creo que la Región del Sureste es la que tenía que haber sido, que no se enfaden los andaluces y que no se enfaden los murcianos, pero yo creo que una gran región hubiera sido Murcia y Almería, no se si alguien más por el Norte y alguien también por el Oeste, no voy a complicar las cosas.
-¿Sigue en contacto permanente con Murcia?
-Sí, voy a Murcia todos los fines de semana, rara vez me quedo en Bruselas. La murcianía y el aferrarme a la familia es algo a lo que no voy a renunciar jamás.
-Entonces, ¿seguro que no echa de menos los productos de la tierra?
-No soy de los que me encierro y digo lo mío es lo mejor, pero en este caso tengo que decir que en materia gastronómica no hay región en el mundo que iguale nuestras frutas y hortalizas, tanto las almerienses como las murcianas. Es imposible superarlas, yo diría que casi imposible de igualar. Yo respeto la gastronomía, es muy interesante probar de todo pero nada mejor que nuestra comida del Sureste.
-¿Qué ha perdido en su larga trayectoria política?
-Más que perder, digamos que hubo situaciones que pudieron haber sido más intensas. Lo primero que uno piensa es en los hijos, mis hijos me han tenido siempre pero a lo mejor no en la intensidad que debieran haber tenido a un padre, por la misma regla de tres yo no he visto crecer a mis hijos en la medida en la que me hubiera gustado.
-¿Recuerda su día más triste?
-Los días más amargos son cuando pierdes seres queridos, he perdido a mi madre hace poco y eso ha sido un palo. Perder una madre es como arrancarte un trozo de tu propia vida, de tus entrañas, esto te conmueve, te retuerce, duele mucho. También sufrí mucho cuando perdí a mi padre y todos los días los tengo presentes. También fortalece porque quieres seguir el ejemplo y la única herencia que me han dejado ha sido la más importante y la que yo pretendo dejar a mis hijos que es el amor a la familia, el ser personas honestas, sencillas y no tratar de buscar enemigos, cosa que en política es difícil.
-¿También recordará sus mejores días?
-Ha habido muchos pero el nacimiento de mis hijos fue el mayor y más grande motivo de felicidad. La política es una actividad que está muy bien, me gusta, pero la política no deja de ser una anécdota en la vida, lo esencial y lo importante es la familia.
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