La crisis hace mella y crecen los casos de quienes quieren el bebé pero no pueden

Las estadísticas muestran que el número de abortos se reparte al 50% entre las españolas y extranjeras. En Andalucía el aborto está concertado desde 1998

La médica de Ginealmería prepara los monitores y el instrumentaje para realizar una ecografía a una paciente.
La médica de Ginealmería prepara los monitores y el instrumentaje para realizar una ecografía a una paciente.
M. J. Uroz / Almería

30 de enero 2012 - 01:00

Información, asesoramiento, valoración de la situación personal de cada mujer, análisis clínicos, ecografía y exploración son los primeros pasos a los que tiene que someterse una mujer cuando decide abortar. Los médicos no inician la intervención hasta que están completamente seguros de que la paciente está convencida, al 100%, de que no quiere tener un hijo. Es, por decirlo así, un protocolo inalterable que, junto con la información que ha recibido en el centro de salud por el médico de cabecera, se alza como el primer paso antes de interrumpir el embarazo.

En los últimos años la crisis ha hecho mella y han crecido los casos de las mujeres que optan por no continuar con su embarazo, no porque no quieran, sino porque su situación personal, social o económica no se lo permite. Así lo corroboran los profesionales sanitarios según su experiencia.

En Andalucía, el aborto está concertado desde el año 1998. Es la única comunidad autónoma española que lleva 12 años de adelanto a la ley.

El Servicio Andaluz de Salud ingresa a las clínicas concertadas unos 277 euros por cada aborto que se realice de forma concertada (la paciente no paga nada), mientras que una mujer que decide interrumpir su embarazo de forma privada, sin acudir al médico de cabecera, debe pagar la cantidad de 400 euros para someterse al proceso.

Los datos que se desprenden de las estadísticas consultadas por Diario de Almería y facilitadas por una de las clínicas concertadas en la provincia, Ginealmería, demuestran que del total de mujeres que el año pasado decidió interrumpir su embarazo, el 52,50% eran inmigrantes, frente al 47,50% de españolas. Las mismas cifras se han mantenido en los últimos tres años, aunque tal y como indicó la trabajadora social de la clínica, María Ramos, "prácticamente hay un empate, pero si tenemos en cuenta los datos de población y vemos que las mujeres inmigrantes son un número menor, las cifras son más altas en este colectivo".

En este sentido, la directora de Ginealmería, Francisca García Gallego, aseguró que son las mujeres de nacionalidad rumana, las marroquíes, las ecuatorianas y las latinoamericanas (en el mismo orden) a las que mayor número de abortos se les ha realizado en el último año.

Desde una y otra clínica quieren aclarar a la población almeriense que "el aborto voluntario está permitido hoy en día hasta la semana 14 y a partir de la semana 22 la decisión está en manos de un tribunal médico". Por otro lado, insisten en que el aborto es hoy en día una intervención totalmente normalizada, que se puede ejercer libremente y que para ello hay en la capital dos clínicas concertadas con el Servicio Andaluz de Salud.

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