La crisis dispara los empeños y saca del baúl las joyas de la abuela

Los establecimientos de compra de oro y plata reciben cada día a numerosos almerienses 'desesperados' · Los Montes de Piedad, una opción con tipos de interés preferenciales

El centro de la capital almeriense acumula tiendas donde compran oro.
El centro de la capital almeriense acumula tiendas donde compran oro.
Elio Sancho / Almería

25 de enero 2009 - 01:00

Cuando la necesidad aprieta, el ingenio se agudiza. Pero cuando la necesidad económica es ya acuciante, quedan pocos caminos, al margen de 'echarse al monte'. Es el caso de quienes, agobiados por una situación económica y financiera insostenible, deben acudir a la venta de oro y joyas o a las casas de empeños como último remedio.

Es la cara más amarga de la crisis. Y se ve en el ciudadano de a pie. Las grandes multinacionales o las entidades financieras de renombre lanzan el grito al cielo y los gobiernos y sus bancos centrales acuden raudos a su rescate. Sin embargo, cuando la afectada por falta de liquidez se llama Lola, vive en El Zapillo, le han echado del trabajo, y su único 'patrimonio' son 20 años más de hipoteca y dos hijos a su cargo, la historia es bien diferente.

Salta a la vista. En los últimos meses, los usuarios de los Montes de Piedad se han incrementado exponencialmente. Los negocios de compra de oro también están haciendo su particular 'agosto' ahora más que nunca.

Por las céntricas calles Terriza o Hernán Cortés deambulan a diario numerosos almerienses en busca de la mejor cotización por aquella joya dorada que tenían guardada en un viejo baúl de madera, dentro de la cómoda del dormitorio.

La rabia, la frustración y el sentimiento de culpa se mezclan en el momento de dar el paso. "Siempre puedo recuperarla de nuevo", es la frase de consuelo. Pero, llegados a este punto, para la mayoría de usuarios de las casas de empeños, es sólo el comienzo de una espiral en la que la primera joya es la de menos valor sentimental; y en esa escala de prioridades, como ocurre en la pirámide de Maslow, cuanto mayor es la necesidad, más valor sentimental y, normalmente, económico, tiene la pieza que se cobrará.

Unicaja, que cuenta con una red de 870 oficinas repartidas por 15 provincias, en su mayoría en Málaga y Almería, dispone de Montes de Piedad en Cádiz,Málaga y, en la capital almeriense, en la Plaza del Monte.

A lo largo de 2007, el Monte de Piedad que posee en Almería realizó 8.583 operaciones, casi un 3% menos que el año anterior. Pero en los nueve primeros meses de 2008, ya rozaba las 7.000. El número de clientes que ha solicitado los denominados créditos pignoraticios hasta septiembre de 2008, último dato disponible por la entidad, asciende a 6.340, un 17,2% más que en los doce meses del año anterior.

Además, el número de operaciones en vigor acumula un total de 12.325 en esta oficina almeriense hasta septiembre de 2008, un 14,2% más que en todo el ejercicio 2007.

La actividad que realizan los Montes de Piedad se enmarca dentro de la vocación social que poseen las cajas de ahorro, de ahí la concesión de estos préstamos con garantía de prenda de cualquier bien mueble cuyo comercio sea lícito, con la aplicación de tipos de interés preferenciales.

Aunque en sus orígenes los Montes de Piedad admitían la pignoración de una gran variedad de prendas para combatir la usura (ropa usada, libros, cuberterías, máquinas de coser o aparatos de radio), en la actualidad se circunscriben, prácticamente, a las alhajas y objetos de valor.

Este tipo de créditos son una de las mejores herramientas para obtener liquidez inmediata en momentos de agobio financiero, pues tras la tasación del objeto en ventanilla, se da la conformidad por el valor establecido y se firma la operación, por un plazo de un año, más un mes de cortesía. Una vez vencido el periodo, si no se cancela o renueva (se puede renovar por dos veces) el préstamo, se le comunica al usuario, y se prepara el lote para su subasta.

La morosidad es otro indicador de que los bolsillos del ciudadano no andan demasiado sobrados. El número de letras impagadas fue de más de 5.200 en noviembre de 2008, último dato disponible que publica el Instituto Nacional de Estadística, que arroja un importe de deuda por valor de 30,7 millones de euros, un 16,3% más que el mismo mes del año anterior, lo que da idea de los agobios que están padeciendo miles de familias para llegar a fin de mes.

Cada vez es más habitual que en las subastas aparezcan lotes con coches deportivos y lujosos yates, no sólo pisos, que en muchos casos, pertenecían a empresarios con situaciones financieras muy delicadas. La crisis aprieta. Esperemos que no ahogue.

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