La crisis es para los santos

San Pancracio va a seguir apuntando a ese punto indefinido de la habitación donde se encuentre por los siglos de los siglos. Sea bueno el tiempo, de bonanza económica, o de penuria y precariedad, los ciudadanos siguen recurriendo a la clemencia del santoral. Andrés Iborra lleva toda su vida laboral trabajando con recuerdos de Almería. La venta se dispara, sobre todo en los meses de verano, afirma al frente del bazar El Valenciano. "Nuestra Señora del Carmen también ocupa un puesto más que destacado en las figuras más vendidas".

Sus comienzos fueron, como los de otros muchos, debido a una tradición de familia. "Mi bisabuelo, que era de Valencia, fue quien decidió ese nombre para el establecimiento, y lo hemos mantenido hasta hoy". Navega contra los tiempos nuevos, de estrés y crisis, manteniendo el mismo rumbo. Le conocen, y él lo sabe, por eso sus clientes de siempre le han elegido como establecimiento habitual.

Está acostumbrado a las entrevistas, por eso no se pone nervioso. "Es la tienda más antigua de Almería, lleva 140 años abierta". "El Indalo es algo típico, y los turistas lo prefieren antes que cualquier otra cosa, así como los llaveros... tampoco cuestan mucho". ¿Lo que menos demandan? Imágenes de la Virgen del Mar. Una opinión que comparte María Yepes, que sigue una tradición familiar ubicada en el Paseo de Almería número 4. "Muchos catalanes, madrileños... extranjeros vienen menos". Y como lo conocen (porque son muchos años ya) "deciden venir para acá directamente".

Calendarios, abanicos, bufandas de la UD Almería y de otros muchos equipos, cuelgan de este pequeño establecimiento repleto de encanto. "Cualquier cosa que me quieras pedir, seguramente esté con el Indalo grabado", dice con la certeza de quien conoce bien el oficio. Aunque parezca que no, "los almerienses también vienen a llevarse cosas de su tierra como llaveros". Las imágenes de la Patrona son un bien escaso en los establecimientos de recuerdos. Yepes afirma que la cosa mejoraría con más implicación por parte de los responsables. "Tengo una postal en la que sale la Virgen, pero es en su salida procesional, igual estaría mejor si la sacaran en el camarín o más de cerca, pero no deben dejar".

Al lado de Nicolás Salmerón, de su imagen que preside majestuoso la Puerta de Purchena, caminando como uno más, está la tienda que regenta Andrés Segura del Pino. Almacenes Segura despliega un amplio abanico de objetos de droguería, para coser, y para quien viene de visita y quiere llevarse algo que deje una huella imborrable. Un yo estuve allí con fuerza en el alma. Grabado. Al fondo, las estanterías con lo más típico y algunos detalles imprescindibles. La muñeca vestida de volantes, "que es algo que sigue vendiéndose muy bien", los abanicos y los llaveros. "En principio preguntan por los más básicos, a no ser que la persona que demande sea flamenca que entonces se tiran a por los de más precio, como doce euros, por ejemplo", explica Segura del Pino que recalca que "todo es fruto de la experiencia, de muchos años vendiendo souvenirs". La llegada de buen tiempo, de calor y playa, dispara la presencia de visitantes en la provincia. "Si es que como el euro está mal... ¡pues qué voy a contar", manifiesta.

Al contar todos ellos con una importante historia, hacen balance de aquello que más solicitaban hace ya unos años. "Principalmente querían llaveros", recuerda Yepes que le han contado sus padres. La cosa no ha cambiado mucho, sí los diseños. Antes era distinto. Ahora, aunque en algunos casos se mantiene la línea clásica, sí es cierto que tienden más a lo modernista. A los colores llamativos y las nuevas texturas. Un recuerdo de Almería para llevar en la maleta. Imágenes de una estancia que quedarán para siempre reflejadas en un calendario, un imán o pequeños detalles que aportan colorido para recordar La Alcazaba.