La Cruz de Mayo florece de nuevo en la enfermería de El Acebuche: “Un guiño a la libertad”

Los internos del módulo de Enfermería del centro penitenciario celebran la primavera con una cruz alada cargada de símbolos, pan artesanal y canciones de esperanza

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Cruz de Mayo elaborada por los internos del PAIEM en El Acebuche.
Cruz de Mayo elaborada por los internos del PAIEM en El Acebuche. / D.A.

En el interior de los muros del centro penitenciario de El Acebuche, donde la rutina y el tiempo parecen avanzar a otro ritmo, la primavera se ha hecho un hueco con flores de tela, mariposas de colores y un mensaje nítido: libertad. Como cada año, los internos del módulo de Enfermería, junto al grupo PAIEM (Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales), han vuelto a levantar su Cruz de Mayo. Lo han hecho con mimo, esfuerzo colectivo y un simbolismo que trasciende lo decorativo.

“Ya viene siendo casi clásico el que con los internos del grupo PAIEM y de Enfermería montemos la Cruz de Mayo. Es una manera de hacerlos partícipes y un día diferente”, explicaba el subdirector médico del centro, Juan Martínez Pérez, poco antes de que comenzara la bendición. Con humor y naturalidad, resumía el espíritu de una jornada que rompe con la rutina penitenciaria y da paso a una explosión de creatividad: “Un año más se os soma ya a la Cruz de Mayo aquí”, decía entre risas.

Este año, la cruz destacaba por su originalidad. No era una cruz al uso, sino una cruz alada. Sobre su estructura, mariposas y ángeles en vuelo simbolizaban algo más que la llegada del mes de mayo. “Era un poco como homenaje a ellos. Sería casi como las alas de su libertad, ¿no? La idea en este año era eso. Iba dirigido más de mangelotes y mariposas y sobre todo, pues eso, un guiño a la libertad”, explicó Martínez.

En la elaboración han participado al menos una docena de internos, aunque las tareas previas –pintar, recortar, montar decoraciones– comenzaron semanas antes. “La intención sería que todo el módulo de Enfermería participase en la elaboración”, explicó el subdirector. Y así ha sido. Los talleres ocupacionales del centro, coordinados por Pablo y Loreta, han estado implicados desde principios de abril en la preparación de los materiales y propuestas decorativas. “Luego se les deja un poco a ellos también que participen a la hora de colocar las cosas y sugerir las ideas”, señaló.

El acto de inauguración ha contado con la presencia del director de El Acebuche, Nahum Álvarez, y la subdirectora de Tratamiento, María del Mar Soriano. El capellán penitenciario, Manuel Navarro, ha sido el encargado de bendecir la cruz en un ambiente cálido y cargado de emoción.

El capellán Manuel Navarro, el director Nahum Álvarez y los subdirectores Juan Martínez y María del Mar Soriano.
El capellán Manuel Navarro, el director Nahum Álvarez y los subdirectores Juan Martínez y María del Mar Soriano. / D.A.

Tras el acto religioso, ha llegado el turno del ágape. Desde la cocina del centro se han preparado aperitivos, pero el protagonismo lo han tenido las tradicionales salaíllas granadinas, elaboradas por los internos que participan en el curso de panadería. “La monitora junto con los internos que están haciendo el curso participaron activamente para la elaboración del pan y también para las alahillas”, ha contado Martínez.

La celebración ha estado acompañada de música. Sonaron canciones populares y también temas como Color esperanza, que algunos internos se animaron a cantar. La letra –“saber que se puede, querer que se pueda”– resonó con fuerza en ese patio convertido por unas horas en un lugar distinto, con alas en la cruz y primavera en el aire.

Como nota entrañable, la jornada ha coincidido con el cumpleaños del interno más veterano del centro. Este viernes ha cumplido 89 años, y su presencia ha sido celebrada entre aplausos, bromas y abrazos discretos.

El patio de Enfermería, donde normalmente reina el silencio o el murmullo de la rutina, se transformó este viernes en un rincón de comunidad, arte y símbolo. Una cruz con alas que, al menos por un día, pareció elevar también los ánimos de quienes la construyeron.

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