Cuatro localidades, incluida Almería capital, en vigilancia por el riesgo alto del virus del Nilo

La red de vigilancia de la Junta de Andalucía ha detectado la circulación del virus del Nilo occidental en mosquitos de tres municipios andaluces, sin que por el momento se hayan producido casos en humanos. La situación más relevante en Almería, en la comarca del Levante, se centra en Pulpí, Zurgena, Mojácar y la zona de Retamar-El Toyo en la capital, donde se mantiene un riesgo alto por la presencia del virus. A pesar de los nuevos positivos detectados en otras provincias, la vigilancia y las medidas preventivas se intensifican para contener la propagación y evitar contagios en la población.

El programa de vigilancia y control de vectores implementado por el Gobierno andaluz sitúa a la provincia en el punto de mira, con hasta cuatro municipios en riesgo alto. Según los datos oficiales, estos puntos de alerta incluyen Pulpí, Zurgena, Mojácar y la zona este de la capital, que abarca las áreas de Retamar y El Alquián. Además, se añade a Cantoria y Gádor en la comarca del Almanzora y la del Bajo Andarax, respectivamente, con un nivel de presencia de mosquitos considerado moderado, lo que obliga a las autoridades a mantener una supervisión constante.

Vigilancia y prevención en la provincia

A pesar de la inquietud, las noticias traen un respiro para uno de los municipios afectados. De esta situación ha dejado de estar esta semana el municipio de Mojácar, también en la comarca del Levante, tras superar las cuatro semanas que establece el Programa de Vigilancia sin que se haya detectado la circulación del virus en su territorio. Este dato confirma que las medidas de control tienen éxito y que la cooperación ciudadana y la acción de las autoridades resultan claves para frenar el avance de la enfermedad.

La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, por su parte, recomienda a la población extremar las precauciones para evitar las picaduras de mosquitos. Entre las recomendaciones se encuentran el uso de repelentes, evitar olores intensos que los atraigan, vestir con ropa clara y, sobre todo, evitar salir al atardecer y al amanecer, ya que es el momento en el que estos insectos tienen mayor actividad. El objetivo es que la población de Almería siga protegida y que el virus no se propague a los humanos.