Tú me das, yo te doy

La crisis ha acentuado la solidaridad de los almerienses y se han creado nuevas fórmulas de satisfacer necesidades básicas de los más desamparados como el acceso a ropa, libros e incluso juguetes

El intercambio de ropa, en el banco que se ha creado en Viator, es pionero en la provincia de Almería.
El intercambio de ropa, en el banco que se ha creado en Viator, es pionero en la provincia de Almería.
Rafael Espino / Almería

17 de septiembre 2012 - 01:00

Un 10% de la población almeriense ha requerido, durante 2011, de la solidaridad de vecinos y órganos sin ánimo de lucro que, en fechas anteriores, limitaban sus ayudas a un fragmento de la ciudadanía mucho más restringido. En la actualidad, tienen que abastecerse de una mayor cantidad de artículos para satisfacer la demanda. De ahí que estén surgiendo novedosas iniciativas como la que hace apenas nueve meses puso en marcha el Ayuntamiento de Viator. Un banco de ropa al que los habitantes de la localidad acuden asiduamente para ceder lo que no ya usan y otros a recogerlo. "Dan mucha ropa, la generosidad de la gente en estos tiempos de crisis es superior a lo que yo me esperaba. Pero no solo viatoreños, nos llegan muchísima cantidad de material de toda la provincia", explica Paqui Claro, concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Viator y el cerebro de esta importante labor en tiempos de crisis. Y para que esto funcione, no ha hecho falta publicidad alguna: "No hemos anunciado esto a bombo y platillo. Ha sido el boca a boca lo que ha conseguido que esta iniciativa haya tenido éxito. Hay tiendas de ropa que han cerrado y han mandado todo lo que se les había quedado".

Pero esta tarea no habría sido posible sin la ayuda de más personas, cinco voluntarias que sin pedir nada a cambio, se llevan la ropa a casa, la lavan, la planchan y la vuelven a llevar al local, propiedad del Ayuntamiento, en el que han montado esta especie de mercadillo solidario en el que tú me das y yo te doy.

Sin embargo, lo que en un principio comenzó siendo un intercambio de atuendos, ahora se ha convertido en algo mucho más grande. La gente lleva juguetes o coches de bebé: "Incluso hemos vestido a un niño que hizo la comunión y hasta a un matrimonio. Han llegado artículos prácticamente sin estrenar", explica Lola, una de las voluntarias. "Todo esto lo hacemos respetando al máximo la privacidad de las personas que vienen a recoger la ropa", explica la concejala. "La idea es conocer la realidad de las familias para concederle en función de lo que se necesita y que, de esta forma, se pueda repartir lo máximo posible al resto de personas".

Quien también conoce a la perfección la realidad por la que pasa la sociedad almeriense es el director de Cáritas en Almería, Andrés Asensio Martínez: "Vivimos en una sociedad donde se está erosionando la clase media, una sociedad muy desigual donde cada vez hay más falta de ayuda a los más necesitados". Todos los días se enfrentan a situaciones poco agradables: "En Cáritas notamos que empieza a haber una crisis de desesperanza, con faltas de expectativas y la autoestima por los suelos". Su labor, en estas fechas, resulta impagable en muchos sentidos: "No solo ayudamos a prestar ropa y comida, sino que también ayudamos en temas burocráticos, ayudamos a buscar empleo a los más necesitados, a impartirles talleres de idiomas a los extranjeros, talleres de informática, de cocina, de riesgos laborales, de costura y un largo etc"

José Carlos Sánchez Berenguel, director provincial de Cruz Roja, cree que los ciudadanos, ya concienciados, deben dar un paso adelante para ayudar a los demás: "Solicitamos que, por encima de cualquier consideración política o macroeconómica a la hora de afrontar la actual coyuntura, se tengan en cuenta las consideraciones humanitarias hacia las personas más vulnerables. Porque para Cruz Roja, lo primero son las personas, el acceso y el ejercicio de sus derechos y la cobertura de sus necesidades".

También se implican las administraciones, caso del Ayuntamiento de Almería, que ha organizado junto con el Patronato de Deportes, la Unión Ciclista Martínez Oliver, la empresa Isendi Farma y la asociación Cibersolidaridad, una marcha ciclista solidaria. Los beneficios irán destinados a Cáritas.

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