El desempleo eterno: la mitad de los almerienses parados lleva un año buscando trabajo
Almería concentra unos 20.000 vecinos atrapados en el paro crónico
Almería pierde empleo, pero mantiene a la baja la tasa de paro: 13,45%
El paro en Almería muestra una cara especialmente dura: el 44 % de los desempleados de la provincia son de larga duración, es decir, llevan más de 12 meses intentando reincorporarse al mercado laboral sin conseguirlo. En cifras absolutas, son 19.201 personas atrapadas en un círculo de precariedad y exclusión laboral.
En total, el paro registrado alcanzó en julio los 43.603 desempleados, lo que significa que casi uno de cada dos parados arrastra una situación crónica. Se trata de un problema estructural que, más allá de las variaciones mensuales, coloca a la provincia entre los territorios con más dificultades para recolocar a quienes pierden su empleo.
El paro de larga duración genera un círculo vicioso difícil de romper. Cuanto más tiempo pasa una persona sin trabajar, más complicada resulta su contratación posterior, tanto por la pérdida de competencias como por el estigma que arrastran los currículos con largos periodos en blanco.
Este escenario se agrava en Almería por el modelo productivo. Agricultura, construcción y servicios, los tres pilares de la economía provincial, ofrecen principalmente contratos temporales o de campaña, con escasa capacidad para absorber a desempleados de forma permanente.
El sector servicios concentra más parados
La fotografía de julio lo confirma: el sector servicios concentra 28.393 parados (65 %), la agricultura y pesca 4.414 (10 %) y la construcción 3.964 (9 %), mientras que la industria apenas llega al 3,8 % con 1.679 inscritos. Esta estructura sectorial explica en buena medida por qué miles de almerienses tardan tanto en reincorporarse al mercado laboral.
La edad también marca diferencias. Más de la mitad de los parados en la provincia (53,9 %) tiene 45 años o más, lo que equivale a 23.528 personas. En cambio, el grupo de entre 25 y 44 años supone el 37,8 % y los menores de 25 apenas un 8,2 %.
El desempleo en Almería también tiene rostro de mujer. De los 43.603 parados, 25.587 son mujeres (58,7 %) frente a 18.016 hombres. Esta feminización del paro refleja tanto la desigualdad en el acceso al empleo como la dificultad añadida de muchas trabajadoras para compatibilizar vida laboral y familiar.
El nivel educativo es otro factor determinante. La mayoría de los parados almerienses cuenta con estudios secundarios (53,5 %), pero un 27,7 % apenas ha superado la educación primaria. Solo un 12,1 % tiene formación postsecundaria, lo que limita la posibilidad de acceder a sectores emergentes o empleos cualificados.
Estar más de un año sin empleo no solo implica pérdida de ingresos. Sociólogos y psicólogos laborales advierten de los efectos psicológicos del paro prolongado: depresión, pérdida de autoestima e incluso aislamiento social. En el plano económico, la cronificación del desempleo supone además un fuerte coste para la administración pública, que debe sostener subsidios y prestaciones durante largos periodos.
Los sindicatos reclaman bonificaciones específicas para contratar a parados de larga duración y planes de formación ajustados a la realidad del mercado. La Junta mantiene programas de orientación y reciclaje, pero los resultados siguen siendo limitados frente a la magnitud del problema.
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